gold rush -outer banks-

Cap 9

El miedo y la desesperación se mezclaban en cada latido de mi corazón mientras miraba el cuerpo sin vida. John estaba junto a él, la mandíbula apretada y la mirada perdida. Yo no podía apartar los ojos de Rafe, de la pistola temblando en sus manos. Mi cuerpo entero estaba helado, pero las lágrimas ardían en mis mejillas. Sentí cómo Sarah lloraba junto a mí, pero era como si el sonido viniera de muy lejos. Todo parecía un mal sueño del que no podía despertar.

Cuando John fue a coger la radio, el movimiento fue como un golpe que me trajo de nuevo al presente. Rafe le apuntó, su voz cortante y llena de ira.

R-Ni se te ocurra, capullo -gruñó..

El pánico me atenazó. No podía dejar que las cosas empeoraran, que otro disparo terminara en tragedia. Ward, con voz firme pero llena de tensión, le ordenó que me diera la radio a mí. Sentí el peso frío del metal en mis manos, pero no era nada comparado con el peso de la situación. Mi voz tembló, pero traté de mantenerme firme.

-Rafe, la tengo. Suelta el arma - intenté, con un nudo en la garganta.

Corrí hacia John. La realidad se hacía cada vez más nítida y aterradora.

-Corre-le dije. -Yo me encargo

Quería que creyera en mí, que supiera que estaba con él. A su manera, asintió y huyó. Sarah y yo nos miramos; sus ojos eran espejos de mi propio terror.

R-¿A dónde vas? -La voz de Rafe cortó el aire como un cuchillo, y en un segundo me interpuse, mi cuerpo entre él y el caos.

-¡Para, para, Rafe! -grité. Sarah se derrumbó, llorando aún más fuerte. Sentí el suelo ceder bajo mis pies, y fui hacia Peterking. Su sangre... era demasiado. -Lo siento mucho... Lo siento tanto...

P-No es tu culpa, mi amor -dijo la sheriff con voz débil, sus ojos encontrando los míos.

Ward intentó calmarme, pero solo me llenó de rabia.

-¡¿Qué?! ¡Se está muriendo, ¿no lo ves?! -grité, mis manos temblando incontrolablemente.

Ward me miró con tristeza y dureza. Lo sé.

Quise gritar aún más fuerte, pero mi cuerpo se sintió débil.

-¡¿Qué os está pasando?! ¡Sois unos monstruos! —El dolor me atravesaba.

Rafe me sacó del trance.

W -Llévalas a casa, Rafe. -Ordenó Ward. Él agarró a Sarah primero y la arrastró al coche. Mis pies se negaban a moverse, mis piernas hechas de piedra.

-¡No me voy a ir! -grité con todo mi ser, mientras él se volvía hacia mí y me levantaba del suelo como si no pesara nada. -¡No la voy a dejar! -Mi voz se quebró en desesperación, pateando y luchando contra-¡Suéltame!

W-Estoy llamando a los médicos, cariño -dijo Ward, su voz cada vez más lejana. Pero todo parecía un eco, apenas real.

Rafe estaba al borde del abismo, y yo lo sentía. Cuando sus ojos se posaron en mí, vi algo roto en él, algo que no sabía si podría arreglarse.

R-Estaba a punto de apretar el gatillo, Leah...

-No. No, estabas tratando de detenerlo -dije, intentando llegar a él, intentando encontrar al hombre que amaba dentro de este caos.

R-No podía quedarme ahí sin hacer nada. Te iba a perder. A ti, a papá... -Su voz era más para sí mismo que para mí, pero cada palabra me pesaba más. Intenté abrir la puerta del coche, pero me sujetó con fuerza.

El forcejeo fue agotador. Cada fibra de mi ser gritaba.

-¡Suéltame!

R-¡Me tienes hasta los cojones, Leah!-dijo, la rabia pintada en cada palabra. — ¡Nada más nos estás metiendo en problemas! ¡Céntrate! Te lo dije cuando empezamos...