10

548 91 26
                                    

Lisa's POV.

Esto no podía estar pasando. 

Creí que las cosas estaban avanzando en la dirección correcta. Sabía que tendría que seguir esforzándome y demostrándole a Chaeng lo mucho que lamentaba lo que había hecho pero tenía la certeza de que no estaba todo perdido. Chaeng me había permitido estar con ella no una sino dos veces. No importa si fue la influencia de sus hormonas, ella seguía deseándome y es algo que pretendía usar a mi favor. 

Pero entonces tuve que abrir la boca y arruinarlo todo. 

No lo pensé. Sólo vi todo rojo cuando la vi saliendo de la habitación de Jong-suk, él a medio vestir y con una mirada satisfecha en su rostro mientras Chaeng acariciaba su abdomen ¿Por qué carajo tenía sus manos sobre él? Entonces el aroma a sexo inundó mis fosas nasales y perdí por completo la poca calma que me quedaba. Chaeng no lo habría hecho ¿verdad? No se habría acostado con Jong-suk justo después de acostarse conmigo. 

En el fondo sabía que no lo haría. La conocía bien pero mis celos tomaron lo mejor de mí. Odiaba la cercanía que tenían, tal vez no tenían una relación romántica pero Chaeng confiaba en él de la misma manera en que solía confiar en mí ¿Qué pasaría si esa confianza luego se transformaba en algo más? No podía permitirlo. 

Inhalé profundo y conté hasta cien para calmarme por completo antes de volver abajo. Aún faltaba para la cena y quería asegurarme que Chaeng comiese algo antes. Tal como pensaba, su aroma me condujo directamente a la cocina y cuando entré la encontré acariciando su vientre mientras miraba a las chicas trabajar. Por su expresión sabía que tenía hambre pero no querría molestar a ninguna de las mujeres trabajando. 

—¿Tienes hambre?—pregunté acercándome a ella. Su mirada se encontró con la mía y sus ojos se entrecerraron. 

—No. Sólo esperaré la cena—respondió cruzándose de brazos. 

—Puedo prepararte algo—ofrecí. 

—No es necesario—dijo manteniendo su expresión seria. Seguía enfadada por mi cuestionamiento hace un rato. 

—Debes alimentarte bien. Recuerda que ya no eres sólo tú—dije usando el as bajo la manga que sabía no fallaría.

—No me apetece tomar leche—

Me reí bajito.

—Puedo preparar otra cosa—le aseguré. Ella enarcó una ceja con incredulidad pero no me rechazó asique me puse manos a la obra. 

Tras pedirle permiso a las mujeres en la cocina, tomé un poco de salmón, aguacate, cebollas, rúcula, tomates y pan para comenzar a trabajar. Mientras lo hacía sentí los ojos de Chaeng sobre mí, estaba atenta a cada uno de mis movimientos asique me esforcé el doble. Esta sería mi manera de disculparme por haberla cuestionado. 

Quince minutos después tenía todo listo y lo puse sobre la mesa de la cocina. Me esmeré en la presentación y francamente, estaba orgullosa del resultado. 

—Vaya...—comentó Chaeng mirando mi obra de arte—Estoy impresionada— 

—Espero que te agrade—dije sacando la silla para ella. Chaeng me miró con curiosidad pero tomó asiento. Me senté a su lado y la observé probar el primer bocado. 

Sus ojos se abrieron con sorpresa y me miró sin poder creerlo. 

—¿Cuándo aprendiste a cocinar así?—preguntó cuando tragó el primer bocado. 

—¿Debo asumir que está bueno?—pregunté sonriente y ella asintió enérgicamente mientras probaba otro bocado—Ya te dije que aprendí a cocinar— 

Always mine, forever yours (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora