Always mine, forever yours (Chaelisa)

02

Las palabras de la señora Kim seguían repitiéndose en mi cabeza pero no podía comprenderlas. 

¿Dijo que Lisa iba a casarse? No. Tenía que ser un error. Probablemente lo imaginé. 

—¿Cómo... cómo dices?—pregunté. 

La señora Kim suspiró con frustración y se encogió de hombros. 

—Escuché a Diana y Palisa hablando con algunos invitados de la boda entre Lisa y Mina, la hija del líder del clan Myoi—explicó con pesar—Ambas comentaban que se realizaría aquí en algunas lunas— 

No, no podía ser cierto. 

Las hermanas de Lisa tenían que estar mintiendo o la señora Kim había escuchado mal porque aquello era imposible. Lisa no podía casarse con alguien más porque era mía. Estábamos unidas, ella me pertenecía y yo le pertenecía. Lisa me había marcado como suya y ahora esperábamos un cachorro juntas. 

—Será mejor esperar un poco hasta que puedas hablar con Lisa para pedirle que te explique esto y... Espera ¿Adónde vas?—preguntó la señora Kim al ver que me daba media vuelta para salir de la cocina. 

—No puedo esperar, ma. Tengo que aclarar esto con ella. Ahora—respondí sintiendo un nudo en la garganta.  

—¡Chaeyoung, espera!—la escuché gritar pero no me detuve. 

El aroma de Lisa no se sentía en el salón con los invitados asique probablemente seguía en su habitación. No dudé en dirigirme nuevamente al segundo piso y directamente a su habitación, pero justo cuando estaba a punto de entrar a esta exigiendo una explicación sentí el aroma de su padre ¿Acaso él estaba ahí dentro con ella?

Mi respuesta fue respondida cuando escuché a su padre alzar la voz. Al parecer estaban discutiendo. Sabía que lo mejor sería marcharme y volver luego, pero la curiosidad tomó lo mejor de mí ¿Por qué estarían discutiendo apenas habían regresado a casa?

—¡Ya hablamos de esto!—bufó el señor Manoban—¿A qué se deben las dudas?— 

—No se trata de eso—respondió Lisa con firmeza—Sólo no entiendo el por qué todo tiene que ser tan deprisa— 

—¿Deprisa?—preguntó su padre con sarcasmo—No parecías pensar que las cosas fuesen demasiado deprisa cuando te acostaste con Mina— 

Mi respiración se detuvo y cubrí mi boca con ambas manos. 

No, no, no. No podía ser cierto. No podía.

—Sabes que las cosas no fueron así—dijo Lisa y la escuché suspirar—No estaba pensando con claridad cuando aquello sucedió...—

—Tal vez sí, tal vez no. El punto es que lo hiciste—

Lisa se mantuvo en silencio.

No podía creerlo. 

¿Cómo pudo hacerme esto? ¿Cómo pudo traicionarme? ¿Después de haberme marcado como suya y prometer que nuestro amor sería eterno? Intenté controlar las lágrimas pero no lo logré. 

—Hablamos sobre esto antes de volver a casa—dijo su padre—No tiene sentido retrasarlo por más tiempo. Te casarás con Mina, la marcarás y nuestros clanes se unirán de una vez por todas—

—Acepté casarme con ella ¡Pero no voy a marcarla!—repuso Lisa alzando la voz. 

—¡¿Qué clase de matrimonio sería ese?!—rugió su padre—Piensa en tu familia, Lisa. Piensa en tu madre y tus hermanas. Ellas te necesitan—

Varios segundos pasaron sin que ninguno dijera nada. Luego fue Lisa quien rompió el silencio. 

—No voy a repetirme. Voy a casarme con Mina pero eso es todo—dijo finalmente.