CAPITULO DOCE

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Earth contempló la comisaría. Vio un par de oficiales entrar en ella. Miro la hora. Nueve de la noche.

-Es algo tarde ¿Verdad pequeño?

Pai había vuelto a quedarse dormido luego de llorar todo el caminó hasta la estación de policía.

-Seguramente tengas hambre
-susurro el hombre viendo a Pai dormir en el la silla para bebés
-Esos hombres allí en la comisaría no deben saber cómo alimentar un bebé o cambiar un pañal.

Earth suspiro pesadamente sabiendo que no podría dejar al niño allí.

-Lo decente sería llevarte con tu familia y rogar que no me maten. Ellos parecen peligrosos.

Pai se despertó y comenzó a llorar.

-Lo siento pequeño -murmuro con un sollozo ahogado -estoy en una situación desesperada y ahora es probable que mi esposo Mix muera sin saber qué pasó conmigo.

Earth lo quitó de la silla y lo cargo tratando de consolarlo. Sacó un biberón del bolso con leche tibia y se le dió. Luego de eso cambió su pañal asegurándose que estuviera bien seco y cómodo, todo mientras lloraba

Pai pareció calmarse y ahora lo miraba con curiosidad mientras Earth le cantaba una canción de cuna y veía a todos lados sin saber qué carajos hacer. Acomodo nuevamente a Pai en su silla y lo aseguro.

Unos momentos después encendió la camioneta y condujo un buen rato.

Se detuvo frente a la misma casa donde en la mañana entró furtivamente y secuestró al bebé.
Oro al cielo pidiendo clemencia.

Un golpe en el vidrio lo hizo dar un pequeño salto en el asiento de la Van.Cuando se giró para ver se encontró con un hombre de pelo negro largo hasta sus hombros, su mirada asesina y un arma apuntando hacia él a través del vidrio de la puerta.

-Baja ahora. Lentamente -instruyó el hombre abriendo con una mano la puerta y con la otra sostenía el arma apuntando directo a su cara.

Earth hizo lo que se le indicó con sumo cuidado de no hacer nada que provocará que él sujeto le disparara.

Vio a alguien salir corriendo de la casa a pasos agigantados. El Trago duró. La bilis se le acumuló en su garganta pero tuvo que aguantar las ganas de volverse a vomitar. Cualquier movimiento brusco podría significar su inminente muerte.

-El bebé está bien -dijo. Cómo si eso fuera a ser suficiente para estas personas.

-Mi pequeño -sollozo lleno de felicidad Porsche. Cargo a Prapai y lo llevo dentro de la casa.

-Tú, sube a la camioneta. Conduce
-indicó Kim -tenemos que hablar en otro sitio.

-¿Vas a matarme? -la voz tembló con la pregunta.

-Lo haría en un suspiró de mi alma y no me quitaría el sueño. Secuestraste a mi sobrino -respondió Kim apretando la mandíbula con rabia -pero mi hermano necesita interrogarte. Te aconsejo que hables. Tiene métodos poco ortodoxos para hacer que las personas digan lo que él quiere saber. No te gustaran.

Earth sintió sus piernas débiles, su corazón latir aún más rápido de lo que ya lo hacía. Tuvo que sostenerse de la puerta para no caer de culo.

El rugido de unas motocicletas se oía a lo lejos. Kim supo que se trataba de sus hermanos.

Empujó al hombre hacia arriba. Estaba pálido y parecía que iba a desmayarse en cualquier momento.

Earth se inclinó y vomitó el poco contenido de su estómago. No había comido nada desde el desayunó.

Dogs From Hell: Kimchay Donde viven las historias. Descúbrelo ahora