capítulo veintisiete: un acto de bondad.

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—Llega tarde —gruñó Chaewon, paseando por la habitación. Felix se miró las manos.

—Probablemente tuvo que lidiar con las consecuencias de ese artículo. Sus palabras solo hicieron que Chaewon frunciera el ceño.

—Los demandaré por difamación.

—No —dijo Felix—. Eso sería infructuoso, porque ese blog de chismes siempre dice cosas como si no fuera su propia opinión y son solo los mensajeros. Además, demandarlos solo les daría más publicidad. Deberíamos ignorarlos.

—Pero tenemos que hacer saber que lo que escribieron sobre ti es una mierda.

Felix sintió una oleada de afecto por su hermano. Ni una sola vez Chaewon había dudado de que el artículo estuviera mintiendo.

—La gente va a hablar de todos modos. Déjalos.

Chaewon frunció el ceño.

—¿Cómo estás tan tranquilo alrespecto?
Felix se encogió de hombros con una sonrisa torcida.

—Años en la Orden me hicieron crecer una piel bastante gruesa. Cuando eres el aprendiz del Gran Maestro, siempre eresblanco de los chismes. No es la primera vez que escucho a alguien insinuar que mi Maestro me eligió porque le chupé la polla.

Chaewon se sonrojó, luciendo profundamente incómodo.

—Felix... —dijo, sonando inusualmente vacilante para él—. No lo hizo... ¿verdad? No te obligó a...

—No. Chuparle la polla no era el requisito para convertirme en su aprendiz, Chae —Felix dijo con calma, bajando la mirada—. Me reclamó preliminarmente cuando aún era un
niño.

Míralo, mintiendo sin mentir.

Felix reprimió una punzada de culpa, diciéndose a sí mismo que una pequeña mentira por omisión no importaba.

Lo que sea que él y Hyunjin hubieran sido el uno para el otro, sucedió
años después.

Y se acabó, de todos modos.

Se terminó.

—El Gran Adepto está aquí, Su Majestad —anunció su IA.

Felix trató de no tensarse, consciente de que Chaewon lo estaba observando cuidadosamente.

Tomó un respiro profundo.

—¿Podrías dejarnos solos, Chae?

—¿Por qué?

—Hay cosas de las que no hablará contigo en la habitación. Sobre el Alto Miroh.

Chaewon apretó los labios.

—No confío en él a solas contigo.

Felix soltó una carcajada.

—Chaewon, he estado a solas con él por años. Puedo manejarlo. Puedo manejarlo mucho mejor que tú.

Chaewon frunció el ceño pero asintió con la cabeza y salió de la habitación.
Felix podía escucharla intercambiar algunas palabras concisas con Hyunjin en el pasillo.
Felix tragó, su estómago retorciéndose.

Tranquilo. Él podría estar tranquilo.
Podía calmarse y estar tranquilo.

Él era un Príncipe. Él era-

Hyunjin entró en la habitación.
Su pesada túnica negra y sus botas fueron lo primero que vio Felix.

No pudo evitar sentir una oleada de cariño. Parecía que a Hyunjin todavía no le gustaba usar la túnica blanca del Gran
Maestro.

to sir, with love › hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora