La azabache caminaba por el pasillo de la universidad con un vaso de café en su mano. Su mañana había comenzado bastante bien debía admitir, la primera materia que le tocaba en minutos era Psicología. No le agradaba mucho pero tenía la ayuda de Alya por suerte, así que eso la tranquilizaba.
—Marinette!!
La invoqué mentalmente...
—¿Tienes que gritar tan temprano?—Alya rió y cruzó un brazo por el cuello de su amiga, caminando a su lado.
—¿A que no sabes que me he enterado?—Marinette la analizó con escrutiño y alzó una ceja.
—Debe ser importante como para que estés tan eufórica a las ocho de la mañana.—Objetó de manera directa, frunciendo su ceño.
—Pueeeees, si. ¡Vamos!. Te saldrá una arruga si haces esa cara siempre.—Marinette rió sutilmente, su amiga no tenía solución.
—Anda, larga el chisme.
—¿Sabias que Felix tiene un h1ermano menor? Se llama Adrien Agreste.—Informó, sacando su celular para buscar algo en su Instagram.
—Pues no, no estaba enterada. ¿Que tiene de importante?—Alya la detuvo y le enseño su celular, en este se apreciaba la foto de un rubio de ojos verdes, guapo si, pero como todos los demás, no llamaba para nada su atención.
—Aja. ¿Y?—Volvió a preguntar con seriedad a Alya, a veces le hastiaba con su obsesión por conseguirle novio o presentarle "amigos".
—¡Es guapísimo! Es un año mayor que nosotras. ¡Y hoy comienza a estudiar aquí!—Alya dió un mini gritito, aturdiendo a su amiga quien se tapó los oídos con ambos dedos.
—Pues te felicito pero se lo que planeas y no. No me lo presentarás, ni me interesa conocerlo.—Finalizó, continuando con su camino al salón de Psicología.
—Si no fuera tu amiga diría que eres arromantica.—La Dupain soltó una carcajada y volteó a ver a su amiga.
—Es lo mejor que has dicho hasta ahora.—Continuó riendo bajo la divertida mirada de la Cesaire. —No soy... lo que hayas dicho. Solo no me nace el tener novio ahora, quizás más adelante, pero ahora solo me interesa terminar la universidad, los chicos pueden esperar. Ah, y no soy una nerd, solo.... Tengo prioridades.
Alya sonrió ante las palabras de su amiga, la Dupain siempre había sido así, una persona preocupada por su futuro.
—Bueno me parece perfecto, pero no te librarás de conocerlo aunque sea.—Advirtió, haciendo reír otra vez a la ojiceleste.
—Okey, okey. Si con eso me dejas en paz.—Ambas ingresaron al salón correspondiente y se sentaron juntas.
—¡Genial!
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El timbre que indicaba el inicio del receso resonó por todo el colegio, todos los jóvenes comenzaron a salir casi disparados de las aulas, la mayoría en dirección a la cafetería.
—Muero de hambre. ¿Me acompañas a la cafetería?—Viendo que no tenía algo más interesante que hacer, la peliazul asintió y se puso de pie, alisando su uniforme en el proceso.
—Por cierto. ¿No has visto a Kagami hoy? Es raro que falte al colegio, sabes cómo es de estricta con ella misma.—La morena negó y tomó su móvil, asegurándose de no tener ningún mensaje sin leer.
—No me ha escrito, es raro. Debería llamarla luego de clases, quizás se ha enfermado o algo.—Marinette asintió algo extrañada, caminando junto a su mejor amiga.
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Heart Attack (Adrinette)
Teen FictionElla jamás se había enamorado, lo veía como una perdida de tiempo. Una relación para ella era compartir tu vida con alguien que luego te desecharía o de quién pronto te aburrirías. Si algún día se enamoraba, estaba segura que le daría un ataque al...