Prefacio.

878 27 5
                                    

La noche era fría, y podía ver como se hacía de noche a medida que la camioneta avanzaba.

Mis compañeros de banda y mejores amigos, Michael, Ashton, Calum y yo habíamos llegado a New York hace un par de horas y veníamos desde el aeropuerto camino a nuestro hotel.

—No recordaba el frío de este lugar en estos meses. —Siseó Michael al lado mío.
—Yo sí, y les advertí. Así que deja de lloriquear, que es tu culpa por no haber traído la ropa adecuada. Necio. —Le reprendió Ashton.
—¡Pero es Marzo! —Exclamó. —No se supone que hace frío en Marzo—Murmuro cruzándose de brazos y hundiéndose en su asiento.
—En Sydney no, pero aquí si. —Respondió Calum en un tono burlón.
—Aquí si. —Arremedó Michael con voz chillona por lo bajo.
—Oye, que seas un bruto ignorante que no sabe cuando hace frío y cuando no, no es mi problema. —Río Calum. —Así que ve y arremeda a Luke—.
—¿Y a mi porque? —Me quejé rodando los ojos.
—¿Y a mi porque? —Repitió Micahel mirándome divertido.
—No empieces. —Advertí en un bufido.
—No empieces. —Repitió.
—Soy Imbécil. —Dije, intentando que repitiera mi auto-insulto.
—Eso nadie lo niega amigo. —Río el.

Todos rieron, y al final yo también lo hice, porque bueno, era divertido.

—¡Llegamos! —Anunció el chofer.

Todos miramos por la ventana izquierda, encontrándonos con un gran y lujoso hotel, abarrotado por fans afuera de este que gritaron al ver nuestro vehículo.

Seguridad nos abrió paso entre las fans una vez que bajamos de la camioneta, y nos dieron 5 minutos para tomarnos fotos con ellas y firmar autógrafos.

—¡Oh Dios mío!, ¡Te amo tanto!  —Gritó una de ellas, abalanzándose hacia mi y abrazándome por la cintura.

Era rubia y no parecía sobrepasar los 12 años de edad.

Le correspondí el abrazo y le sonreí.

—Hola preciosa. —Dije sonriendo—¿Quieres una foto? —Ofrecí. Ella asintió frenéticamente y me tendió su celular, el cual alcé frente a nosotros e hice varias fotos.

Cuando baje el celular, mi vista se fijó en el edificio de en frente. Era un hospital. Y me di cuenta de que en el techo de este, en la orilla, había una persona. O más bien, una chica.

No alcanzaba a verla con claridad, pero pude apreciar que estaba apoyada en un pie mientras que el otro se encontraba en la nada frente a ella, como haciendo equilibrio para tomar impulso.

¿Que estaba haciendo? ¿Iba a saltar?

Mi entrecejo se frunció, formando así una mueca. No sabia porque, pero de un momento a otro me había consternado en sobremanera, y las palmas de mis manos comenzaron a sudar en frío. Tal vez la chica estaba a punto de saltar en verdad y yo era el único viéndolo.

Miré como parecía mirar en mi dirección, del mismo modo en el que yo la miraba a ella y segundos después, se hecho para atrás, hacia la parte de adentro del techo y desapareció de mi vista.

Chasqueé la lengua y cerré mis ojos con fuerza por varios segundos mientras sacudía mi cabeza, me sentía inexplicablemente inquieto.

No me había dado cuenta, pero los guardias comenzaron empujarnos hacia adentro del hotel, una vez adentro cerraron las puertas, dejando a las fans afuera.

—Hey, ¿Qué te pasó?, Te quedaste petrificado allí afuera. —Me dijo Calum dándome unas cuantas palmadas en la espalda.
—No...No lo sé. Supongo que nada importante. —Respondí encogiéndome de hombros y abriéndome camino hacia el ascensor con rápidos pasos.

Por alguna extraña razón, no quería contarle lo que había visto a nadie. Parecía un secreto que debía guardar.

Y así lo hice, hasta que el secreto salió a la luz de nuevo, mucho tiempo después.

That Something. (EN EDICIÓN).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora