EPÍLOGO

541 78 46
                                    

Lisa's POV.

Esto era jodidamente ridículo ¿Por qué me sentía tan nerviosa? 

No es como si las cosas fuesen a cambiar, sólo estaba dando el último paso de algo que todos se preguntaban por qué no había hecho antes. Honestamente, ni siquiera yo estaba segura del por qué. 

—Mamá ¿estás nerviosa?—me preguntó Leo, sentado tranquilamente en una silla mientras yo, a diferencia suya, no dejaba de pasearme. 

Mi pequeño ya no era tan pequeño y se comportaba como todo un hombrecito a sus seis años. Me puse de cuclillas frente a él y puse mis manos en sus rodillas.

—Claro que no. No hay motivo para estarlo ¿verdad?—le dije con una sonrisa. 

—Mami dijo que probablemente estarías nerviosa y por eso me mandó a ver cómo estabas—explicó él y no pude evitar reír. 

—Eso dijo mami ¿no?—suspiré—Pues mami se equivoca. No estoy nerviosa— 

—¿Y por qué no dejas de pasearte por todos lados?—preguntó Leo con curiosidad. 

Mi pequeño era tan obstinado, eso tenía que concedérselo. 

—Bueno... eso es... porque...— 

Por fortuna fui salvada por la campana cuando mis mellizos entraron corriendo a la habitación. 

—¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mira qué guapos estamos!—gritó Luca. 

—¡Mamá, dime que parezco una princesa!—dijo Lily girando sobre sí misma para que su vestido se elevara en el aire. 

—¡Se ven increíbles!—dije poniendo mis manos en mis mejillas para darle un poco más de dramatismo al momento—¡Vengan aquí, denle un abrazo a mamá!—

Mis pequeños de cinco años no dudaron en correr para abrazarme.

—Mamá, vas a arruinar tu vestido y luego mami te regañará—me recordó Leo. 

—No importa. Es un regaño que valdrá la pena—dije sin soltar a sus hermanos menores.

—No digas que no te lo advertí—suspiró Leo poniéndose de pie. 

—¿Eh? ¿Adónde vas?— 

—A ver a mami. Demasiada gente en la habitación—repuso Leo contrariado antes de marcharse y no pude evitar reír. 

Luca y Lily comenzaron a jugar a correr por la habitación y sin importar cuántas veces les dije que debían tranquilizarse, no lo logré. Chaeng era quien mantenía el orden en casa y a quien nuestros hijos más respetaban. Excepto cuando me veía en la obligación de mostrarles mi dominio como alfa y eso sólo ocurría en situaciones extremas. Como cuando Luca golpeó a Leo y se negó a disculparse con él a pesar de casi haber roto su nariz. 

—¡Aquí están!—Palisa entró a la habitación jadeante. Se veía radiante con un vestido azul pastel y tacones demasiado altos para ser cómodos—Pensé que los había perdido y entonces sí Chaeyoung me habría asesinado...— 

—Están aquí, tranquila—le dije. 

—Lis... vaya.... estás... vaya...—dijo Palisa mirándome de pies a cabeza con una enorme sonrisa. Entonces sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y comenzó a mover las manos intentando evitar que estas cayeran—¡No! Prometí que no lloraría...—

No pude evitar reír. Palisa siempre había sido sensible con este tipo de cosas. 

—Arruinarás tu maquillaje si lloras—le recordé. 

Always mine, forever yours (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora