Sentí mi cuerpo cansado y adolorido, mi garganta seca y mi estómago vacío , algo que no había sentido antes.
¿Yo? ¿Un ángel guardián proveniente de la sagrada ciudad plateada con necesidades terrenales?
"Ahh...a..agua.."
El recuerdo como un estallido de mi cuerpo hundiéndose mientras luchaba por respirar me golpeó la cabeza.
"Ahh..."
Finalmente abrí mis ojos y vi esos delicados trazos en el techo de una habitación.
Mire mis manos temblando, que extraño.
"(No puede ser...esto no es posible... pero si yo no soy un alma de la naturaleza, soy un ángel guardian ¿por qué mi conciencia está en un cuerpo humano?)"
"¡Oh dios mío, la duquesa a despertado!"
"¡Un milagro de Dios!"
"(No me quejo que alaben el nombre de mi padre pero sus gritos son innecesarios)"
Las sirvientas me ayudaron a sentarme, me dieron agua cuidadosamente.
"Llama al doctor y al mayordomo, de inmediato "
No dije nada, quizás sigo sorprendida ¿quien soy ahora? ¿Soy Liliana, el ángel guardian proveniente de la ciudad plateada o una simple humana?
"Mi señora, se ve confundida, intente calmarse hasta que venga el doctor" habló suavemente la sirvienta de cabello café oscuro y largo.
No sabía que expresión estaba haciendo, mire a mi alrededor, siento sentimientos que nunca tuve, siento curiosidad de ver cómo me veo, fijé en mi vista un espejo pequeño.
La sirvienta es muy amable, la bendeciré más tarde, es muy atenta, vio mi curiosidad y me acercó el espejo.
"Mi señora, con su permiso"
Ella dejó el espejo en mis piernas y todas se marcharon de la habitación.
Tome el espejo y me vi, vaya.
Por alguna razón, me veía exactamente igual, mi cabello y mis ojos, mi piel, se sentía como si mi cuerpo espiritual simplemente hubiera tomado carne.
Tocaron la puerta.
"Mi señora, soy su sirvienta personal, el mayordomo principal y el doctor principal están aquí, pasaremos seguidamente"
Me agrada esta señorita.
La puerta se abrió y tres personas aparecieron, la que se supone que es mi sirvienta, un hombre de edad avanzada con lentes y cabello rubio claro y un hombre más, este es diferente, un aspecto más delgado, y orejas puntiagudas, su presencia y espíritu es diferente, este se presentaba con el doctor
El doctor se acercó a mí.
"Señora ¿sabe dónde está? ¿Cómo se siente?"
"..."
¿Qué debería hacer? No puedo mentir pero la desconfianza de la razas terrestres no les permitiría creerme.
"¿Señora?"
La sirvienta me habló.
"Yo...¿quien soy?"
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Marido mío, no me ames
RastgeleLa dueña original de su cuerpo se ve forzada casarse con un hombre que no ama y que no la ama, el simple contacto entre ellos crea una tensión que se puede cortar con tijeras. Ella no puede más y termina con su vida hundiéndose en el lago pero un al...