IV

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Los días transcurrían con normalidad para todos, excepto para los nuevos tripulantes, cada día era más agotado.

Shadow ya no le volvió a dirigir la palabra a Sonic, entendió que hablar con el es cómo hablar con una almeja. Amy al fin apareció en el barco con uno que otro golpe, sus amigos la ayudaron a curarse y ahora forma parte de los cocineros, los chicos le ayudan a cocinar de ves en cuando.

— Wow.. que digo Wow. ¿Quien cocino esto? — vio a Sonic quien era quien cervia la comida.

— Fueron Amy, Knuckles y Tails, señor. — respondió con su timbre de voz bajo como se le estaba haciendo de costumbre.

— ¿Que opina de esto capitán? Nunca habíamos comido tan bien. — el de vetas verdes volteo a ver a su capitán quien ya estaba sirviéndose por si solo su segundo plato.

— Delicioso, si. — respondió sin verle, algunos ahí soltaron unas leves risitas.

Lo entendían bien, estaban muy ocupados y no tenían experiencia en la cocina.

Con el tiempo los chicos se sentían más bienvenidos a la nave María, ellos eran divertidos, hacían fiestas los días lunes que era cuando todos los que comandaban un barco descansaban, la música en alto y dos barriles de cerveza y las danzas que hacían, si pasabas por su lado ellos te jalan a convivir con su baile, cómo le pasó a Knuckles quien ahora rie mientras baila con todos.

Tails y Sonic los veían con una media sonrisa hasta que el rubio empezó a reír por todo lo que hacían.

— ¿No quieres ir? — pregunto el azulado y este dejo de reír.

— No, me quedaré aquí con usted. — el cobalto asintió.

— Capitán, ¿Se nos une? — hablo el Co-Capitán, a su lado llegó el azabache de vetas rojas.

Dió un largo suspiro y vio como sus tripulantes disfrutaban de esa fiesta. — He estado mucho tiempo en esa oficina. — se quitó el sombrero y se lo dio a su Co-Capitán. — ¡Ah bailar! — dijo pasando frente a los dos nuevos, en el camino tomo el brazo del azulado haciendo que ambos se unieran en el círculo. — Si no danzas harás que todos te caigan encima. — le hablo en el oído al ver que este se veia molesto.

El Capitán tenía un plan, se había cansado de que el azulado le aplicará la ley del hielo. Después de varios segundos siguiendo el ritmo, Sonic empezó a reír junto a los demás, llamando la atención del azabache, unos segundos después Tails se unió a ellos.

Todos cantaban felices mientras algunos tenían en mano un tarro de cerveza, el capitán no podía ver más que una cosa, todo se silencio a su alrededor, las demás personas que lo rodeaban desaparecieron para poder ver solo al cobalto quien danzaba en medio de todos, se detuvo inconcientemente para ver con más detalle al chico quien ahora reía con todos, una sonrisa que dejaba sin aliento al azabache.

De la nada la música paro y todos estallaron en carcajadas, gracias al capitán quien se había detenido; el círculo donde danzaban se había ido al suelo dejando abajo al capitán.

A como pudo salió de entre todos siendo ayudado por su Co-Capitán quien lo ayudo a sentarse.

— ¿Esta bien, capitán? — el asintió.

Llegó un tripulante y le dio una cerveza a cada uno.

— Solo me distraje. — bebió de su bebida, Mepchiles sonrió al escucharlo.

— ¿Puedo saber porque? O ¿Por quien? — el azabache bajo sus orejas sonrojadas.

— ¿Cómo que por quién? — volteo a verlo y sus mejillas estaban rojas.

༻𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑛 𝑎𝑙𝑡𝑎 𝑚𝑎𝑟 ༺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora