Always mine, forever yours (Chaelisa)

15

Lisa's POV.

Chaeng se tensó por completo cuando escuchamos las voces fuera del salón. Me moría de ganas por saber qué es lo que ella iba a decir justo después de que le transmitiera mis sentimientos pero eso podía esperar. 

—Papá, mamá... Esto será un shock para ustedes y les pido que mantengan la calma. Les explicaremos todo pero deben mantener la calma ¿de acuerdo?—escuché que Jimin hablaba con calma mientras abría la puerta. 

—Oh deja el drama ya dinos de qué se trata—dijo una suave voz femenina ¿La madre de Chaeng?—Nos hiciste venir sin decirnos absolutamente nada— 

—Sabes que nuestro chico siempre ha sido fanático del suspenso—comentó una voz masculina de manera divertida y la mujer rio bajito. 

—Me temo que esta vez J tiene razón—intervino Jong-suk—Pasen y véanlo ustedes mismos— 

La puerta se abrió y Chaeng apretó mi mano con fuerza. Su respiración estaba agitada y sus ojos no se despegaron de la puerta. 

Jimin y Jong-suk entraron primero seguidos de una atractiva mujer que era una mezcla de Jimin y Chaeng. Tras ella había un hombre robusto pero con rostro amable y unos ojos chocolate idénticos a los de Chaeng. Ambos observaron el salón a su alrededor, me miraron por un instante y luego se concentraron en la joven sentada inmóvil como una estatua. 

El silencio se prolongó mientras los recién llegados no le quitaban la vista de encima a Chaeng. Arrugaron el entrecejo y entrecerraron los ojos como si estuviesen convenciéndose que lo que estaban viendo era real. 

—¿Jimin...?—susurró su padre sin dar crédito a la idea que se estaba formando en su interior—¿Qué significa esto? ¿Quién...?— 

—Ella luce...—dijo la mujer con un hilo de voz y los ojos llenos de lágrimas—Ella luce... como siempre soñé que Chaeng luciría cuando fuese mayor...—

—Mamá... papá...—dijo Jimin—Sé que es difícil de creer pero ella es Chaeyoung— 

Sus ojos se abrieron de par en par y miraron atónitos primero a Jimin y luego a Chaeyoung que se puso de pie pero no se atrevió a moverse. 

—No... no es posible...—negó la mujer—Eso no puede ser, Jimin ¿Por qué dirías algo como eso? No puede... no puede ser...— 

—Es cierto, madre—insistió Jimin—Entiendo que sea difícil de creer. Yo tampoco pude creerlo cuando la vi por primera vez pero es ella. Es mi hermana... su hija—

—¿Cómo...? ¿Cómo es posible?—preguntó el padre de Chaeyoung aún atónito. No le quitaba la vista de encima y sin darse cuenta se había acercado a ella. Chaeng también se acercó a él y contuve el aliento, sin saber qué esperar a continuación. 

Su padre levantó su mano temblorosa y dubitativo, la acercó a la mejilla de Chaeyoung como si estuviese corroborando que era de verdad. 

—¿Chaeyoung?—preguntó con un hilo de voz. 

—Hola papi—respondió ella con la voz rota. No necesitaba verla para saber que estaba llorando y aunque moría de deseos por tomarla entre mis brazos y consolarla, sabía que necesitaba esto. 

—Chaeyoung... ¿mi princesita, Chaeyoung?—volvió a preguntar su padre. Chaeyoung sostuvo su mano entre las suyas y asintió—¡Por la diosa luna!—dijo el hombre estrechándola entre sus brazos. 

Se escucharon los sollozos de ambos. Su padre repetía que era un milagro y lo mucho que la amaba. Le dijo lo mucho que la extrañó y que no hubo un día en que no pensara en ella.