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"A veces omitimos detalles para no hacer daño a quienes amamos, ¿Realmente esa es un buena solución?"
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–¿Te gustó el sushi?
–Si, soy más fan de la carne, pero no estuvo mal.-Contestó el pelirrosa mientras caminaba abrazando a su novio.
–Yuuji...
–¿Qué pasa?
–Necesito preguntarte algo.
Ambos detuvieron su andar y pararon en seco, incluso Yuuji soltó el brazo de Satoru y lo miró fijamente, tenía un mal presentimiento.
–¿Qué sucede? -Preguntó un poco preocupado.
–Eso me gustaría preguntarte, ¿qué te sucede? ¿Estás escondiendo algo?
–No sé a que te refieres, no me pasa nada.
–Yuuji, estamos saliendo y lo normal sería qué ambos nos contáramos nuestros problemas, debemos apoyarnos juntos y estar uno con el otro para superar los problemas.- Sostuvo suavemente la mano del menor y besó su dorso.- No trates de ocultarme la verdad, te conozco bien.
–No es nada grave.- Apartó su mirada, estaba nervioso al estar tan cerca de Satoru.
–Eres un pésimo actor.- Soltó una pequeña risita.
–¿Qué quieres decir?
–Estoy diciendo que estás mintiendo. Tal vez no te has dado cuenta, pero cuando dices una mentira sueles apartar tu mirada, te sonrojas levemente, juegas con tus pies y aprietas tu ropa con la mano izquierda.
–¿Cómo te diste cuenta de todo eso?
–Porque te amo mucho y cada pequeña cosa que hagas es importante para mi, quiero descubrir todo de ti.
–Satoru...
–¿Podrías confiar un poco en mi y decirme que sucede?
–No es que no confie en ti, solo no quiero preocuparte.- Su voz reflejaba tristeza.
–¿Qué pasa?
–Creo que tengo un pequeño problema con mis audífonos.
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Al día siguiente Satoru llevó a Yuuji al doctor, necesitaba que le dieran un buen diagnóstico y tal vez encontrar la causa por la cual su condición estaba empeorando después de tantos años.
El doctor hizo varios pruebas y exámenes, analizaron sus aparatos auditivos, comprobaron su funcionamiento y tras varias horas logró obtener un diagnóstico.
–¿Yuuji estará bien? -El albino conocía de años al doctor, su familia solía frecuentarlo cuando enfermaban y confiaba en sus capacidades.
–No tienes de que preocuparte, al parecer el problema se encontraba en audífonos. El joven Yuuji tenía tiempo sin acudir a sus citas de observación y no se habían calibrado al nivel adecuado, pero podemos hacer unos nuevos y con eso podría volver a estar como antes.
–¿En serio? Eso es un alivio.
–¿Ves? No era algo tan grave como imaginabas.
–Es que actuabas muy sospechoso y tenía miedo de que fuera algo irreparable, me alegro que estés bien.- Lo abrazó con mucha fuerza, amaba tener a Yuuji entre sus brazos.
–Todo esta bien.- Correspondió a su abrazo con mucho cariño.
–Solo es necesario que Yuuji venga periódicamente a sus citas para tener un mejor control sobre su condición, ¿de acuerdo? -Intervino el doctor.
–Si, él vendrá a todas. ¡Muchas gracias doctor!
Después de agendar las citas para las próximas consultas y despedirse, ambos chicos fueron de camino a casa del menor.
Durante su trayecto mantuvieron conversaciones sobre diversos temas, ahora Satoru se encontraba más tranquilo al saber que su amado novio no estaba pasando por algo grave y que su preocupación era por algo que fácilmente podía solucionarse.
Gojo dejo a Yuuji en su casa, quería poder pasar y quedarse un rato más con el pelirrosa, pero eso era imposible. Podía sentir como dos pares de ojos se clavaban en su nuca, definitivamente ni Choso ni Sukuna lo querían cerca y prefería no incomodarlos.
–Nos vemos el lunes en la universidad, ¿si?
–Si, ten mucho cuidado y por favor avísame cuando llegues a casa.
–Si, lo haré.- Se acercó al rostro del menor y besó suavemente sus labios.- Te amo, Yuuji.
–También te amo, Satoru.
–¡¿Cómo te atreves a besar a mi hermanito frente a mi propia casa!? -Choso salió de la casa con una escoba en la mano.
–Ahora si eres rata muerta.- Sukuna también estaba molesto.
–Creo que lo mejor es que me vaya antes de que tus hermanos te dejen sin esposo.
–No quiero ser viudo, así que corre.
–¡Hasta luego, cuñados! -Gritó antes de subir casi corriendo a su automóvil.
Cuando Satoru se fue, la actitud de Yuuji cambió. La sonrisa que tenía en su rostro desapareció y de sus ojos comenzaron a salir pequeñas lágrimas.
–¿Qué pasa? -Preguntó Choso muy preocupado.- ¿Te hizo algo ese tipo?
–Solo dinos y le partiremos la cara.- Sukuna también estaba preocupado por las acciones de Yuuji.
–Perderé completamente la audicion.- Su voz sonaba entrecortada, le costaba mucho poder pronunciar esas palabras.
"Lo siento, Satoru." Fueron las palabras que no dejaban de pasar por su cabeza, después de todo no pudo decirle la verdad y terminó ocultandole lo que en realidad pasaba.
Una realidad en donde Yuuji dejaría de escuchar absolutamente todo.
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Love signs ♡
RomanceSatoru Gojo lo tiene todo: dinero, popularidad, belleza, juventud y suerte. Posee todo lo que cualquiera desearía, menos su tan anhelada libertad. Odia su vida monótona donde no puede hacer ninguna elección propia, odia a los viejos de su familia y...