Ming... Una historia de locura y ciencia ficción en la que el universo entero es gobernado bajo el dominio de una poderosa raza conocida como los Ming, habitantes del Planeta Mang1965 que orbita alrededor de una estrella llamada UY Scuty.
Los Ming s...
El general Mi-youn12 alzó el vuelo y se elevó a alturas realmente considerables evadiendo todos los gigantescos y colosales tsunamis que llegaron desde todas las direcciones y todos los rincones del planeta Kleper26, todos ellos colisionaron y oficialmente, todos y cada uno de los continentes del planeta entero han quedado sumergidos bajo los océanos de Galio.
- Ya no tienes a dónde huir general, acepta tu destino y muere… -
Comentó firme y decidió el Pilar demonio del castigo quien rápidamente logró posarse tras el general, el Anubis demoniaco señaló el cuerpo colosal del Galio con su diestra extremidad, y desde lo mas profundo de los océanos emergieron todos los soldados Ming que fueron asesinados con anterioridad por el séptimo de los doce pilares demonio. Mi-youn12 se sorprendió completamente, los reconoció a todos y a cada uno de ellos ahora completamente demacrados y envejecidos por un poder externo, un poder que les envuelve en forma de auras verdosas a cada uno.
Ellos son la representación de lo que se les conocen como los cuerpos previos capaces de regresar a la vida, pero sin una mente o una conciencia, regresan hambrientos y sedientos de carne y cerebros, zombies tan poderosos que resguardan las mismas capacidades y cualidades que tenían antes de morir.
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- Ya veo, por eso eres el Pilar demonio del castigo, no los dejas descansar tras el sueño eterno, en lugar de eso, disfrutas manipulándolos como marionetas mientras ellos sufren en agonía. – comentó el general Mi-youn12 con profunda decepción.
El número uno entre los Ming del nivel de amenaza rango SSS se elevó más y más a tal punto de llegar incluso a sobresalir de la exosfera final del planeta Kleper26, sus ojos se iluminaron de un intenso resplandor azulino como un par de faroles celestiales, su cuerpo fornido y brotado en puro músculo pronunciado agarra firmeza suficiente como para presentarse ante los dos pilares que lo observan como algo muy semejante a un dios, Mi-youn12 extiende sus brazos hacia sus respectivos laterales irradiando un poder realmente abrumador y potente que no tarda en fluir por cada fibra, por cada célula e incluso por cada uno de sus cabellos azules. El general inmerso en el baño de su propio poder yaciente juntó las palmas de sus manos frente a su amplio torso y comenzó a concentrar una cantidad increíble de energía pura, energía propia de los Ming hasta formar una esfera resplandeciente con el tamaño de un balón de football que crece a cada milisegundo,
- Ese tipo, realmente es un monstruo, a pesar de que el pilar de la fealdad alcanzó a acercarse por un momento, el general Mi-youn12 consiguió expandir esa diferencia de poder y la hizo mas grande. – Musitó el Anubis demoniaco mostrándose bastante preocupado y a la vez intimidado.
- Así que este, es el poder del más poderoso entre las filas de guerreros de su planeta, no puedo sentir siquiera un límite en su crecimiento. – añadió el pilar demonio del castigo.
Los zombies de los Ming fallecidos cruzaron por el costado de su controlador velozmente, tras de ellos salieron los otros pilares anteriormente asesinados, el pilar demonio de la fuerza, la mujer del pilar demonio del control, el pilar demonio de la espada, el pilar demonio de la verdad y desde luego, los otros demonios inferiores acabados por la mano primordial de su dueño. Todos ellos ascienden hambrientos a gran velocidad concentrando una increíble cantidad de poder y energía con el fin de hacer que la unión prevalezca para acabar con un enemigo extremadamente poderoso.
- Me temo que, este juego se acabó para todos ustedes, y ese rey demonio cobarde los acompañara a la perdición. – comentó el general Mi-youn12 observando con lamento el inmenso y colosal ejército planetario que se estaba acercando a él.