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5:20 pm.

¡Uff! ¡Voy a morir!─Resonó en todo el pasillo aquel lloriqueo de parte de Hinamori, la cual ya se encontraba muy cansada de trabajar, pues llevaban más de 3 horas limpiando sin descanso alguno por lo que el cansancio se hacía presente.

Momo ya falta muy poco─pequeñas gotitas de sudor se deslizaban por el rostro angelical del peliblanco, él también estaba jodidamente cansado pero ahora mismo intentaba hacer el mayor esfuerzo para no desmoronarse ya que realmente deseaba que la mayor asistiera al baile, después de todo por ella es que él había aceptado ayudarla con el permiso de la Señora Kuchiki y posteriormente acompañarla al baile, realmente la apreciaba mucho y por eso estaba ahí, recostado en el piso limpiando cuidadosamente cada baldosa hasta que estas brillarán como nunca lo habían hecho.

¡No puedo Hitsuuu!─exclamó desde las escaleras, asentándose en una de los escalones para así limpiar el polvo presente entre ellos.

Toshiro no pudo evitar sonreír con gracia, la mayor se estaba rindiendo y solamente le hacía falta por limpiar aquellas largas escaleras que conducían a la salida de la Casa, las cuales no eran para nada difíciles de limpiar.

Les traje agua─escucharon ambos y pudieron mirar a la Kuchiki menor en la puerta de la cocina con una bandeja en la que traía una jarra y dos vasos.

Rukia, nos salvaste─rápidamente la pelinegra mayor se acercó a la Kuchiki con lágrimas de felicidad en sus ojos, definitivamente estaba sedienta.

Toshiro, ¿no quieres agua?─ le preguntó la de ojos grisáceos dirigiendo su mirada al contrario.

No, estoy bien, gracias Rukia.─Ante su respuesta la menor solo asintió.

Podía ver como la menor le sirvió en un vaso un poco de agua a Momo, la cual en un instante no dudo en beberselo y pedir más.

Después de unos cuantos tragos de agua de parte de Hinamori, al fin pudo ver como la menor se marchaba.

¿Ya te recuperaste?─preguntó con cierta burla el menor mientras se levantaba del piso, pues recién había terminado con su deber en él.

Oh, vamos Toshi, ¿en qué momento me viste decaer? ─mencionó restándole importancia.

¿Hace un momento?─le respondió alzando una ceja y dando una sonrisa victoriosa ante la clara señal de molestia en el rostro de la chica.

¿Eh?, que dices─ se cruzó de brazos aparentando estar molesta. Rápidamente consiguió lo que quería ya que automáticamente pudo ver que el peliblanco se acercó a ella al creer que realmente se había enojado con él y con arrepentimiento se disculpó con ella.

Toshi, ¿en serio crees que me enojaría contigo?─ dijo mientras daba una sonrisa juguetona.

Me vas a pagar esas disculpas─

Como quieras Toshi,en fin, terminemos con esto─dijo motivada a terminar de una vez por todas con la limpieza de la mansión.

¿Terminemos?─

Uh, si, ¿por qué?─preguntó con curiosidad la contraria, no entendía que le quería decir el menor con eso.

Ya terminé todos mis quehaceres─

¡Eh!¿En qué momento?─preguntó sorprendida Hinamori.

Justo en el momento que volviste, que te diviertas─dijo con gracia, despidiéndose mientras se dirigía a su habitación dejando así a la contraria con las palabras en la boca, la cual solo pudo continuar con sus deberes de manera presurosa.

Cuando pasó por el pasillo pudo apreciar uno de los tantos relojes en esa casa y se fijó en la hora que marcaba este.

“6:05”, su sorpresa no se hizo esperar, ¿en qué momento había perdido tanto tiempo?

→𝘊𝘦𝘯𝘪𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘢. (Ichigo x Toshiro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora