— ¡Realmente tienes que...! ¡Tienes que estarme jodiendo, Bill! — Natalie gritó, golpeando el suelo con su puño. Se había caído de la cama de Bill originalmente hablando después de que el mayor llamase a su mejor amiga en busca de desahogar todo lo que tenía en su interior desde aquél infortunado suceso debido a la exagerada risa maníaca que no había cesado desde que Bill empezó a relatarle su primera charla con Tom.
— ¡Demonios, Natalie, deja de reírte! —exclamó Bill, lanzándole una almohada en el rostro a su mejor amiga, frustrado, avergonzado y muy rojo— Me haces sentir mucho peor.
La menor inhaló un par de veces antes de encontrar su voz.
— No creo que sea humanamente posible, Bill —confesó su mejor amiga, apoyando sus codos en el colchón de la cama, aun sentada en el piso—
— Es decir, lo primero que sale de tu boca la primera vez que hablas con una criatura "inocente" como Tom Trümper es: "¿Me dejas chupártela?" — Las mejillas de Bill estaban ahora en un intenso tono carmesí— Sólo porque quedaste sorprendido por el enorme tamaño de su mini-Tom, no tan mini, según lo que me estas contando... No te da derecho de ser un indecente. Debiste invitarle un café primero.
— ¡Natalie, ya basta! — gritó Bill, tirándose de espaldas en su cama, cubriendo su rostro con una almohada, ahogando un grito de frustración en ella.
Tenía ganas de llorar debido a lo avergonzado que se encontraba con Tom.
Demonios, después de haber soltado tal cosa, no se dio cuenta de la estupidez que había dicho hasta que el rostro entero del chico se volvío tan rojo como una manzana madura. El labio inferior le tembló, no pudo decir ni una palabra y Bill, en seguida, se dio cuenta de lo profundo que había metido la pata.
"L-lo siento... Creo que debo irme."
Fue lo único que pudo articular el rastudo, quien se olvido de inmediato de su ducha y salió corriendo con la ropa a medio poner, dejando a Bill con una disculpa en la boca y la vergüenza más enorme que había experimentado en su vida.— Debo disculparme con él. — balbuceó Bill, aún con el rostro enterrado en la almohada
— ¿Hm? — Inquirió su mejor amiga, subiéndose en la cama y quitandole la almohada del rostro —¿Qué has dicho?
— Que debo disculparme con el. No podré vivir en paz conmigo mismo si el sigue teniendo esa errónea impresión de mi, Natalie —Dramatizó el de cabellos negros, sentándose sobre sus pantorrillas y meneando a su amiga de los hombros— ¡Lo traumaticé!
— Si, eso me ha quedado bastante claro —ironizó su amiga, rodando los ojos
— Pero créeme cuando te digo que Tom va a estar ignorandote hasta en los almuerzos. Debe estar tanto o más avergonzado que tú.— Por eso tu me ayudaras a atraparlo — Canturreó Bill, sonríendo exageradamente.
— Si lo vamos a "atrapar", se va a asustar mucho más —analizó la rubia, llevándose los dedos a la barbilla, con una expresión pensativa
— ¡Natalieeee! — Lloriqueo el menor, fingiendo llorar — Debes ayudarme... Quiero discúlparme con Tom... no puedo dejar las cosas así aunque me muera por tener ese gran pene entre mis manos. Quizá si me disculpo con él podamos ser amigos y me deje... me deje... Oh, demonios, voy a tener una erección si sigo pensando en él
— ¡Ew, Bill, eres asqueroso! — se quejo Natalie, empujando a su mejor amigo hasta hacerlo caer al suelo— Pero te ayudaré sólo porque tu me ayudaste a pedirle una cita a Aaron antes de que fuéramos novios. Te la debo.
— ¡Eres la mejor amiga del mundo! —grita Bill, lanzándose a los brazos de Natalie.
— Vale, te ayudo, pero a cambio de una sola cosa — pide la rubia, apartandose del abrazo
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Falofilia (adaptación Toll)
Fanfiction"Porque diecisiete centímetros no son suficientes..." Créditos a su autor o autora original Nota: No recuerdo muy bien la mayoría de los personajes, entonces hay algunos cambios en estos