𝘀𝘄𝗲𝗲𝘁 𝗰𝗵𝗲𝘀𝘁𝗻𝘂𝘁 - 𝗯𝗶𝗹𝗹𝘆 𝗵𝗮𝗿𝗴𝗿𝗼𝘃𝗲

Shot Throught The Heart

Samantha Danielle Mayfield. Así es, Mayfield. El apellido Hargrove le resultaba odioso.

Desde aquel fatídico día en que Neil Hargrove arrebató a Susan de los brazos del padre de las dos jóvenes, Samantha no ha podido perdonar a su madre. Optó por quedarse con su padre indefinidamente, con la firme resolución de no volver a ver el rostro de su madre, o al menos eso creía. Susan había "traicionado" a los Mayfield, fracturando la relación entre Max y Samantha hasta el punto de solo permitirles encuentros esporádicos, sumiendo a ambas hermanas en una profunda tristeza.

Con el paso de los años, se habituaron a verse únicamente los fines de semana, y todo parecía marchar bien. Hasta que un día, una carta llegó a la residencia de los Sam, que decía:

"Hola Sammy,

Te escribo para invitarte a mi boda con Neil en unos meses. Estamos muy felices y deseamos compartir nuestra alegría contigo. Además, hay algunas cosas que necesitamos discutir en persona y que debes saber.

Con cariño,
mamá."

Samantha recibió la noticia con desagrado, pero con el tiempo comprendió que cada quien es libre de decidir sobre su vida y que debía respetarlo, ya que nada cambiaría para complacer sus deseos. Así que, tragándose su orgullo, comenzó la búsqueda de un vestido para la ocasión.

La ceremonia transcurrió sin incidentes. Max y Sam jugaban a las cartas cuando Susan se acercó sigilosamente a su hija mayor y susurró las temidas palabras:

"Necesitamos hablar."

Al oír el discurso preparado por su madre, Samantha rompió en llanto. No podía soportar la idea de que su madre se llevara a Maxine lejos de ella. Su hermana era casi su mejor amiga; separarlas era un acto de egoísmo, ¿no es así?

La reacción de Samantha fue intensa. Gritó cual grande era su odio hacia esa familia, captando la atención de todos los presentes y jodiendo parte de la boda. Insultó a todos por última vez y huyó en busca de una cabina telefónica para llamar a su padre, quien la consoló, igualmente afectado, intentando convencerla de que no sería tan grave, que podrían mantenerse en contacto y visitarse ocasionalmente.

Tras el incidente, decidieron posponer la mudanza un año más, hasta principios de 1984, debido al comportamiento inmaduro de la chica y al deterioro de la salud de su padre, cuyo cáncer de pulmón avanzaba inexorablemente. Meses después, a finales de 1984, el padre de las niñas falleció, incapaz de combatir el cáncer que consumía rápidamente su debilitado cuerpo, dejando un inmenso vacío en ambas, pero especialmente en Samantha. Ella decidió no informar a nadie, excepto a su hermana a través de una carta que llegaría un mes más tarde, lo que significó que Samantha viviera sola durante ese tiempo, sobreviviendo con dificultad.

La noticia devastó a Maxine, quien informó a su madre. Susan, muy preocupada, llamó repetidamente a Samantha, sin saber que su hija había escapado. Llamó a todas las autoridades de California para que encontraran a su hija.

Samantha se alejó de todo y de todos. Dejó atrás amigos y familia, llevando consigo solo una carta de Max, algunas prendas de ropa y el poco dinero que le quedaba. Justo el día antes de Navidad, guiada por las ofertas en las estaciones de autobuses y la dirección en la carta de Maxine, Sam decidió ir a Hawkins, Indiana. Su llegada el 24 de diciembre del 84 fue un regalo navideño para su angustiada madre, quien interrumpió sus oraciones al oír el timbre de la puerta. Al ver el rostro familiar, Susan rompió en llanto, abrazando a su hija con fuerza y gritando de alegría. La conmoción atrajo a todos los presentes, quienes corrieron a presenciar el emotivo reencuentro entre las dos pelirrojas y la castaña en la puerta.

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Seis meses habían transcurrido desde el fallecimiento de su progenitor, y cinco desde su arribo a Hawkins.

Samantha se había establecido justo a tiempo para el comienzo del segundo trimestre académico. A pesar del interés generalizado por entablar amistad con ella, solo forjó lazos con un selecto grupo bastante diferente, dado que la mayoría no despertaba su interés. Entre sus nuevas amistades se encontraba el que mejor le caía, Keith, el afable joven encargado del salón de juegos, el Arcade, quien le ofreció empleo durante el año escolar al verla tanto ir por allí, forjando una sólida amistad basada en intereses comunes; dos muchachas de cabellos rubí, Vicki y Nicole, con quienes compartía el almuerzo en la cafetería y momentos de cigarrillos a escondidas bajo la escalera; y la encantadora Nancy Wheeler, quien se convirtió en una gran aliada durante los primeros días de adaptación de Sam. Obviamente, en la mejor posición se encuentra su hermanita, Maxine, a quien cuela en el Arcade y daría todo por ella. A pesar de todo esto, Danielle era bastante coqueta, por lo que le gustaba llamar la atención de los chicos, ligar y jugar con sus sentimientos cuando salía en la noche con Vicki y Nicole. Por otro lado, existían personas que la castaña no podía soportar, siendo la más destacada su hermanastro, Billy, y su círculo cercano, a excepción de las dos pelirrojas, mencionadas anteriormente. Exhausta de su actitud arrogante, la chica prometía a sí misma que algún día le propinaría un puñetazo en esa estúpida cara. La animadversión era mutua. Incluso cuando Neil, su padrastro, obligaba a Billy a llevar a las hermanas a casa y traerlas del instituto, él ocasionalmente "olvidaba" su deber, dejándolas tiradas allí, volviendo a pie. Para colmo, la intensidad de sus dos carácter provocaba constantes altercados en el hogar, terminando siempre con Neil pegando y regañando a Billy o gritando y culpando a Susan por el comportamiento de su hija mayor, lo cual causaba un comportamiento así peor por parte de la mayor, quien no soportaba a su madre, pero al fin y al cabo era quien la había traído al mundo, por lo que no le agradaba del todo la idea de que alguien le alzara la voz a su progenitora.