Dos personas, de dos diferentes mundos.
Una que solo anhelaba encontrar a su alma gemela, y otra la cual vivía tranquila con muchas metas en mente, sin imaginarse lo que el destino le tenía preparado.
Portada gracias a @cherrxdark de la editorial @...
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Los tres humanos habían sido llevados al edificio de guardia, al cual JungWoon, Jimin, Jungkook y Lana, solo tardaron unos minutos en llegar. El edificio de guardia, era lo que los humanos consideraban como la comisaría o el consejo judicial fiscal. Había algunas sedes, pero la principal era la que quedaba a unos kilómetros de la casa del alfa líder.
Se encontraban en una de las salas de interrogación, esperando que los humanos fueran traídos. Sería mentira decir que no estaban nerviosos e intrigados. Todos lo estaban, hasta JungWoon. Había pasado mucho tiempo desde que algo así había ocurrido. La última vez, se trataba de personas mayores inmiscuidas en el mundo de la política y espionaje, pero...¿tres jóvenes?.
Ya sea por simple curiosidad y travesura, o intenciones ocultas, serían averiguadas ahora, eso sí, de lo que estaban seguros es que habría consecuencias, y no buenas.
Jungkook golpeaba la punta de su zapato contra el suelo, tratando de calmar su ansiedad, Jimin lo miraba de reojo con el ceño fruncido, ya que ese sonido lo sacaba de quicio. Entonces, a punto de decirle que dejara de hacer eso, el sonido de varias pisadas por el pasillo lo detuvieron.
Y no solo las pisadas...un extraño aroma...si, un aroma. Las manos de Jimin comenzaron a sudar, conforme los humanos llegaban a la sala de interrogación. Entonces, la puerta fue abierta. Los guardias empujaron a los humanos adentro, retirándose y cerrando la puerta.
Los tres humanos mantenían su cabeza gacha...pero....los ojos de Jimin solo se pudieron centrar en uno. Aquel chico de cabello negro y puntas azules, el cual sollozaba a sobremanera y se abrazaba tembloroso...
Jimin tragó grueso, sintiendo sus propias manos temblar, al igual que su labio inferior. La respiración errática hizo que su pecho subiera y bajara como si estuviera corriendo. Aquello no pasó desapercibido para Jungkook, quien estaba a su lado.
- Jimin, ¿qué te pasa? - le susurró, pero no obtuvo respuesta.
No podía apartar la mirada de aquel chico, sumandole que...su aroma...¡los humanos no tenían un aroma especifico! ¿Entonces por qué...?
Un jadeo escapó de los labios de Jimin, haciendo que todos miraran hacia él, confundidos. Pero a Jimin no le importaba nada, lo único en lo que podía pensar y ver era a aquel chico, el cual emanaba un delicioso aroma a rosas y caramelo.
- Hey muchacho, ¿qué sucede? - JungWoon se había acercado a él, removiendolo del hombro, pero al ver que no le respondía, siguió la vista de él, dándose cuenta que es lo que lo tenía prácticamente en shock.
JungWoon frunció en ceño al darse cuenta que Jimin no podía dejar de ver a uno de los humanos. Volvió su vista a Jimin, poniéndose frente a él.
- Hey Jimin... - Jimin no pudo seguir viendo al chico, ya que fue obligado a ver a JungWoon. - ...¿qué sucede con ese chico? ¿Lo conoces?
Jimin miró a JungWoon, tildando una mezcla de varios sentimientos tan solo con sus ojos. El resto de personas que se encontraban allí, estaban incómodas, y más aún teniendo a los tres humanos, los cuales aún seguían con su cabeza gacha, pero percibiendo y escuchando lo que ocurría.
- Señor Jeon... - susurró Jimin - ....yo, puedo sentir su aroma. - JungWoon se quedó estupefacto ante aquello, al igual que todos.
- Eso no es posible... - negó Jungkook.
Jimin se apartó de JungWoon, y sin poder resistir más, fue hasta aquel humano.
- Hey Jimin, que haces... - Lana trató de tomarlo del brazo, pero fue imposible, ya que JungWoon la detuvo.
- Lana, espera... - JungWoon y todos se quedaron pasmados.
Jimin se acercó al chico tomándolo de los hombros, lo que hizo que este alzara la vista más que asustado. La mirada de Jimin chocó con la del humano, al igual que la extraña corriente que recorrió el cuerpo de Jimin, al poner las manos sobre él.
Era como una sensación de alivio y...y...no sabía como más describirla. Aquella mirada, sus ojos brillosos por las lágrimas... lágrimas. El verlo y escucharlo llorar, se sentía como una puñalada en su pecho.
No había más dudas. Ese humano era... su alma gemela.
Su alma gemela...la persona que tanto había esperado...era un chico, un humano...y...nada de eso importaba...
Tenía a su alma gemela frente a él, en sus manos...
Los ojos de Jimin se pusieron llorosos, por la emoción, nostalgia, felicidad...su corazón latía a mil.
Todo el sentir que invadía su cuerpo le impedía ver el terror que tenía el humano por su cercanía.
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