Dos semanas se sumaban al calendario y las sorpresas del mes entrante comenzaban a llegar.
¿Y que sorpresa podía ser peor que aquella prueba de embarazo positiva entre sus temblorosas manos?
Ninguna.
Vió como sus lágrimas se agrupaban en el suelo debajo suyo y su mirada lentamente se cristalizaba. Apenas tenía 18, no podía tener un bebé ahora.
Su madre era la mujer más estricta del mundo, la echaría de casa y el padre del bebé.... No era como que fuera a ponerse feliz de la noticia, recordando que ni siquiera sabía que ella había sido su acompañante aquella noche en la cama, no su amiga.
—Oye Kagami. ¿Que dices de...
La japonesa alzó rápidamente su mirada y se incorporó del suelo del baño, mirando con pánico a una estupefacta Alya.
—Tú... ¿Estás embarazada?
Kagami negó con un semblante devastado, viendo como la morena se aproximaba a ella y tomaba entre sus manos aquella prueba positiva.
Alya observó el resultado y alzó su vista a la asiática que no dejaba de llorar.
—Pues esto dice lo contrario.—La ojicafé bajó su mirar y derramó más lágrimas, sintiendo pronto los cálidos brazos de su amiga envolviendola.
—Yo no quería esto.—Soltó con su timbre de voz totalmente quebrado.
—Podemos resolverlo, pero dime. ¿Quien es el padre?
Tomando una leve distancia para observarse, Kagami dudó.
¿Estaría bien confesarle quién era el padre de su bebé? Estaba totalmente segura que Félix no querría responder de su responsabilidad, sumando que para él, aquella noche se había acostado con Marinette, no con ella. Solo la tacharía de cazafortunas.
Entonces...
—Kagami, sea quien sea debe responder por sus actos. No puede embarazarte y ya.
La azabache de corta melena bajó su mirada y apretó el agarre entre sus manos, dudando de lo que iba a salir de su boca.
—Es... Es Adrien.
Los ojos de Alya se abrieron de par en par, al igual que su boca.
—¡¿Que?! ¡Joder! ¿Enserio es él?
Sin poder mirar a su amiga a los ojos, asintió en silencio, limpiando las lágrimas que habían quedado pendiendo de sus mejillas.
—¿Cuando pasó esto?
—En la fiesta de Kim, luego hace unas semanas cuando fuimos al parque.
Alya se cubrió el rostro con ambas manos, no queriendo creer lo que sus oídos escuchaban.
—¿Marinette sabe de esto? Matará a Adrien si lo sabe.
Claro. Nadie más que ella sabía del enredo entre su azabache amiga y el chico al que lamentablemente había tenido que sumarle una responsabilidad ajena.
La punzada en su corazón también vino con el recuerdo de sus amigos besandose en la biblioteca.
—No sabe. Ni siquiera sabe que estuvimos juntos.
Alya se sobó la nariz sin saber que hacer.
Que equivocada había estado al pensar que Adrien era diferente a Félix, al final de todo eran hermanos y lo gilipollas lo llevaban en la sangre.
Gracias a Dios Marinette no se había involucrado con él más allá de la amistad.
—Aun no entiendo cómo pasó todo esto, solo... Habla con él y sinceramente espero que se haga cargo, porque esto es cosa de dos, no solo de ti. Así como fue muy hombre para embarazarte, que sea hombre para asumir la responsabilidad.
ESTÁS LEYENDO
Heart Attack (Adrinette)
Teen FictionElla jamás se había enamorado, lo veía como una perdida de tiempo. Una relación para ella era compartir tu vida con alguien que luego te desecharía o de quién pronto te aburrirías. Si algún día se enamoraba, estaba segura que le daría un ataque al...