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Un ardor en su parte baja comenzaba a desesperarlo, estaba despertando y sentía su corazón palpitando a mil por horas, cuando en eso, escuchó lo mismo de cuando hace una transmisión, aquellas sonido de monedas incesantes lo hizo entrar en alerta e intentó abrir sus ojos, pero de percató de una tela que los cubría.

—¡Aah! —una embestida profunda fue la respuesta que necesitaba, no del todo certera, pero lo supo en cuanto escuchó la voz en su oído.

Bunny~ —la jodida voz conocida que comenzaba a estorbarle.

¿Qué había pasado?

Pues recuerda vivamente que se durmió en algún punto, en realidad quedó incosciente en la cama de aquel hombre debido a algo que inyectó en él sin darse cuenta.

Ahora la pregunta es, ¿Qué estaba pasando?

Pues ciertamente estaba en su casa, siendo tomado una vez más por aquel hombre, pero ahora de una forma sumamente diferente puesto que estaba una cámara frente a ellos, mostrándole a los seguidores de aquel joven el acto. Había invadido su privacidad más de lo que se imaginó y decidió hacer eso para mostrarles que el chico era suyo ahora y de nadie más.

En la cabecita de Moon, no había otro nombre más que el de Dong Min, tanto así, que por lo que nos podemos dar cuenta se ha convertido en una enferma, una maldita obsesión a la que no le importa jugar con el. Bienestar del más joven.

Su rostro no se observa, más que el cuerpo desnudo del chico y su cuerpo cubierto con uno de sus trajes favoritos, cumpliendo su más grande fantasía.

Los comentarios en la sala de chat son un 'no' totalmente, unos aprobando aquel acto, instando al hombre a tomarlo con fuerza y hambre, y otros, que se niegan a creer más en aquel joven, puesto a que ellos también desarrollaron un cariño por Bunny.

Aunque Moon es el único que sobrepasó los límites.

La transmisión fue apagada después de unos minutos, echando en la cama y desecho, esperó que el hombre le quitara el antifaz y lo miró con ojos llorosos.

—No llores, cariño —era ilógico para Dong Min sus palabras y ya suelto en llanto, respondió.

—De-déjame ir... —el hombre negó y depositó un beso en sus labios. —Por favor, Bin...

—Hice un gran trabajo para encontrarte, gasté demasiado para que ahora quieras dejarme... —acarició su cabello y con un sonrisa tenebrosa -desde la perspectiva del menor - habló —Tu vida es mía ahora, Bunny. Eres mi vida...









A dos meses del secuestro del estudiante de medicina que fue reportado como desaparecido a horas de la noche en su vivienda y la policía sigue sin encontrar rastros.

El joven Lee Dong Min, mejor conocido como "Bunny" en las páginas rojas, era un chico ordinario que ofrecía contenido para adultos en uno de los tantos sitios de streaming. Se presume, que uno de sus seguidores fue el que cometió el acto inhumano de privarle la libertad gracias al último video que se encontró del joven en dicha página bajo la descripción de: "Lo he encontrado".

Familiares y amigos aún siguen esperando respuesta, pero la policía ha detenido por completo la búsqueda y dan el caso como cerrado.

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Dong Min ha muerto y no hay más que hacer. Su familia y amigos no quieren saber más nada de él por la forma en la que se enteraron de lo que hacía, su mejor amigo aún lo busca sin importar nada pero... ¿Como vas a encontrar una aguja en un pajar?

Lo mismo pasa con Dong Min, ¿Cómo hallarlo cuando está en mano de alguien que puede mover montañas con solo dar dinero?

El caso está terminado, Dong Min no volvió jamás.




Bunny |🔴| BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora