La vida de Liana estaba destinada a ser sobrenatural, tanto por los genes de su madre como por los de su padre. Pero todo comienza a cambiar cuando su novio se imprima de ella y con el tiempo se da cuenta de que Jacob no la ama, desde entonces hace...
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Casa Swan.
La mañana siguiente los parpados de Liana pesaban una monstruosidad, era como si se hubiera quedado leyendo la noche anterior hasta altas horas de la noche, y eso había sido exactamente lo que ella había hecho.
Se estaba dando vueltas en la cama dividida entre la consciencia y la inconsciencia cuando se topó con un bulto al lado derecho de su cama, pero a juzgar por la mata de cabello enredado castaño y por la pierna que podía sentir en su cadera, estaba segura de que se trataba de Kim.
La castaña solía tener la mala costumbre de abrazarla como si se tratara de un osito, Liana a veces lo encontraba tierno y a veces lo encontraba insoportable, ya que la abrazaba como si quisiera incluso extraerle el aire de sus pulmones. Cerró sus ojos y decidió que aún era muy temprano para levantarse un sábado, no sabía que hora era, pero eso era completamente irrelevante para ella.
La tarde pasó entre capítulos de Criminal Minds, risas, comida, mucha comida y una larga conversación sobre el libro Percy Jackson, a ambas se les había roto el corazón cuando habían leído que el verdadero ladrón del rayo había sido Luke Castellan, un personaje con una bonita personalidad y que se mostraba muy amigable, como si fuera un hermano mayor, el cariño que ambas le tenían al hijo de Hermes quedó reducido a cenizas cuando terminaron de leer el libro.
Su padre volvió esa noche de su viaje de pesca con una bolsa llena de pescados y una sonrisa socarrona en la cara, ya que había sido el que más peces había pescado y como un niño pequeño no dejaba de repetirlo cada 5 minutos. Además su hija era una fan del pescado ahumado, por lo que siempre había que tener pescado en la congeladora.
Momentos después se enteró de que su padre también iría a casa de Charlie al día siguiente y los L'aki pasarían a buscar a los Black.
Cuando su despertador sonó tuvo ganas de lanzarlo por la ventana pero se obligó a salir de su cómoda y cálida cama, esa mañana era su turno de despertar a su padre y de preparar el desayuno, soltó un gruñido y se quedó mirando la pared de su pieza un par de minutos mientras pensaba estupideces y repasaba sus dudas existenciales.
Se bañó con agua caliente, cantó y bailó en la ducha al ritmo de Eminem. Se vistió con una blusa negra, pantalones grises y altas botas negras, el día estaba bastante nublado y había posibilidades de lluvia por lo que se pondría un polerón encima y llevaría una chaqueta con chiporro por si acaso.
Entró al dormitorio de su padre sin preocuparse de no hacer ruido. Se detuvo cuando en el velador del lado derecho vio una foto de su familia. Su padre, su madre, su hermano y ella estaban sonriendo, esa foto había sido tomada en Vancouver y los cuatro estaban celebrando el aniversario de bodas de Liam y Morgana.
Su madre era una mujer castaña con ojos verdes, Liana no había heredado nada de su madre además de sus facciones, mientras su hermano, Lucas, había heredado el color de ojos de su madre pero el color de cabello de su padre. Por otro lado su padre tenía el cabello negro y los ojos cafés, color de ojos y cabello que le había heredado a ella. Extrañaba a su madre y a su hermano, pero al menos su hermano seguía vivo, solo estaba a muchos kilómetros de distancia, a diferencia de su madre que estaba tres metros bajo tierra.
