Dos personas, de dos diferentes mundos.
Una que solo anhelaba encontrar a su alma gemela, y otra la cual vivía tranquila con muchas metas en mente, sin imaginarse lo que el destino le tenía preparado.
Portada gracias a @cherrxdark de la editorial @...
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Bostezando y reincorporandose, Yoongi estiró sus brazos. Había tenido una linda mañana, pero eso no quitaba lo cansada que fue.
Se había quedado dormido sobre su escritorio mientras acababa una edición en la laptop, la cual ya se había apagado. Ni siquiera había retirado sus lentes, lo cual le había sacado una sonrisa.
Los retiró, y masajeó sus sien, mientras se ponía de pie, e iba hacia la ventana. El cielo estaba pintado de un hermoso anaranjado por el ocaso. La vista era arte, ideal para plasmarla en lienzo.
Yoongi sonrió ante su pensar. Le encantaba el arte de la pintura, y siempre había algo que le daba inspiración. Aquello le beneficiaba, al ser estudiante en una academia privada de arte.
- Toc toc...¿puedo pasar cielo?
- Si mamá
Ly Shan entró al cuarto de su hijo, sonriente y emocionada.
- ¿Descansaste? No se te escuchaba desde que llegaste, así que supuse que estabas durmiendo.
- Si, algo así. ¿Sucede algo? Te veo muy emocionada.
- Pues lo estoy. - Ly Shan se sentó en la esquina de la cama de Yoongi. - Tu tía Hani acaba de llamarme, ¡Para invitarnos a pasar una semana en su casa de jardín!.
Yoongi abrió sus labios sorprendido. - ¡¿En serio?¡
Hace tiempo que no había ido a aquel lugar donde vivía su tía, la cual tenía una casa en Polonia - Giźycko, cerca de la frontera entre Bystry. Aún recordaba como podía apreciar la hermosa vista desde aquella casa hacia el río Niegocin cuando era un pequeño niño. Como era por la frontera, lejos de lo citadino, la vista era paradisíaca y pintoresca. Por eso la llamaban la casa del jardín.
- Si cielo, ya se lo dije a tu padre por llamada, para que pida permiso desde ya - rió - es que no me aguanté la emoción. Pasaremos una semana entera allí, así que puedes hacer tus maletas desde ya.
Yoongi rió por lo infantil que se veía su madre pero también estaba muy emocionado. Se lo contaría a sus mejores amigos en la academia.
- Si, ya iré pensando que llevaré. ¡Esto es tan genial!. Yo también tendré que justificar mis faltas en la academia, pero vale la pena.
- Asi es cielo, bueno continuaré con lo que estaba haciendo, espero haberte alegrado la noche.
- ¡Créeme que lo hiciste con esta noticia!.
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