Dos personas, de dos diferentes mundos.
Una que solo anhelaba encontrar a su alma gemela, y otra la cual vivía tranquila con muchas metas en mente, sin imaginarse lo que el destino le tenía preparado.
Portada gracias a @cherrxdark de la editorial @...
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Estaba tanrelajado. La ventisca entraba por la ventana, la cual corría por su piel, aumentando su relajación. Mantenía los ojos cerrados, recostado sobre su pecho en la cama.
Entonces, unos leves y cariñosostoques acariciaron su espalda, haciendo que sonriera aún con sus ojos cerrados. Aquellos dedos delineaban los tatuajes en forma de luna que tenía en su espaldaverticalmente.
Sabía quien era la persona que lo acariciaba, y másaúncuando dejó de sentir aquellos dedos, para sentir unos finos labiosbesar sus tatuajes.
Un jadeoplacenterosalió de sus labios. Se sentíacomo en el cielo. Despertar de aquellamanera era de ensueño.
- Amor...buenos días... - susurró aquella melodiosa voz en su oído.
Abrió sus ojos lentamente sin borrar su sonrisa. - Buenosdíascariño... - antes que pudiera voltearse, aquellos labios de acercaron a él, y dejaron un piquito en su comisura.
- ¿Amaneciste bien?
Mordiendo su labioinferior, se levantó, quedando sentado frente a la persona que más amaba.
- Siempre que seas lo primero que vea y escuche, amaneceré de maravilla - subió una de sus manos hacia aquella hermosa cara, acariciando su mejilla. - Encontrarte fue lo mejor que me ha pasado...
- ¿De verdad me has encontrado Jimin?
- ¿Qué? - Jimin frunció su ceño confundido.
- Soy solo unailusión. Ni siquiera tengo rostro, ninguna aparienciaaún. - Entonces, Jimin se dio cuenta que era cierto. El rostro de aquella persona era blanco, indescifrable. - Por elsimple hecho de que no me has encontrado.
Jimin se levantó de la cama. ¿Qué estaba pasando? ¿Cómo que aún no habíaencontrado a su alma gemela? Entonces...¿quién estaba hablándole?
- No entiendo...yo pensé que...
- No Jimin, otra vez estabas soñando. No me has encontradoaún, y quien sabe cuándo lo harás.
Entonces, abrió sus ojos de golpe, quedándose observando el tejado. No estaba para nada sorprendido de haber tenido aquel sueño, ya era algo normal.
Se sentó lentamente en la cama, con la expresión cabizbaja, mirando hacia la ventana.
El día de ayer había sido su cumpleaños número veinticuatro. Fue un día muy divertido y feliz, si, pero...en cada cumpleaños desde los dieciséis, era un recordatorio que había pasado un año más sin encontrar a su alma gemela.
La mayoría de sus familiares, por no decir todos, ya tenían a su pareja. Él era el único que seguía solo.
En la manada de pumas, no encontrar a tu pareja pasados los 23 años, no era buena señal, por eso, Jimin se sentía triste y frustrado, aunque tenía que controlarse y esconder aquello por su rutina diaria.
Ser el beta líder de su jerarquía y asistente del hijo del alfa de su manada requería mucha responsabilidad y tiempo, al menos eso mantenía su mente ocupada en su mayoría, pero, era en estos momentos cuando se encontraba solo, que dejaba salir su bajoneo y tristeza. Su subconsciente y sueños no ayudaban en nada.
¿Dónde estaba su alma gemela? Había ido a otras manadas, no solo de pumas, de otras especies, pero no hubo ningún resultado.
¿Qué apariencia tenía su alma gemela? Muchas veces imaginaba como podía ser. Pero no sabía si sería hombre o mujer. No podía concluir nada.
¿Cómo y dónde encontraría a su alma gemela? Sus sueños a veces le mostraban varias escenas donde su pareja se presentaba ante él, en un momento inesperado.
- Que tengas un lindo día, quien seas y donde sea que estés...
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