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Lisa's POV.

El aroma de Chaeng se volvió aún más dulce y eso podía significar sólo una cosa. 

Estaba excitada. 

Ahora la pregunta que debía responder era ¿Iba a usar eso a mi favor o respetaría sus deseos? 

A la mierda. La había extrañado demasiado. 

Con mis dedos acaricié suavemente sus brazos cubiertos por la delgada tela transparente de su bata de dormir ¿Cuál era su propósito cuando no cubría nada? Por su reacción, mi toque la afectó tanto como si mis dedos hubiesen tocado directamente su piel. Sus mejillas estaban sonrojadas y sus labios entreabiertos. Su respiración se había acelerado y su aroma se volvía cada vez más dulce. Llamaba a mi alfa, la seducía y no era lo suficiente fuerte para resistirme. Tampoco quería hacerlo. Mi alfa anhelaba a su omega. Nunca desearía a alguien como la deseaba a ella. 

—No tuve oportunidad de decirlo antes pero el embarazo ha aumentado tu belleza—dije con la voz ronca. 

—Lo único que ha aumentado es mi peso—repuso y una leve sonrisa se formó en mis labios ¿Intentaba distraerme con conversación?

—Estoy completamente en desacuerdo—respondí. Osadamente me incliné a su cuello e inhalé profundo llenando mis pulmones de su aroma—Perfecta...—

—Lisa...—advirtió Chaeng. Pero no sabía qué me estaba advirtiendo ¿Qué me detuviera? ¿Qué no me detuviera? 

De cualquier manera no lo hice. Con mi nariz seguí la línea de su mandíbula mientras mis dedos continuaban acariciando sus brazos. Parecía que esas pequeñas caricias la tenían al borde. Sus ojos eran una tormenta de duda. Quería esto pero no se permitía tenerlo. Siempre había sido obstinada por lo que no me sorprendía en absoluto. 

Mis manos se detuvieron en su cintura. Ella no intentó apartarme lo que significaba que aún no había tomado una decisión. Más importante aún, no me odiaba lo suficiente como para detestar mi cercanía y eso era una victoria. Podía trabajar con eso. 

No le di tiempo para continuar debatiendo y uní nuestros labios en lo que debía ser un dulce beso que le demostrara mis sentimientos. Lo que no esperaba es la manera en que ella me correspondió. Me sostuvo de la nuca con ambas manos y su lengua no dudó en atacarme. El dulce beso se transformó en un apasionado y salvaje reencuentro entre dos amantes después de mucho tiempo. Le correspondí con la misma ferocidad y la acerqué a mí tomando su trasero con mis manos. Nuestros cuerpos estaban todo lo unidos que nuestro cachorro en su vientre nos permitía pero aún así no parecía ser suficiente. 

El aire nos obligó a romper aquel beso pero no estaba dispuesta a detenerme. Comencé a besar su cuello y mis besos continuaron bajando por su clavícula y sus pechos. Baje los tirantes de su camisón lentamente esperando que ella me detuviera pero no lo hizo. Sus ojos estaban cerrados y se mordía el labio presa del deseo. 

Joder. 

Con los tirantes abajo, su camisón bajó lo suficiente para exponer por completo sus redondos y perfectos pechos ¿Cómo es que el embarazo los había hecho crecer tanto? Era maravilloso. Los contemplé con adoración y se me hizo agua a la boca. Los acaricié con mis manos y sus pezones se endurecieron aún más bajo mis dedos. Sin titubear, metí uno de ellos a mi boca y comencé a besar, lamer y succionar. 

—Cielos...—jadeó Chaeyoung y su voz sonaba tan excitada que apenas podía controlarme. Mientras besaba uno de ellos, acariciaba el otro y después de un rato cambié para darle la misma atención al otro. Ver a Chaeng observando cómo la devoraba era jodidamente caliente. Esta sujetó mi mandíbula con ambas manos y me atrajo hacia su ansiosa boca para volver a besarme. Actuando por impulso, la sostuve de los muslos y la levanté sin ningún esfuerzo. Ella de inmediato rodeó mi cintura con sus piernas sin romper el beso. No quería arriesgarme a llevarla hasta una habitación asique improvisé y la acomodé sobre la mesa de la cocina. A ella no pareció importarle porque rodeó mi cuello con sus brazos y continuó besándome. 

Always mine, forever yours (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora