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Chaeyoung's POV.

¿Cómo había sido tan estúpida? ¿Cómo pude confundir un sueño con la realidad?

Había soñado tantas veces con Lisa en los últimos meses que no dudé ni por un segundo que esta vez también se trataba de un sueño. Y sin importar lo increíblemente satisfecha que me sentía, no podía creer que había permitido que renovara su marca. 

Lisa comenzó a repartir suaves besos en mi hombro sin querer dejarme ir pero ahora era consciente de mí misma y me aparté rápidamente de ella. Lisa me miró con la confusión grabada en el rostro pero no me importó. Bajé de la cama, tomé mi bata y me cubrí con ella sintiéndome completamente expuesta y no por estar desnuda, sino por haber permitido que Lisa traspasara todas mis barreras. 

Me sentía cincuenta clases de idiota. 

—¿Chaeng?—preguntó Lisa. 

—Por favor, vete—le pedí con toda la calma que pude pero sin darme la vuelta. 

—No. Quiero saber qué sucede—dijo ella. Escuché movimiento en la cama y el sonido de sus pisadas. Me sujetó el brazo con una de sus manos y me obligó a darme la vuelta para enfrentarla—¿Qué sucede? Creí que después de lo que pasó...—

—¿Creíste qué? ¿Qué las cosas volverían a ser como antes?—pregunté con sarcasmo—¿Qué la tonta de Chaeyoung volvería a creer en ti y fingiría que los últimos meses no pasaron?—

Noté que mis palabras la tomaron por sorpresa. 

—Nada ha cambiado, Lisa. Nada en absoluto—dije con una seguridad que no sentía—No creas que lo que pasó significa algo porque no es así—

—Te equivocas—dijo apretando la mandíbula, una señal de su enfado—Lo ha cambiado todo ¿No me crees? Entonces mírate en el espejo—

Entrecerré los ojos sin comprender por lo que ella me tomó de la mano y me condujo hasta el baño. Una vez ahí, me hizo ponerme de pie frente al espejo y ella se paró justo detrás de mí. Sin decir palabra abrió mi bata exponiendo mis pechos y clavícula los cuales estaban llenos de chupetones. Y no sólo eso, sino que ahí justo en mi cuello estaba la marca que relucía como nueva 

¡Joder!

—¡¿Por qué lo hiciste?!—pregunté con indignación mirándola a través del espejo. 

—¿Por qué?—repitió con sarcasmo—¡Porque pareces haber olvidado que me perteneces!—

—¡No te pertenezco!—negué. 

—Tu marca dice otra cosa—dijo de manera engreída. Quería abofetearla lo que me sorprendió porque nunca había sido del tipo violenta. Se empujó contra mí obligándome a sujetarme del lavabo para no perder el equilibrio y sentí su erección contra mi trasero ¿Qué diablos? Sus manos acariciaron mis pechos expuestos y de inmediato sentí que mi respiración se aceleraba. No sólo su toque experto me provocaban sino que verla tocándome a través del espejo era una imagen capaz de excitar hasta la persona más puritana. No que yo lo fuera. 

—¿Qué haces?—pregunté con un hilo de voz pero sin detenerla. Era incapaz de hacerlo porque todo mi cuerpo me rogaba que continuara. 

—Tal vez no recuerdes que me perteneces pero tu cuerpo sí lo hace—susurró en mi oído enviando escalofríos en todo mi cuerpo. Sin aviso una de sus manos bajo hasta llegar entre mis piernas y no dudó en acariciar mis pliegues y mi clítoris—Siempre estás lista para mí, Chaeng—

—Jódete—bufé aferrándome al lavabo hasta que mis nudillos se pusieron blancos. 

Ella sonrió de manera engreída, levantó la parte trasera de mi bata y sin previo aviso se enterró en mí. 

Always mine, forever yours (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora