Capítulo 8

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Luego de aquella noche, Eileen tuvo que dormir en mi casa, por su estado era mejor que su mamá no la viera así.

Le envíe un mensaje a su mamá diciéndole que Eileen se quedaría en mi casa y no se preocupara por ella.

En estos momentos nos encontramos sentadas en la isla del comedor, yo rebuscando pastillas para entregarle. Eileen estuvo mirando a la nada, con un dolor de cabeza insoportable que le golpeaba con mucha fuerza.

Y lo sé la entiendo, también pasé lo mismo.

Cuando logré encontrarlo me acerqué a ella y se lo di.

― Buenos días borracha, te traje esto ―le entregué un vaso de agua con una pastilla para que le alivie el dolor.

― Malos días para mí querrás decir, y gracias por eso ―soltó a lo que bebía un sorbo de agua, para luego abrir sus ojos como plato― mierda no le he escrito a mi madre, debe estar muy preocupada ―antes de que rebusque su celular en su bolso le interrumpí.

― De eso no te preocupes en la noche le mandé un mensaje y también será mejor que te bañes porque hasta acá me llega el olor a vómito embarrado ―declaré con burla, para que Eileen me saque el dedo de en medio.

― Ya quisieras ―

― Bueno antes que te bañes tengo que preguntarte algo, ¿No recuerdas lo que pasó anoche?―negó viéndome fijamente― pues... anoche te pasaste de tragos hasta al punto de perderte solamente fui por un poco de aire y no te encontré, por un momento pensé que estuviste en el baño pero claramente no estabas ahí, entonces te encontré peleando con el Bartender porque no te quiso dar más tragos por tu estado y lo peor es que...―justo le iba a contar lo más interesante cuando me interrumpe.

― Espera, no me digas que hice algo malo ―

― No me interrumpas, déjame contarte lo mas  interesante . Como el Bartender no te quiso dar entonces llegaste al punto de estampar tu mano en la cara de él, y no de una bofetada si no un puñetazo ― me eché a carcajear fuertemente hasta dolerme el estómago, ella nuevamente abrió sus ojos como platos para escupirme todo el agua que llevaba en su boca a mi cara― ¡¡Iugh!! me pasas todo tu vomitó en mi —

— No.me.jo.das, ¿el bartender? era guapísimo pero no iré más allá de eso ―llevó una de sus manos a su cien.

— Mejor ve a bañarte para luego ir a ver películas —

— Está bien, pero me entregas ropa no ves que llevo puesta esta ropa con vómitos —se rió por sí sola ante su comentario.

   (...)

Después de una larga tarde, Eileen demorándose en la ducha dos malditas horas, justo en estos momentos estábamos sentadas en el sofá acurrucadas, mejor dicho Eileen  se le ocurre poner una película porque disque a ella no le da "miedo" las películas de terror.

¿Si les dije que Eileen y Adela se parecen mucho cuando ven una película de terror ? Pues si no es así yo les digo y es verdad.

Son más miedosa que un niño de dos años.

Es un pequeño secreto que les conté.

A lo que íbamos, estamos sentadas viendo fijamente la película Eileen gritando y yo quejándome  porque mis papitas están en el piso y por doquier del sofá.

Eran los últimos que me quedaban. 

Es como si te compras un sándwich con el último centavo que tuviste para que se te caiga al piso.

𝑶𝒖𝒓 𝒇𝒊𝒓𝒔𝒕 𝒍𝒐𝒗𝒆|𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora