You Are The Right One

11 | Licor

Cruce la calle velozmente y ya me encontraba a unos metros de la cafetería. Esta era muy elegante y popular, iba mucha gente aunque no se encontrara dentro de las calles principales del pueblo, si no, que se encuentra bastante escondida en un barrio poco frecuentado, pero muy lindo.

Como era de esperarse había bastante gente adentro, no estaba lleno pero era una cantidad considerable.

Tuve miedo por un segundo de encontrarme con alguien que conozca, no tenia ganas de cortarle la cara a alguna persona, pero tampoco quería ponerme a charlar. Solo quería encontrara a Robin.

Cruce la puerta de vidrio velozmente, encontrándome con el bullicio de todas las personas del lugar, y gente yendo y viniendo de un lado al otro.

Camine a paso rápido, dirigiéndome al mostrador y rogando que no haya nadie de la escuela o algo por el estilo, ya que no me había tomado el tiempo de fijarme.

Llegue al mostrar, en el que en este se encontraba Lidia, una chica medio tonta de mi escuela, que lo único que hace es mirarse en el espejo y estar corrigiendo cualquier imperfección que ella encuentre, como lo esta haciendo en este momento. No se como la contrataron.

-Ejem ejem.- aclare un poco mi garganta apropósito para hacer notar mi presencia a la chica.

Esta, al escuchar el sonido que vino de mi garganta, me miro despectivamente de reojo, apartando su mirada del pequeño espejo que llevaba en su mano para verse...lo que sea que se estaba viendo en la cara.

-¿Si?¿En que te puede ayudar Claire?.- pregunto, claramente muy desinteresada por lo que yo quería.

-Ando buscando a Robin, ¿Ella se encuentra aquí?-

La chica me miro con fastidio, para volver a su espejito de mano, y empezar a empro lijarse las cejas con uno de sus dedos.

-¿Para eso me interrumpiste?.- dijo molesta.-Ella no se encuentra aquí, llega a las 18pm.-

Mierda, justo a la hora que yo tengo que ir al bar.

-Oh...okey, entiendo, gracias Lidia nos vemos en la escuela.- le dije un poco decepcionada.

La chica hizo una mueca que parecía ser una sonrisa falsa para despedirse de mi.

Me eche de nuevo a caminar hacia la salida,¿Que hago ahora?, no tengo ganas de ir para mi casa; a Nancy no la quiero ver y a Steve menos; A Tommy ya le dije que no...a donde carajos voy.

Sali de la cafetería y me puse a caminar, sin rumbo alguno por las calles del pequeño pueblo llamado Hawkins en el que vivo.

El clima había empezado a empeorar, un viento fresco voló mi cabello y unas nubes se empezaron a acumular en el cielo. Cerré un poco mi campera marrón y metí mis manos en esta para resguardarlas del frio, pero de pronto...¡Oh sorpresa! Empiezo a sentir con mis dedos, que dentro de los bolsillos tenia algo parecido a...¿papel?. Por un momento me encontré confundida, pero luego lo entendí todo. Lo que tenia dentro de los bolsillos no era cualquier papel, era un papel por el cual la humanidad se pelea;Plata.

Saque mi mano izquierda agarrando el fajo de billetes, y me encontré con ni mas ni menos que veinte dolares. Mi cara amargada cambio repentinamente por una alegre y llena de esperanza. Pero aun me encontraba confundida, ¿De donde saque tanta plata? Pensé un rato, mientras caminaba por la calle, hasta que recordé que la semana anterior había ayudado a una viejita a llevar sus compras hasta su casa y como recompensa me había dado este dinero, pero nunca había notado que eran veinte dolares...que suerte la mía.

Camine contenta unas calles mas, ya nada me podía quitar esta felicidad, podía llover o tronar, y yo seguiría con esta enorme sonrisa. Eran las 17:15 y faltaba aun un buen rato para ir al trabajo. ¿Que carajo se supone que haría?