𝘈 𝘭𝘪𝘦 𝘪𝘯 𝘭𝘰𝘷𝘦 | Countryhumans

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-Me acaban de informar que la Unión Soviética ha dado con este lugar gracias a cierta información que perdió con nuestro Jefe. - Su tono de voz era firme y clara, como si no tuviera una pizca de preocupación por la situación. Notó la expresión de sorpresa del Europeo por aquella noticia, pero él siguió hablando. -Las tropas soviéticas estan en camino aquí, sin embargo Third Reich se las arregló para mandarnos el comunicado.

-¿Quieres decir que Reich está perdiendo? - Su voz trémula delataba la preocupación que sentía ante escuchar aquellas palabras. -¡Debemos de ayudarlo! Es nuestro aliado... - Se levantó de golpe para quedarse frente a su aliado, sintió un nudo en la garganta.

-Eso lo veremos después. - Agregó aquel Imperio dando una leve palmada en el hombro al Fascista. -Ahora nos concentraremos en salir lo más pronto posible de este lugar. Ciertamente es peligroso que usted venga a Japón junto a mí, pero es lo último que nos queda.

-Yo puedo esperar más tiempo para ir a Italia y luego mandar tropas a la Unión Soviética para que salven a Reich. - Su voz angustiada revelaba sus sentimientos ante la información que le presentaba su aliado. - Imperio, yo se que nuestra vida vale pero...

-Él va a estar bien. - Interrumpió al Europeo para luego sujetar su barbilla, haciendo que se vean a los ojos. -Es inteligente y tiene su orgullo por encima de todo, no te alarmes de esa manera.

-Debe de estar sufriendo... Yo, yo no debo de ir con usted a Japón, si se enteran podríamos morir. - Balbuceó. - Sería una gran desventaja, voy a pedir un avión para Italia y planear ayuda para Reich.

-No lo hagas. - Le detuvo todavía en su tono firme y recto, él sabía lo que hacía y perfectamente bien. -Es preferible llevarlo junto a mí a Japón que usted vaya solo a Italia. He investigado y parece ser que los vuelos para su país son riesgosos y se tardarían más tiempo en llegar, dándole desventaja pues los sovieticos son capaces de llegar en pocos días.

-¿A usted no le importa nuestro Jefe? - Lo miró como si estuviera decepcionado de él, el momento tampoco aportaba en mucho sinceramente. -Sé que tiene aquel vuelo reservado, pero no había necesidad de llevarme a mí a su país. - Cruzó de brazos. -Yo en cualquier momento puedo llegar a Italia, es mi país, está bajo mi régimen, puedo traer a todo mi ejército aquí mismo si lo deseo.

-¿Tienes conciencia que hay una Guerra al rededor de tu territorio? Los aliados ya están haciendo de las suyas, en cualquier momento pueden llegar a lastimarte y eso agranda el problema. - Apretó con más fuerza los brazos del contrario. -Eres la presa más fácil y la más efectiva, mandas tropas para atacar a la Unión Soviética y ellos te atacan a ti, están bastante cerca.

-¡Ese ya será mi problema! Ahora sueltame que yo me voy a ir para donde yo vivo a defender a mi Jefe. - Trató de soltarse de los brazos del Nippon, pero la fuerza de este era abismal a diferencia de la suya. -¿Qué te importa si yo caigo o no? Mejor concéntrate en tus problemas.

-¿Qué no entiendes? En este momento solo me importas tú y ya. - Declaró el Nippon, a lo que el Fascista se exaltó gracias a aquellas palabras que soltó para terminar en un silencio puro.