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Abrió los ojos lentamente, era un nuevo día en aquella gran Casa perteneciente a la familia Kuchiki, él vivía en esta como un empleado ya que su padre había muerto de enfermedad justo un tiempo después de haberse casado con la Señora Kuchiki, la madre de sus hermanastros Rukia Kuchiki y Byakuya Kuchiki, con los cuales mantenía una relación sana, la única que parecía detestarlo por completo era su "madrastra" quien solía ignorarlo y repugnar por completo su presencia cada vez que lo veía, aunque no le sorprendía ya que desde que había visto a esta mujer notó que seguramente tenía alguna mala intención con su padre.

Suspiró un poco y agitó su cabeza, no tenía deseos de recordar como siempre la mujer intentaba humillarlo y en múltiples veces está por alguna extraña razón fallaba.

Se levantó de la cama y con calma se acercó a las ventanas de la habitación, tirando de ellas provocando que el aire entrará al lugar, así refrescando su cálida piel de verano. Sonrió un poco, feliz de dejar de estar sudoroso debido a la sofocante noche que había sufrido.

Dejo eso de lado y divisó un pequeño pájaro de color blanco apreciandolo desde un árbol justo frente a su ventana, estaba por acercar su mano para acariciarlo pero divisó a la lejanía el gran reloj del reino marcando casi las 6:45 de la mañana, al notar esto inmediatamente recordó que casi era la hora de despertar a los miembros del hogar.

Por lo que desesperado se acercó a su armario y tomo de este su habitual traje para trabajar, una remera usada, unos zapatos viejos y un pantalón un poco elegante, que a pesar de estar polvoriento le era útil, así que no le tomaba mucha importancia a esto.

Rápidamente se puso su vestimenta y bajo al comedor empezando a prepararles de comer a todos.Poco tiempo después escuchó como lo llamaban.

¡Toshiro!─Escuchó que le gritó Momo, la cual desde que había llegado a esa casa se había convertido en su mejor amiga, ya que está era muy amable y sobretodo con ella pudo desahogar su dolor después de perder a su padre cuando apenas él tenía 10 años, sin duda la tranquilidad y confianza que está le había proporcionado desde que había llegado ahí era lo que más le gustaba.

Hitsugaya volteó su mirada y observó a la chica traer un papel entre sus manos.

¿Qué sucede?─Preguntó curioso pues no siempre la chica lo llamaba con tal emoción.

¡Vamos Toshiro!¡Mira lo que dejaron en la puerta!─Dijo la contraria poniéndole una carta justo frente a sus ojos, estaba por empezar a leer el contenido de esta pero rápidamente la mayor movió el papel y lo giró nuevamente hacía ella.

"Típico de ella" pensó un poco fastidiado.

¡Escucha atento, Toshiro!,"El reino ha decidido festejar un baile para todos los habitantes del reino, la importancia de este es que el príncipe Kurosaki deberá elegir de entre todos los que asistan a alguien que le gusté y casarse con este, por lo que no duden en llevar su mejor vestimenta para la ocasión"─terminó de leer Hinamori con una sonrisa y volvió su mirada al peliblanco.

¿Y qué tengo que ver yo en todo eso?─mencionó aburrido el menor volviendo a tomar el cuchillo de cocina y picar una verdura.

¡Qué el reino quiere que vallan absolutamente todos, hombres y mujeres!─miró nuevamente a la azabache, la cuál se veía realmente emocionada por el evento, ¿acaso está quería salir con el príncipe?

Oh, que bien─dijo notablemente desinteresado del tema, Momo al notar esto le miró un poco molesta, ya se esperaba esa reacción de parte del menor pero le fastidió el hecho de que este ni siquiera disimulara su desinterés.

Vamos Hitsugaya, emocionate, ¡esta podría ser nuestra oportunidad para dejar la soltería, tal vez podría el príncipe interesarse en alguno de nosotros o quien sabe, cualquier otra persona del palacio!─le jaloneaba de los hombros la mayor mientras él intentaba liberarse de su agarre.

¿Y cómo por qué el príncipe se fijaría en alguien como nosotros?, unos simples empleados─dijó el peliblanco a la vez que le quitaba la carta de las manos a la chica y apreciando claramente que la invitación pedía la asistencia de todos las personas en la Casa Kuchiki.

Mientras asistamos al baile tal vez hay la escasa probabilidad de que le llamemos la atención al príncipe─

¿Y qué te hace pensar que la Señora nos dejará ir?─

la sonrisa de la azabache se contrajo un poco, era cierto, esa mujer era capaz de dejarlos limpiando esa casa mientras se divertía en ese baile.

Tal vez si nos esforzamos más, la señora nos dejará ir─quiso pensar positivamente.

Ah─suspiró─ bueno si estás tan emocionada por ir, yo me esforzaré contigo para ir─le sonrió gentilmente, si su amiga deseaba ir, entonces él le ayudaría con ella, así como ella le ayudó con la ausencia de su padre

¡Como te quiero,Hitsu!─ le abrazó contenta la chica y después de un rato esta se marchó a hacer sus quehaceres dejándole la carta para que él personalmente se la entregará a los miembros de la casa.

Después de unos escasos minutos Toshiro terminó de preparar el desayuno y lo sirvió en la mesa del comedor, sin espera subió la escaleras hacia las habitaciones y empezó tocando la puerta del cuarto de Rukia

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Después de unos escasos minutos Toshiro terminó de preparar el desayuno y lo sirvió en la mesa del comedor, sin espera subió la escaleras hacia las habitaciones y empezó tocando la puerta del cuarto de Rukia.

¡Rukia el desayuno está en la mesa!─le gritó un poco fuerte para que le escuchará.

Oh bien, pronto bajaré, gracias Hitsugaya─le contestó tranquila la pelinegra mientras se levantaba de la cama.

Sonrió y se acercó a la próxima habitación, estaba por tocar pero recordó que anteriormente Byakuya se había ido de viaje por negocios, suspiró feliz, al menos no tendría que escuchar aquella voz más seca que el agua contestarle un agridulce "bien" no es que el chico no le agradará, solo le resultaba muy extraño entablar una conversación con este, ya que solía ser muy cortante al hablar con absolutamente cualquier persona.

Dejó de pensar en eso y tragó grueso, pues tenía que tocar la puerta del cuarto de la Señora, la cual si estaba de buen humor lo trataba y contestaba bien, en cambio si esta no estaba despierta y le interrumpía su sueño, se molestaría y haría todo lo posible para que le fuera pésimo ese día.

Se acercó a la puerta de la habitación y tocó lentamente esta.

Buenos días Señora, el desayuno está listo─le dijó y dio un toque poco fuerte a la puerta, no recibió respuestas por lo que nuevamente dió un toque.

Si, Si ya voy, deja de fastidiar─le contestó la mujer con aparente enojo en su voz.

Oh, si señora, le ha llegado una carta del Reino─El peliblanco escuchó como la mayor acercaba a la puerta y la abría.

Dame eso─Dijo arrebatándole de las manos la carta, él no protestó.

La mujer al terminar de leer el escrito sonrió y bajo las escaleras al comedor diciéndole que apresurará a Rukia, él accedió y nuevamente fue a donde la mencionada, por suerte está ya se dirigía al comedor.

Fin del cap 1.

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Hola, ¿Como están?, espero les gusté mi pequeña adaptación, actualizaciones cuando tenga tiempo, los capítulos serán un poco cortos.

→𝘊𝘦𝘯𝘪𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘢. (Ichigo x Toshiro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora