Always mine, forever yours (Chaelisa)

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Lisa's POV.

Tener a Chaeng entre mis brazos era el mejor remedio que podía pedir. Ella era la única capaz de hacerme sentir calma después de todo lo que sucedió con mis padres. 

Aún no podía creer que me hubiesen mentido y usado de esa manera. Como si no fuese su propia hija sino un peón más en su juego. Siempre hice todo para hacerlos sentir orgullosos, trabajé arduamente ayudando a mi padre con sus obligaciones como líder en el clan y hacía todo cuanto me pedían. Excepto renunciar a Chaeng. Jamás lograron hacerme renunciar a ella y cuando creí que por fin lo habían aceptado, me engañaron para que cayera en su juego haciendo que nos separáramos por la fuerza. 

Mi futuro era incierto. 

No sabía qué hacer con respecto a mis padres. De lo único que tenía certeza era de que nada ni nadie me volvería a separar de Chaeng. Era mi puerto seguro, la única persona en quien realmente podía confiar y daría mi vida por ella en un segundo sin dudarlo. Sólo necesitaba asegurarme de hacerle ver que no podía vivir sin ella y recuperar su confianza. 

Me había equivocado. Era consciente de ello pero realmente quería arreglar las cosas con ella. 

Chaeng se removió incómoda en mis brazos. No podía imaginar lo que debía ser intentar dormir con un cachorro en el vientre pero por la manera en que ella se removía y quejaba, no podía ser agradable. 

Se sentó abruptamente y tocó su vientre. 

—¿Chaeng?—pregunté preocupada, sentándome a su lado y mirándola con atención. Sólo podía observar parcialmente su perfil iluminado por la luz de la luna que entraba por el enorme ventanal. 

—Duele...—susurró, su respiración agitada. 

¿Le dolía? Eso no podía ser bueno ¿verdad? 

—¡Ahhh!—Chaeng se encogió sobre sí misma y cerró los ojos. 

—¡Chaeng!— 

—Creo que es hora—dijo mirándome asustada. 

¡Por la diosa luna! 

—¡¿Qué?! ¿Qué ya es hora? ¿Hora de qué Chaeng? Aún no puede ser hora... no, no, no...—

De acuerdo. Mi plan de mantener la calma y ser un apoyo para Chaeyoung cuando nuestro cachorro llegara se esfumó ¿Cómo se supone que iba a mantener la calma cuando mi mujer estaba sufriendo mientras nuestro cachorro quería llegar al mundo? 

—Lisa... está todo bien...—me dijo Chaeng con calma y una pequeña sonrisa en el rostro—Pero necesito tu ayuda ¿de acuerdo?—

—De acuerdo... claro... si... por supuesto—dije de manera automática. Ella inhaló profundo y señaló nuestra ropa descartada en el suelo. 

—Primero debemos vestirnos—

Asentí y me levanté torpemente de la cama. Me vestí en tiempo récord, busqué un nuevo camisón para ella y la ayudé a vestirse. 

—Ugh... aquí viene de nuevo...—se quejó cerrando los ojos. Sostuve sus manos y permití que las apretara con fuerza mientras observaba con impotencia. 

¡Joder!

—Está bien... ya pasó...—dijo luego de unos segundos. Se concentró en controlar su respiración y luego volvió su atención a mí—Tienes que avisarle a Jong-suk. Él le avisará al doctor—

Volví a asentí con inseguridad. Odiaba la idea de dejarla sola. 

Ella debió notar mi inquietud porque puso uno de sus manos en mi mejilla y sonrió.