OCHO

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 Capitulo 8: El sueño más salvaje (Parte 1)


Número 31A, Kippen
Stirlingshire occidental, Escocia

Finales de junio de 2000

New todavía no había parpadeado. Siguió mirando entre Jumpol y el retrato que tenía delante. Su respiración se entrecortó. Una mezcla de asombro, incredulidad y horror entraba y salía de su cabeza.

Los sirvientes acababan de limpiar el polvo y las telarañas del desván después del almuerzo. Chinnarat no había reunido el coraje para preguntarle al conde cómo había encontrado el único lugar escondido deliberadamente en la mansión durante cinco años. El botón que permitía abrirlo estaba enterrado bajo el papel tapiz. Nadie debería haberlo sabido a menos que alguien le hubiera dado una pista a Jumpol. Chinnarat empezaba a preguntarse por el fantasma que Jumpol había visto durante la cena de la noche anterior. Aunque, ¿un hijo, había dicho?, En lo que a él y a todos los empleados de la mansión 31A concernía, ninguno de los Adulkittiporn había muerto tan joven. Llevaban generaciones trabajando para ellos, leales al servicio durante cientos de años. Chinnarat, por ejemplo, reemplazó a su abuelo y bisabuelo como mayordomo. En esta casa habían ocurrido innumerables eventos, esas historias también les fueron transmitidas a medida que crecían. ¿O realmente había otra historia que ni siquiera ellos podían saber?

—Conde Jumpol, quédese ahí...

New agarró el brazo de Jumpol, tirando del joven hacia el lado derecho del retrato enmarcado, sus ojos permanecían fijos en él con curiosa intensidad.

—Vaya, Peng... ni siquiera sé qué decir— Tay, que también tenía la boca abierta al lado de New, finalmente habló.

—Nunca me has contado sobre esto... quiero decir, ¿por qué no me has contado sobre esto?

Jumpol se paró junto al retrato, tal como lo pidió New. —Me acabo de enterar esta mañana. Siempre bromeaban con mi abuelo acerca de que su padre y yo nos parecíamos tanto, pero... pensé que se refería a mis ojos o mi nariz. No a esto...

—Cada característica es exactamente idéntica. No sólo los ojos y la nariz... — New asintió para sí y finalmente logró convencerse de que Jumpol era en realidad una réplica del difunto conde Adulkitiporn. —No sé si debería estar asombrado u horrorizado. ¿Estás seguro de que no eres una especie de ser reencarnado, Conde?, ¿Puedes recordar ciertos eventos del pasado?, ¿Ves lo inexplicable?, ¿Has renacido para vengarte?

Tay abrió mucho los ojos hacia la persona que estaba a su lado, incrédulo y divertido. ¿Por qué es tan tonto?

Jumpol miró fijamente a Gun, sonriéndole dulcemente. —Inexplicable... ¿incluye fantasmas?

—¿Eh?

New se congeló.

—Estás bromeando, ¿verdad, Conde? Porque antes solo me estaba burlando— se rió torpemente, y su pánico aumentó de repente.

Jumpol compartió una mirada con Tay. Tay respondió con una de sus cejas levantadas. Por alguna razón, New tuvo un mal presentimiento al respecto.

Tay suspiró. —Entonces, New, la verdad es...

—¡¡Aaaa!!!— New saltó hacia Tay, ocultando su cuerpo detrás de él. —No ibas a decir nada raro, ¿verdad, Tay? Se me puso la piel de gallina... Tay, ¿tú también sientes frío?, ¿No sentiste el repentino descenso de la temperatura?, ¿Tay? ... ¿Por qué te ves tan serio, Conde?— New le frunció el ceño a Jumpol, antes de volverse hacia Tay para ver su rostro —¡Tay!, ¿Por qué estás tan pálido?

Jumpol se masajeó las sienes, sintió ganas de darle un golpe a Gun en la frente por jugar con New y su mejor amigo. —Gun, ¿qué dije sobre asustar a mis amigos?, Ven aquí, déjalos en paz— dijo, agitando la mano, insitándolo a alejarse de sus pálidos y fríos amigos. Gun hizo un puchero, pero hizo lo que Jumpol le pidió.

A Late Night Waltz [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora