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Las palabras están llenas de falsedad o de arte, la mirada es el lenguaje del corazón.

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Cuando te encuentras en ese momento nada cobra sentido a tu alrededor, te encuentras hipnotizado en una precisa cosa; él estaba perdido en aquellos ojos ámbar que desde la primera vez lo atrajeron paulatinamente. La inesperada declaración que hizo fue un hecho suficiente para mantenerlo nervioso por la respuesta ajena. No esperaba una aceptación por la otra parte, sabía que por la época y el cargo era realmente baja la posibilidad de que aceptaran su amor.

Por otra parte se encontraba el europeo, quién aún estaba sorprendido por la repentina declaración. Creía que se encontraba en un sueño y que no faltaba mucho por despertar. Posterior a unos minutos reflexionando sobre la pregunta y obviamente en la respuesta que le iba a dar, decidió hablar nuevamente, ahora con una respuesta.

Sonrió enamorado mientras enrrollaba sus brazos entre el cuello ajeno. Con una voz suave y cálida respondió con la mayor ilusión que había sentido en toda la trayectoria de lo que a vivido. -No me imaginaba que contabas con esos sentimientos hacia mí y, para ser sincero, mis sentimientos cada día han inventado, hasta el punto que me he enamorado de ti. Pero siendo realista, tenía miedo que no sintieras lo mismo que yo.

El sentimiento de sorpresa era mutuo, las palabras del italiano habían asombrado al nipón y viceversa.

¿Entonces eso es un "sí"?

No hubo respuesta de forma verbal por parte del europeo, sin embargo el gesto que le daría posteriormente sería una repuesta clara. Él le devolvió el beso, no de manera lenta, al contrario, trató de darlo de forma veloz al darle todavía cierta vergüenza. Era romántico, tierno, no se pasaba a algo más placentero o sexual. Se quebró paulatinamente, ambos cruzaban miradas llenas de cariño y admiración por el otro.

-Sí.

★ - 愛 ⭒๋࣭ ⭑
13/11/1941 - 9:39 P.M
Nikkō / Japón.

Lo prometido es deuda, por ende el Imperial del Sol Naciente debía de llevar a su ahora ya pareja a un restaurante, en este caso uno de los más exclusivos de toda la zona. Sería como una primera cita siendo novios, hecho que emocionó tanto a uno como al otro.

¿Un buffet? ¿El más caro? Preguntó indeciso, lo que menos quería era hacer gastar dinero a su pareja, más aún si el nipón invitaba toda la cuenta. ¿Estás seguro?

Su contrario se estacionaba en un sitio frente al restaurante dónde ambos irían, tenía cuidado de no estacionarse de forma incorrecta. El dinero no importa. Toma esto como una primera cita, y eso implica querer lo mejor para ti. Admitió al saber sobre qué se refería el Italiano.

El Japonés bajó del vehículo y con suma tranquilidad se encaminó con dirrección a la puerta donde se encontraba su amado; abrió ésta para observar al italiano. -Ven, olvídate de lo económico, disfruta.

El italiano accedió aún no tan convencido, saliendo del coche con ayuda del nipón. Cerró la puerta de este y abrazó el brazo contario, ambos se encaminaban con dirección al local. Cubrían su identidad a toda costa; el amar suyo fue una cosa de otro mundo, si por ellos fueran le gritarían a la multitud lo que sentían de forma mutua, pero eso sólo sería en sueños, era imposible ese acto.

La pareja entró al restaurante dónde velozmente los atendieron con afán. Ya contaban con una reservación previa que, por razones obvias, el Imperial fue quién la realizó. Recorrieron el restaurante hasta llegar a su mesa, la cuál se encontraba frente a una ventana que daba una hermosa vista a todo Nikkō. El europeo se encontraba más que sorprendido por la vista tan espléndida que sus ojos apreciaban, él sabía más que nadie cuáles eran sus gustos.

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⏰ Última actualización: Aug 18 ⏰

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