Savage ; Daryl Dixon

6.- Lobos

— Con la disolución de este punto de vigilancia, el de Paula y el de Tori tendrán que abarcar más distancia, por eso mismo se asignaron dos personas más en cada uno

La rubia levanta la mano y Helena le da la palabra.

— ¿Los suministros?

— Se ajustarán Tori -– obvia la peliblanca y al fondo ve como Negan se le queda viendo, con la sonrisa amplia, apoyado en Lucille provocando pequeñas heridas en la barbilla. Aleja la mirada y observa a las dos mujeres — ¿alguna otra pregunta?

— Ninguna Jefa — dicen al unísono.

— Quiero reportes de cómo se comportan los nuevos

Ambas asiente y Helena les da orden de irse, las mujeres se van inquietas por la nueva responsabilidad, saben que Helena es muy exigente en cuanto al trabajo bien hecho y que un descuido puede ser el último, pues el rumor de lo que le pasó a Roberto no tardó mucho en llegar a oídos de todos dentro del Santuario y los puntos de vigilancia.

— Cada que te escucho hablar — Helena se centra en el mapa que esa mañana Erika le había entregado, sin ver cómo el hombre la observa, esperando que ella hable o diga lo que piensa, pero no le presta atención, no mira como él se pasa con más ahínco las púas de Lucille. — Toc, toc...

— Esperaba que terminarás de decir lo que ocurre cada vez que me escuchas hablar

— Me excito cuando te escucho dando órdenes...

— Debe ser un problema, entonces — el hombre se levanta — Digo muchas órdenes casi todo el tiempo.

— Todo el tiempo, es el problema —se pasea detrás de ella, sin que su presencia la perturbe, continúa trazando lo que sea que esté haciendo en el mapa, es mucho más importante que el ligero, nulo, coqueteo que llevan, aunque sólo sea del lado de él. Helena no tiene problema en responder a las provocaciones que lanza Negan — Deja de trabajar.

Helena hace caso, no al instante, pero se detiene con notorio fastidio, Negan azota el bate en la mesa, sin importar estropear el trabajo que la peliblanca lleva haciendo desde la mañana.

— Haces que parezca una jodida ama de casa desesperada por un revolcón — de nuevo el impulso de tocarla, no lo hace, detiene su mano apenas observa la mirada de Helena, sellada, sin dejarlo ver más allá. A veces quisiera que no le importará tanto ese picor, agridulce que esa mirada le deja.

— Si estás desesperado por sexo, tienes alrededor de trece esposas esperandote arriba, yo tengo trabajo aquí.

Apenas quiere decir algo la puerta es abierta por el pequeño Oliver quien abre los ojos de par en par y la boca se le forma en una perfecta "o" al ver a Negan.

— ¡Papá!

— Hola campeón — Negan lo levanta en el aire y Ollie se siente feliz al verlo, Merle quien venía con él, le lanza una mirada a Helena para saber si se encuentra bien, ella lo mira y asiente.

— Papá, el tío Merle dijo que soy el más mejor tirador que ha visto...

— No esperaba menos de ti,

El niño se alegra por el cumplido y le sugiere a su padre ir a su cuarto para mostrarle el arco que el tío Merle le ha regalado.

— Vaya que el tío Merle está fantástico últimamente — dice sonriendo y dirigiendo una mirada a ambos hermanos que lo observan sin decir nada, al final, se deja arrastrar por el pequeño.

— ¿Todo en orden?

— Si

— Jefa — Erika entra con la radio en la mano — Es Antonie.