-¿Y esto?-Preguntó la azabache, en total desinterés.
Detrás suyo, Chloe y Alya observaban atónitas a su amiga debido a su fría reacción.
-Es para ti. ¿Quieres tener una cita conmigo, Marinette?-El pelirrojo sonrió con algo de nerviosismo, aún extendiendo la rosa que había cortado esa misma mañana para la ojiazul.
Todos conocían a Marinette Dupain-Cheng por su extraña fama, su extraña obsesión con no querer enamorarse, con odiar todo lo relacionado al amor aún sin siquiera haberlo experimentado.
-Gracias pero no gracias.-Apartó con delicadeza la mano del pelirrojo y lo pasó de largo, dejándolo confundido a mitad del pasillo.
Alya y Chloe se apresuraron en ir trás ella, no sin antes darle una sonrisa lastímera al pobre Nathaniel, que restaba confundido en su sitio.
-Marinette. ¿Por qué fuiste tan fria?-Alya la acribilló con preguntas apenas la alcanzó, observandola con acusación.
-Ridículo, totalmente ridículo. Ni siquiera has tenido novio o dado tu primer beso Marinela.-Espetó Chloe,
-Ya se los dije miles de veces chicas, NO - ME - INTERESA.-Recalcó, sin voltear a verlas. -Además claro que he besado antes, o bueno, algo parecido. El resto no me llama la atención.
-Pues no sabes lo que te pierdes Dupain-Cheng. ¿Y como nunca nos dijiste que besaste a alguien?-Al entrar al salón de clases que las tres compartían, se sentaron cada una en su respectivo asiento, los cuales estaban ubicados uno detrás del otro.
Marinette volteó a verlas con una mueca de asco, que les dió automáticamente la respuesta a sus amigas.
-No me digas que...-Alya musitó sorprendida.
-Fue en contra de mi voluntad, conste.
-¿Que?. ¿De quién hablan?-Chloe inquirió, sintiéndose ignorada por las dos restantes.
-Felix Agreste, la única persona en el mundo capaz de causar esa expresión de asco en Marinette.-Respondió Alya por Marinette, riendo con gracia.
-¡¿Que?!. Marinette. ¿Sabes cuántas chicas siquiera sueñan con besarlo? -Chloe se paró de su asiento y sentó en el pupitre de la peliazul, mirándola con incredulidad.
-¡Shhh Chloe!. Ya tengo suficiente con los que vieron cuando el idiota me besó.
-Lo siento, lo siento. -Se disculpó sin mucho interés la rubia.
-Y dinos. ¿Que tal besa?-Preguntó Alya, apoyando su rostro en sus manos con una ladina sonrisa.
-Deberían hacerle esa pregunta a Luka, es su mejor amigo después de todo.-Mencionó en una ligera risa, molestando a Chloe.
-¡Ey!. Mi lindo peliazul no va por ese lado, no es hermana.- Marinette y Alya rieron, les encantaba molestar a Chloe con su novio y el rubio.
-En fin, sabes que es la primera persona que has besado solo porque tú quieres. Hay muchos chicos que morirían por tener una cita contigo.-Alya recostó su cabeza en la mesa sobre su brazo izquierdo, aún mirando con pilleria a su amiga.
-Concuerdo con Alya, no te servirá mucho hacerte la difícil Marinela. Algún día llegará ese chico que te hará suspirar y cuando ese día llegue, ten por seguro que te recordaré todo lo dicho por ti misma.-La Dupain giró los ojos divertida, claro que ese día JAMAS llegaría.
-Sigue soñando Bourgeois, Marinette Dupain-Cheng nunca se va a enamorar.-Comentó totalmente segura de si misma, dirigiendo la vista a su cuaderno.
-Definitivamente tú y yo debemos hacer una apuesta, chica.-Chloe sonrió y estrechó la mano de la morena, asintiendo lo dicho por ésta.
-¡Ni se les ocurra apostar con respecto a mi vida!
NaoMessina
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Heart Attack (Adrinette)
Teen FictionElla jamás se había enamorado, lo veía como una perdida de tiempo. Una relación para ella era compartir tu vida con alguien que luego te desecharía o de quién pronto te aburrirías. Si algún día se enamoraba, estaba segura que le daría un ataque al...