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Han Jisung, un chico de 17 años con problemas familiares y que sufre de bullying en su escuela, estaba en lo alto de un edificio, sentado en la orilla observando la ciudad de Seúl en la oscuridad de la noche, los demás edificios brillaban, los autos pasar se alcanzaban a ver y el cielo era como un mar de estrellas, brillante y bonito.

Jisung, perdido en sus pensamientos suicidas, estaba harto de su situación, era uno de los muchos adolescentes con problemas de depresión y ansiedad, y estaba realmente exhausto de todo, quería descansar, escapar de todo, y sólo encontró una solución.

– [Estoy cansado, cansado de tanta mierda, no tengo razones para seguir aquí, mis amigos se alejaron por completo de mi, mi familia me odia y me ve como un estorbo, la gente se burla de mí, ¿de que sirve estar vivo si solo estorbo? Ya no quiero estar aquí, en este infierno.] – Fueron los últimos pensamientos antes de estar a punto de tirarse, pero..

– ¡Hey, chico! ¡Detente! – Gritó un joven a lo lejos, que casualmente pasaba por ese mismo lugar, logrando ver a Jisung, y sin pensarlo dos veces, decidió detenerlo.

El chico que gritó se acercó corriendo rápidamente a Jisung, y al estar lo suficientemente cerca de él, lo sujetó fuertemente del brazo jalandolo hacia él, haciendo que los dos cayeran uno de encima del otro.

– Idiota, ¡¿estás loco?! ¡¿En qué estabas pensando?! – Gritó el joven desconocido, en un tono enojado.

– ¿Por qué te importa? – Preguntó Jisung desanimado mientras tenía la cabeza baja.

– ¿Por qué mierda no me importaría? Eres muy joven para intentar suicidarte, ¿por qué querías hacerlo? – Preguntó el joven.

Jisung sin responder, sin ni siquiera ver el rostro de ese chico, solo se soltó de los brazos del contrario, se levantó y se fue corriendo.

– ¡Espera! – Gritó el chico intentando hacer que se detuviera pero Jisung fue rápido y desapareció al instante.

Jisung volvió a su casa, a la cual le llamaba infierno, deseaba nunca volver ahí pero tampoco tenía a donde ir, así que decidió volver a casa con la esperanza de que todo estuviera calmado.

Al llegar, Jisung abrió la puerta sigilosamente para no ser escuchado, pero la luz de la cocina se encendió repentinamente, mostrando a su padre que estaba ahí parado tomando mientras lo esperaba.

– Hasta que llegas maldito idiota, ¿dónde estabas? Estoy seguro de que estabas de puta buscando con quién cojer ¿verdad? – Preguntaba el padre mientras jaloneaba al menor del brazo.

– ¡Basta! S-solo quería salir.. – Decía Jisung nervioso, le tenía mucho miedo a su padre, y al no tener una madre que lo defienda, solo le quedaba aguantar los maltratos de su padre borracho.

– ¡Mientes! Se que fuiste con algún idiota para cojer, ¿quieres satisfacerte? Yo te voy a ayudar. – Dijo el padre para después llevarselo a fuerzas a la habitación.

Jisung no paraba de gritar, nadie lo oía, los vecinos no podían ayudarlo porque le temian a su padre, era un violento y un asqueroso.

Todas las noches eran igual, no importaba si salía o no, el iba a su habitación y lo hacía una y otra vez hasta el cansancio, Jisung sentía asco de si mismo, se sentía sucio y se odiaba.

Duró 20 minutos, 20 minutos que para el menor fueron interminables, sentía dolor en todo su cuerpo, apenas y podía moverse.

Apenas terminó, el padre se fue a dormir cerrando la puerta, dejando a Jisung llorando y sin ropa en su cama, por eso quería irse, si tan solo el chico no lo hubiese detenido, tal vez ya no estuviese sufriendo así, ese chico fue su maldición.. ¿o su salvación?

...

A la mañana siguiente, Jisung se despertó para irse a su escuela, la misma rutina de siempre, se tomó una ducha, no desayunó y escuchó los gritos de su padre mientras salía de su casa.

Jisung llegó a la escuela, no tenía a nadie con quien hablar así que simplemente se fue directo a su salón de clases, donde no había nadie.

Sentado a lado de la ventana, veía a los demás chicos hablando, divirtiéndose, mientras que él estaba sentado solo en el salón.

Hasta que un chico llegó por detrás dandole un pequeño golpe a Jisung en su cabeza.

– ¿Qué pasa cachetes? ¿Por qué tan solo? – preguntó Hoseok, uno de sus compañeros y su ex novio que se burlaba de él, venía junto con tres chicos más.

– No quiero pelear. – Dijo Jisung serio, evitando la mirada del más alto.

– Vamos cachetes, se que apenas y puedes defenderte, no puedes ni siquiera con tu padre, idiota. – Decía mientras los demás chicos se burlaban de él. – De verdad das asco, maldito gay.

Hoseok era novio de Jisung anteriormente, por lo que sabe varias cosas de sus problemas, cuando terminaron, Jisung se enteró que Hoseok solo estaba con él por un reto de sus amigos, y aparte, reveló el secreto de que su padre abusaba de él y a partir de ahí todos se empezaron a burlar de él.

Jisung se paró de la silla con la intención de irse de ahí pero uno de los chicos lo agarro por atrás y lo detuvo.

– Oigan, ¿deberíamos darle una lección? Este imbécil se quiso ir sin permiso. – Dijo Hoseok.

– ¡Ya sueltenme idiotas! Gritó Jisung.

– ¿Quién carajo te crees para hablarme así? ¡Voy a enseñarte a respetarme!

Hoseok le iba a dar una bofetada en la cara a Jisung, pero una mano lo detuvo repentinamente.

– ¿No oíste imbécil? ¿Acaso estás sordo? Sueltalo ya o el que terminará peor vas a ser tú. – Dijo un chico más alto que Hoseok y de cabello morado, que parecía mucho más intimidante a comparación de Hoseok, por lo que se sintió nervioso al verlo, pero claro, no lo iba a admitir.

– ¿Quién eres tú, moradito? – Preguntó Hoseok intentando ocultar sus nervios.

– ¿Acaso te importa? – Preguntó el pelimorado y empujó a Hoseok contra la pared. – Y ustedes, más les vale que lo suelten. – Dijo enojado mirando a los otros chicos que sostenían a Jisung.

Los demás chicos soltaron a Jisung al instante y se fueron corriendo, al igual que Hoseok, que se levanto y se fue detrás de ellos.

– Esos idiotas, ¿quiénes se creen? – Dijo el pelimorado, al ver al chico peliazul temblando con la cabeza baja, sintió algo de pena por él. –  Descuida no te volverán a hacer daño.. – El pelimorado se detuvo por un momento al reconocer el rostro de Jisung, el chico que se quería tirar del edificio.

– Gracias.. no sé como podría pagartelo... – Dijo Jisung algo apenado.

El pelimorado no quiso mencionar nada, Jisung ni siquiera había visto a la cara al chico que lo había rescatado.

– ¿Cuál es tu nombre? Nunca te había visto por aquí.. ¿Eres nuevo? –Preguntó Jisung.

Minho asintió con la cabeza y sonrió para responder. – Así es, apenas entré hoy a esta escuela, y mi nombre es Minho, Lee Minho, un gusto.
– Respondió Minho de manera amable. – ¿Puedo saber el tuyo? – Preguntó Minho.

– Jisung, yo soy Han Jisung, un gusto.

...

☀︎︎ 𝕄𝕚 𝕃𝕦𝕫 𝔻𝕖 𝕊𝕠𝕝 ☀︎︎ - || ᴍɪɴsᴜɴɢ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora