4-La dulce voz. (EDITADO UNA VEZ) (SÓLO ORTOGRAFÍA)

395 21 0
                                    

"Yo se que existes, te necesito"-M.

Fue un concierto increíble, totalmente asombroso.

Había tanta gente allí, gritando y cantando con nosotros con caras de felicidad irremplazables. Me gusta ese sentimiento, saber que puedo hacer felices a tantas personas, es alucinante.

Bajamos del escenario al Backstage, pero yo me desvié al baño tomando el pasillo por la derecha.

Pasé una mano por mi frente, comprobando el sudor en ella.

Y los fans dicen que no hago ejercicio, ¡Ja! Ya los quisiera ver a ellos brincoteando y cantando mientras tocan la guitarra, a ver quién se desmaya primero.

Iba por el pasillo, tratando de encontrar la puerta del baño, pero frene en seco al escucharla.

Era una dulce y melodiosa voz, que entonaba con finas notas una hermosa melodía que no podía reconocer del todo.

Era la voz mas preciosa que había escuchado nunca.

Me moví hacia la voz con torpeza, tratando de hayan de donde provenía. Doblé a la izquierda en el pasillo lo cual me llevo hacia afuera de los establecimientos, y vi sentada en el muro de ladrillos, una maraña de cabellos rojos, y la misma cara que no me había dejado dormir últimamente.

Ella llevaba un gran suéter rosa en un tono pastel, y lo que parecía una falda con tul igualmente rosa junto con unas medias negras con algunos agujeros, y desgastadas botas cafés. Las cuales creía reconocer.

Mi mente dio un brinco.

No podía ser ella, ¿verdad? ¡Ella estaba en la ciudad pasada!

Parpadee varias veces, comprobando que ella estaba realmente allí. Y efectivamente, era la misma cara pecosa y los mismos cabellos crispos color rojo.

Estaba demasiado ocupado admirándola para darme cuenta que había bajado el volumen de su voz y ahora observaba el cielo con cautela, balanceando una de sus piernas sobre la yarda.

Me escondí mejor detrás de la pared que evitaba que me viera y me asome para continuar mirándola.

Estaba allí, admirando la hermosa noche que Brooklyn nos daba hoy, se veía muy interesada en el cielo y con su mano se puso a trazar líneas de estrella en estrella. Su fino perfil estaba iluminado por la escasa luz del cielo, y continuaba con la canción, pero casi susurrando, como si tuviera miedo de espantar a las estrellas si cantaba muy alto.

—Another mind
Another soul
Another body to grow old
It's not complicated-Canto con finas notas.
Do you ever wonder if the stars shine out for you?
Float down
Like autumn leaves
Hush now
Close your eyes before the sleep—Suspiró y abrazo sus piernas a sus rodillas.

Lucía triste.

Parecía más nostalgia lo que se asomaba en su rostro que otra cosa, y sus ojos tampoco estaban del todo alegres. Pero sin embargo, esa expresión tranquila y relajada seguía en su rostro como cuando la vi en el bar. Demasiado sumida en su cabeza como para preocuparse por alguien observándola. 

No sabía qué hacer. Es decir, ¿Me acerco?, ¿Le hablo?, ¿Qué diablos de supone que debo hacer?

Un estruendoso ruido proveniente del estadio nos ensordeció, creo que fueron las bocinas siendo desconectadas. Pero ella se puso de pie y vio hacia los lados, como si estuviera asustada de que alguien la hubiera descubierto, y ágilmente bajo por el muro, desapareciendo así de mi vista.

Dios, no. No. No. No.

Me acerqué al muro y confirme que ya no estaba cerca, porque había un silencio inminente en toda el área. Mis ojos se movieron en todas las direcciones esperando encontrarla, pero el uno desaparecido una ve más.

Frustrado hice mi camino de regreso a las instalaciones. ¿Quién era esta chica y porque me intrigaba tanto? Ella tenía algo, algo que me hacia perder la cabeza por no conocerla, por tenerla conmigo solo en los momentos que mi mente atesora con adoración. Necesito saber quien es ya, o me volveré loco.

Retome mi camino al baño y moje mi cara. Esto estaba pasando límites, necesito distraerme ya.

Salí, y me encontré con otra figura femenina, pero a esta si la reconocía.

—Lola—Saludé sonriendo.
—Hola, Luke. ¿Querías verme?—Preguntó mordiendo su labio y batiendo las pestañas.
—Por su puesto que si—Respondí acercándome a ella, pensando que está era la distracción perfecta para mí. —Si por algo una chica tan bonita como tú no podía pasar desapercibida—Coqueteé.

Lola, estaba en el concierto de esta noche, y no puedo decir que no llamó mi atención su escote y largo cabello, es decir, la chica no era nada fea. Y cuando la vi en la zona VIP del show, supe que tenías pase libre con ella, ya que eso me aseguraba que tenía más de 18. Mandé a un guardia de seguridad a decirle que si estaba dispuesta a pasar la noche conmigo, y como era de esperarse, aceptó. Le dio su nombre y número. Pero de ella solo conserve el
nombre, el número me era inútil, ya que no pensaba llamarla en lo absoluto.

La guíe hacia la habitación que comúnmente utilizábamos para eso, y cerré la puerta, olvidándome de todo por un rato.

Un par de horas más tarde, regrese con los chicos, que estaban viendo una película en la sala la cual fue pausada cuando me vieron llegar.

—¿Donde estabas?, Desapareciste como por 3 horas—cuestionó Ashton.

Los demás me veían curiosos.

Suspire y me senté en el pequeño sillón de al lado, les iba contar sobre la pecosa chica pelirroja su dulce voz. En cuanto a Lola, no había nada interesante para contar, estoy seguro que ellos estaban tan familiarizados con el concepto que una chica como ella ofrecía como yo.

That Something. (EN EDICIÓN).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora