☆ ; "House of Balloons". [Chestappen]

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[⚠️] Advertencia:

Este OS es solo una muestra de como es relacionarte con una persona con trastorno narcisista. Presencia de violencia psicológica, mención de Charlos y Maxiel, se recomienda discreción.

Sus votos y comentarios me motivan a seguir, muchas gracias por su apoyo a estas mini historias.


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"House of Balloons" — The Weeknd.

La lluvia era torrencial, la carrera se había detenido, con la mirada perdida en las gotas de lluvia cayendo pesadas y violentas contra el frío concreto de la pista, a lo lejos podía notar a los fanáticos cubrirse tanto como podían de la inclemencia del tiempo.

Como un eco, un susurro, escuchaba el movimiento dentro de su garaje, Bird pasó a su lado, el olor a café cargado llenó sus fosas nasales, pero su mirada seguía perdida, estaba dentro del monoplaza, pensando. Una pequeña toalla fue colocada sobre su cabeza sacándolo de su ensoñación, Christian Horner, el director de Red Bull Racing estaba ahí, el británico le regaló una sonrisa y le secó el cabello.

— Tranquilo, Checo — Suspiró el hombre mayor —. Esperemos la lluvia pare, pero hay rayos cubriendo el cielo y no queremos arriesgar a nadie.

Sergio asintió: — ¿Cómo está Max?

Horner se alzó de hombros y dejó la toallita sobre el halo del monoplaza del mexicano.

— No he ido a su garaje, Jos está ahí y no quiero ningún problema, ya sabes cómo es, creen que tenemos la culpa de arruinar la carrera de su hijo con la lluvia, ¡Já! — Se mofó.

El mexicano sonrió de lado mientras reía muy bajito, podía imaginar la escena, sin embargo, también tenía escalofríos. Sergio siempre llevaba presente lo espeluznante que podía ser Max junto a su padre Jos, ambos poseían un carácter difícil, eran volubles y... Violentos, si bien, Jos si podía escalar su frustración al grado de llegar a golpes en escritorios, empujar al personal o hasta golpear a alguien... Max no, Max era más peligroso, porque tenía una lengua afilada, aunque muy en el fondo, sabía que el neerlandés tenía razón.

Un suspiro salió de sus labios, la lluvia seguía cayendo torrencial, decidió salir de su monoplaza y uní de los mecánicos lo ayudó a salir, evitando que se resbalara; iría a echar un vistazo al garaje de Max. Se acercó con pasos temerosos y, entonces lo vio ahí, si corazón golpeaba constantemente su pecho, sin embargo, desde hace un tiempo, ya no era el típico latir desbocado al estar enamorado... En realidad, Checo estaba asustado, asustado del león neerlandés que se imponía frente a él.

¿Así es como debería sentirse el amor?

Checo, después de tanto tiempo, creyó que sí, que quizás no era miedo, sino nerviosismo de ver al joven promesa de Red Bull, quien le hacía sentir vivo y joven, porque... ¿Quién era él al lado de Max? Solo su sombra, destinado a secundarlo, más nunca superarlo, pero eso es lo que haces cuando amas a alguien, ¿No? Lo cuidas, lo complementas y te desarmas para verle brillar, no importando los sacrificios que tuvieras que hacer, lo más importante era que la persona que amas esté feliz.

¿No?

¿El amor es eso, verdad? Sacrificios y dolor que, posteriormente, se verán recompensados con bellos momentos.

¿Cierto?

Sergio creía que si... O, quizás, eso es lo que Max logró hacerle creer.

Checo se acercó con mucha cautela, sabía que Max estaba enojado, muchísimo.

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