TIRO LIBRE AL CORAZÓN

Capítulo 9 // No hay nada escrito, vivo el presente

Presente

Lara                                    

Han pasado varios días desde el enfrentamiento entre Víctor y Marcos, pero sigue siendo el tema de actualidad entre muchos. Por suerte mañana empiezan los partidos de la nueva jornada y los alumnos están como niños por la espera, así que lo más seguro es que todo vuelva a su cauce muy pronto.

–¡No pienso permitirlo! – se oye por la pequeña sala que hay en administración. – El equipo es mucho más importante que su insignificante baile.

–No se atreva a alzarme la voz o me veré obligada a meter a la rectora en esto –le replican.

–¿Trata de amenazarme? No tiene ni idea de lo importante que es el equipo para esta Universidad. En los últimos veinte años no hemos bajado del segundo puesto en la clasificación –responde orgulloso.

–¿Sabe lo que me importa a mí eso? ¡Nada! ¡No me importa absolutamente nada! –exclama exasperada.

El entrenador Keppler y la Sra. Alice ya son conocidos por sus altercados, según él, la jornada anterior el grupo de baile acaparaba cierta atención de algunos jugadores y no mostraban el nivel necesario de concentración en los partidos así que ha decidido prescindir del número que la profesora prepara todo los años antes de cada partido. Obviamente Alice no se lo ha tomado nada bien.

Un montón de alumnos estamos en el pasillo mientras ellos siguen discutiendo. Podemos escuchar todo lo que dicen a través de la puerta mientras se escuchan algunos cuchicheos y más que otra carcajada de los estudiantes.

–Sr.Keppler y Srta. Alice – interviene la rectora en cuanto aparece de sopetón entrando en la sala y aquellos alumnos con la cabeza pegada a la puerta se apartan de inmediato –No me parece necesario que los alumnos sepan de sus problemas. Bajen el tono y vengan a mi despacho para hablar como personas civilizadas en vez de berrear como un par de ovejas, que bastante tengo con los estudiantes.

–Esta mujer... -habla el entrenador para sí mismo –¡me va a volver loco!

–¡Keppler, basta! – exclama e igual que ha venido se va.

Estallamos en carcajadas en cuanto desaparece y el hecho de que todo esto suceda en mitad del pasillo, todavía lo agrava más.

–¡Espero que ninguna de las carcajadas que estoy escuchando sea de algún jugador mío porqué pienso dejarle calentando el culo en el banquillo todo lo que queda de año! -el cabreo de este es palpable en cuanto asoma la cabeza y deja a más de uno con la boca cerrada.

No logro escuchar si la discusión continúa porque desconecto en cuanto veo a lo lejos a Amelia que me señala con una sacudida de su barbilla y se despide de un chico con gafas para acercarse a mí. Aunque no logro enfocarla bien hasta que esa melena pelirroja se me hace totalmente inconfundible.

–Madre mía, lo mejor de esta uni es el salseo entre los profesores.–ladeo la cabeza hacia la derecha sonriendo y Amelia se queda a mí misma altura. – ¿Qué tal estás? ¿Ya has visto a tu macho?

–¡No! Ni ganas... después de lo del sábado espero no tener que cruzármelo en mucho tiempo. Recuérdame no volver a beber ni una gota de alcohol cuando Marcos esté en el mismo espacio tiempo que yo. ¿Y tú, qué tal llevas el primer día de clases?

-Más perdida que mi abuela cuando usa Google maps. Empezar tres semanas más tarde es una mierda, menos mal que me vine antes.

Nos reímos por las ocurrencias de mejor amiga hasta que ve algo interesante que le llama la atención.