2-Cabello Rojo. (EDITADO UNA VEZ ).

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-"Ella estaba rota, pero amaba como nadie con los pedazos que le quedaban"-L.

El resto de la noche pasó como era de
esperarse, con mujeres por aquí y allá viendo como engancharnos para conseguir dinero o cualquier otra cosa que las librará de terminar su educación y de trabajar por el resto de su vida. Era lo único que quería de nosostros la mayoría de la gente, pero ya nos era indiferente. Tristemente.

Nunca conseguí quitar a la chica de cabello rojo en la fuente de mi cabeza después de acordarme de ella. Simplemente no había forma.

De esas veces en las que cuando parpadeas, hay un par de ojos dentro de los tuyos, haciéndote sentir cosas extrañas aún con los ojos cerrados.

¿La vería de nuevo?

¿Quién era?

¿De donde venia?

Definitivamente no hay forma de responder a esas preguntas en este momento, pero esas y más preguntas están clavadas hasta el fondo en mi cabeza de igual manera.

Salimos del club apróximadamente a las 2:45 de la madrugada, muertos de cansancio. (Lo cual no impidió a Calum y Michael una chica para cada uno al los apartamentos).

Llegamos al los apartamentos que serían nuestro hogar en los próximos meses y cada quien fue a su habitación después de los habituales "Buenas noches, chicos". En realidad el único en despedirse fue Ashton, los demás lucían demasiado apurados por llegar a sus habitaciones.

Me despoje de toda mi ropa, excepto la inferior y me metí en la cama, colocando mis brazos detrás de mi cabeza mientras miraba al techo.

De nuevo, la maraña de cabellos rojos vino a mi intranquila mente, y caí en cuenta de que yo no había traído a una chica a casa esta noche por su mera culpa, y la de el fantasma de su recuerdo atormentándome sin hacerlo realmente.

La manera en la que sus aceitunados ojos azules brillaban al reflejo de la luna y el agua, la pequeña y traviesa sonrisa que me dedicó cuando me vio. Parecía tan ajena al mundo, tan diferente. No llevaba un corto vestido de diseñador con zapatos igualmente caros, o la cara bañada en maquillaje. Tenia un rostro limpio y ropas gastadas. Y cuando me sonrió, no fue de una manera maliciosa, o seductora, fue una sonrisa amistosa, como si le divirtiera la manera en la que la miraba, extrañado por su peculiaridad. Porque nunca había visto a una chica así, que no aparentaba nada más que una linda sonrisa y un esponjado cabello rojo, que aparentemente, no buscaba impresionar a nadie. Que no le importaba la manera en que el resto de la gente la observaba, como un bicho raro, mientras ella se movía con gracia en la orilla de aquella fuente. Ella estaba divirtiéndose, disfrutando de la música y la brisa de esa noche, y nada más, no había nada detrás de eso. Y eso me gustaba.

Bufé y me senté en la cama, frotando mis ojos con cansancio.

Estaba cansado, pero no tenía sueño. Me resigne a que por el momento, no iba a dormir.

Mire a lo extenso de la habitación, buscando algo que hacer. Y mi vista se detuvo en la guitarra apoyada contra la pared.

Me levanté y tomé la guitarra, junto con un lápiz y hojas en blanco, dejándome caer de espalda contra la pared.

Mis dedos rozaron las cuerdas, provocando una corta melodía que resonó en la habitación.

Why i can't get you out of my head?—Tarareé en voz baja, tratando de encontrar la melodía que se pareciera en la guitarra—Can your memorie leave me alone?—Continué.

Después de unas cuentas pruebas más, conformé la primera estrofa de lo que podría ser una futura canción con tonada.

Why i can't get you out of my head?
Don't you should leave by yourself?
Can your memorie disappear? 
Please God, let me forget, so I can rest in peace  again,

red hair and a pretty smile chasing me,
whit green ayes spotted of blue behind,
please red girl go away
'couse I wanna sleep peacefully again

Parecía un buen material de canción.

Pero bueno, estaba componiendo una canción a la chica pelirroja de la fuente fuera del bar. Voy de mal en peor esta noche.

Un agudo sonido me hizo voltear a mi izquierda. Gruñí al comprobar lo tarde que era en el reloj a mi lado, y maldije al recordar que tenía que levantarme temprano para subir al bus, e ir a la siguiente ciudad en la lista del tour antes del descanso oficial.

Unos suaves golpes en la puerta llamaron mi atención, seguidos por un mensaje de texto.

"Ábreme", ponía en la pantalla, proveniente del contacto de Ashton.

Me levante del suelo, deje la guitarra cuidadosamente sobre el este y me apresuré a abrir la puerta, observando a Ashton pasar y cruzarse de brazos frente a mí.

—De acuerdo, ¿Qué pasa? —Preguntó en cuanto cerré la puerta.
—¿Qué pasa de qué? —Respondí con confusión, frunciendo mis cejas.
—Tienes como una hora tocando notas tristes en la guitarra que no me dejan dormir combinados con los ruidos de las habitaciones de Calum y Michael. Además  son las 4:00 am después de una noche de club, algo debe estar pasándote. —Aseguró torciendo lo boca.
—No me pasa absolutamente nada. —Negué—Estoy bien.

Ashton alzó ambas cejas, dándome a entender que no me creía nada. Yo tampoco me creía, así que no lo culpo.

Ashton lo sabe todo. Y eso me asusta.

Me senté en la cama y resoplé, jalando mi cabello hacia atrás. Ashton tomó lugar a mi lado y me observó, invitándome a hablar con la mirada.

Este tipo de comunicación extraña y sin sentido por medio de las miradas suele ser entre mujeres, y yo suelo no entender. No entiendo muchas cosas ahora que lo pienso. Esto es preocupante hasta cierto punto, pero lidiaré con eso luego.

—Hay un chica.... —Comencé a contar, mirando a Ashton de reojo. —Hay una chica que estaba en el bar esta noche, y yo realmente no he podido dejar de pensar en ella. —Admití finalmente, jugando con mis dedos con nerviosismo.
—¡Sabía que era una chica! —Exclamó Ashton victorioso, sonriendo burlón hacia mi —Aw, ¿El pequeño Lukcy está enamorado? —Se burló, batiendo las pestañas y colocando sus manos juntas en su mejilla derecha.
—¿Qué?, ¡No!, no la conozco hombre, ¿Qué estás diciendo? —reproché agitando mi cabeza
—¿Entonces? —bufó rodando los ojos.
—Solo llama mi atención. —me encogí de hombros. —Nunca había visto a nadie parecido a ella—Dije.
—¿En qué sentido? —preguntó curioso.
—En lo poco que vi, no estaba haciendo nada parecido a todas las demás chicas. Solo estaba allí, ignorando a todo el mundo y luciendo como nada que hubiera visto antes—Suspiré, mirando a Ashton y esperando su respuesta.
—Suena interesante, ¿Pero que te parece que mañana terminas de contarme?, porque creo que estoy apunto de quedarme dormido en tu cama al igual que tú. —Dijo en un bostezo, estirándose y poniendo una mano sobre mi hombro.
—Esta bien. —Acepté.

El Palmeó mi espalda y me sonrió.

—Ya duérmete, que seguro mañana terminarás esa canción—Dijo divertido.

Yo abrí la boca para preguntarle qué fue lo que escucho de mi tonta letra, pero él se fue antes. Dejándome solo de nuevo.

Sacudí la cabeza una vez más y me metí en la cama. Y pensando en su cabello rojo, caí finalmente, profundamente dormido.

That Something. (EN EDICIÓN).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora