CAPÍTULO CINCO

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- ¿Qué sucede? - Chay entró a la casa. Eran las ocho de la mañana y todos iban y venían con arreglos florales, comida, cervezas y demás - ¿creí que él casamiento sería en la sede del club? Y además faltan tres días.

- SÍ. ASÍ ES - gritó Porsche para ser oído sobre el ruido que hacían las personas dentro - ALGUIEN SE EQUIVOCÓ Y ENVIÓ TODO AQUÍ EN EL DIA INCORRECTO.

- ¿Qué hacemos? - Chay dejó su chaqueta y se dispuso a ayudar a su hermano que se veía algo nervioso.

- ALTO. TODOS. AHORA

Eso llamó la atención y Porsche procedió a explicar dónde iba todo y les ayudó junto a Chay a cargar de nuevo las cosas en las combis. Les dió la dirección de la sede del club y por fin estuvo en paz. Allí se tendría que encargar kinn de recibirlos. Porsche sonrió por eso.

- Él quería un casamiento, pues que lo maneje - dijo mientras se dirigía escaleras arriba en busca de Pai.

- ¿ Estás listo para el gran saltó, hermano?
- Chay caminaba junto a él sin darse cuenta a dónde se dirigía.

- Claro que lo estoy - Porsche abrió la puerta de la habitación de Kim.

Chay quedó atónito ante la imagen, pero fue muy difícil apartar la vista. Era demasiado adorable.

Sobre la pierna sana de kim estaba Phayu que parecía estar usando la de caballo.

- Ade. Ade. Cabayita.

- Se dice "Arre" y es "caballito " - corrigió a su sobrino mientras tenía a Pai sobre su pancita en la cama y con su pequeño brazo sobre su espalda. Claro que no le hacía daño. De hecho Pai reía a carcajadas.

- Ambos están bajo arresto - dijo Kim.

- Oye. Suelta a mi hijo - Porsche entró y levantó a Pai de la cama. Este empezó a zapater en protesta. Quería seguir jugando.

- Hey. Ellos comenzaron - acusó Kim a los pequeños señalando con el dedo índice a cada uno.

Phayu trepó por la pierna y atacó a kim con un mordisco en su estómago.

- Ouch. Eso duele pequeño demonio.

- ¡Phayu! - Pete entró en ese momento y lo llamó con voz severa.

- Oh, oh - Phayu se llevó la pequeña mano a la boca.

- Mierda - susurró Kim al mismo tiempo.

- No digas groserías frente a lo niños, Kim
- reprendió Pete. Phayu río graciosamente y escondió la cara en el cuello de su papá Pete - y no le digas pequeño demonio a mi demonio. Solo yo puedo decirle así.

Porsche ya se había alejado de la habitación con Pai haciendo una pataleta debido que quería quedarse con su tío Kim jugando.

Pete también salió de la habitación con Phayu quien se reía de su tío por haber sido regañado por su papá. Al pasar la puerta el pequeño le saco la lengua en burla.

- Pequeño granuja. Ya verás - dijo Kim sonriendo.

- No amenaces a mi hijo Kim o voy a patearte el culo.

- Ooh. Goseríaaa - señaló Phayu riéndose mientras se alejaban.

- ¿Quieres entrar? - preguntó Kim a Porchay que aún continuaba de pie en la puerta sin poder apartar la mirada y completamente atónito. Nunca vio a Kim de ese modo. Verlo jugar así con sus sobrinos lo tenía completamente idiota.

- No. No. Está bien, yo - Balbuceo
- aah. Mmm - tengo que lavarme el cabello. Si. Eso. Adiós.

Chay salió disparado como alma que lleva el diablo. Entró en la habitación y cerró dando un portazo. Apoyó la espalda en la puerta y se deslizó por ella hacia el piso. Se abrazó a sus piernas con fuerza.

Dogs From Hell: Kimchay Donde viven las historias. Descúbrelo ahora