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La mañana se hacía presente en la Casa de los Kuchiki y con esta cada vez se acercaba más la hora del baile en el palacio Real.

Se podía apreciar entre las ventanas de aquella casa a un peliblanco somnoliento, el cual parecía no estar enterado de la hora que era debido a que aún se mantenía sumergido en el sueño.

Mmm─se retorció levemente entre las sábanas.

estaba muy cansado y ni siquiera tenía las fuerzas suficientes para abrir sus párpados en ese momento, no había podido siquiera descansar completamente bien debido a que Hinamori se la había pasado hablándole durante toda la noche del día anterior sobre aquel baile.

De pronto, sintió un pequeño picoteo en su mejilla, con pereza se vió forzado a abrir sus ojos turquesas, los cuales apreciaron a un pequeño pájaro de color rojizo mirándole, curioso de él, una suave sonrisa se curvó en su boca, haciendo que por instinto el animalito se moviera de su lugar y ahora se posará en la ventana de la habitación, mirándolo desde allí.

Se movió entonces hacia el respaldo de la cama y tranquilamente sus pies tocaron la dura y caliente madera, con cuidado movió sus manos hacía arriba, dando así un lento bostezo.

Que cansancio─mencionó arrugando la nariz y desviando su mirada a la ventanilla.

Su asombro fue casi inmediato, el reloj del palacio marcaba las 7:35 am, se suponía que él tenía que haberse levantado a las 6:30 y no a esa hora que marcaba aquel gigantesco reloj.

Inevitablemente y sin perder un minuto más, se dirigió a la planta baja en donde se topó a la menor de los Kuchiki.

¡Hitsugaya! Que bueno que te encuentro, necesito que me ayudes a escoger un vestido para hoy junto a Hinamori─ le dijo amablemente Rukia tomándolo levemente de las manos y dirigiendolos hacía su habitación, impidiendo así que el peliblanco se fuera a hacer sus quehaceres.

Al llegar a la habitación de la pelinegra pudo ver a su amiga Momo asentada en la cama de la chica, probablemente esperándolos.

¡Hitsu! ¡Al fin despertaste!─le mencionó alegremente la mayor acercándose a ambos presentes

Oh...si─aclaró un poco avergonzado por haberse quedado dormido.

Tranquilo Toshi, no te preocupes por la limpieza, ¡la señora nos permitió ayudar a Rukia antes de empezar a trabajar !─dijo la pelinegra al notar la clara preocupación en el rostro del menor por sus quehaceres en la casa.

¿En serio?─preguntó con duda, le parecía completamente extraño que la señora hubiera accedido a darles un tiempo para ayudar a la Kuchiki, pues sabía claramente que a la mujer no le gustaba verlos con Rukia.

¡Si! Asique no perdemos más tiempo─

Rápidamente se acercó y jaló entonces a el menor hacia adentro del cuarto, siendo seguidos por una pelinegra riéndose por la escena.

Así se la pasaron eligiendo ropas por alrededor de unos 20 minutos hasta que encontraron una vestimenta perfecta para ellas y entonces se dispusieron a buscar una para el peliblanco.

¿Qué tal un vestido?─ preguntó dudosa Hinamori.

no pienso ponerme algo como eso─afirmó cruzándose de brazos en desacuerdo con la idea de la chica.

No me parece tan mala idea─Comentó la pelinegra menor a la vez que se mantenía buscando ropa para Hitsugaya en su closet.

Vamos Toshi, al príncipe puede que le gustes─le murmuró con gracia la chica mientras apreciaba como las mejillas del menor se pintaban de un suave color rojizo, obviamente abochornada por su comentario.

→𝘊𝘦𝘯𝘪𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘢. (Ichigo x Toshiro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora