El Increíble Spider-Man: Fiebre Escarlata

CAPÍTULO 4: BLACK CAT. PARTE 1

Hola! Bienvenidos nuevamente a esta cosa llamada El Increíble Spider-Man! Antes de comenzar con el resumen habitual, una disculpa por tardar tanto tiempo entre capítulo y capítulo, estoy disponiendo de menos tiempo libre del que me gustaría y eso ha disminuido, valga la redundancia, el tiempo que le he podido dedicar a esta historia, SIN EMBARGO...el tiempo que si le he podido dedicar ha sido bien aprovechado y, creo que este capítulo si que les gustará. Dicho eso, este es uno de los capítulos más largos que he escrito, así que espero que sea de su agrado. Sin más que mencionar, podemos comenzar!

MINUTOS ANTES. DISTRITO FINANCIERO, MANHATTAN.

Es una tarde relativamente tranquila en un enorme banco en la ciudad. El lugar se ve muy elegante, con un enorme entrepiso que hace que las personas en su interior se vean como diminutas figuras dentro de una casa de muñecas. Las columnas y los pisos están revestidos de elegante mármol pulido, y elegantes candelabros caen del techo iluminando el lugar con una cálida luz amarilla. Hay gente trabajando en distintos escritorios de color chocolate oscuro; algunos enfocándose en el trabajo en la computadora frente a ellos, otro atendiendo a personas y parejas en busca de un préstamo, quizas para iniciar una nueva etapa juntos o quizas para comprar un nuevo auto, da igual.

En uno de estos escritorios, un hombre rubio de unos 20 años se encuentra observando la computadora frente a él, completamente aburrido, contando los minutos para que su jornada laboral por fin termine y pueda regresar a su hogar. El hombre suspira en frustración, recargándose en su asiento mientras comienza a girar sobre su lugar, evitando su responsabilidad a toda costa. El tipo voltea hacia el techo, cerrando los ojos solo por unos instantes, pues una imagen en particular se grabó en su cerebro. Lentamente los abre para confirmar lo que acaba de ver, y justo así pasa, justo en la esquina formada entre una de las columnas y el techo del banco lo ve: Spider-Man, justo como una araña en un rincón, y parece que lo observa fijamente. El sujeto se mueve un poco hacia la derecha, para intentar alcanzar a su compañera, una mujer morena de su misma edad y cabello negro lacio

— Psst...Jennifer...Jennifer...Jen— El hombre susurra, irritando lentamente a su compañera.

— Que quieres Ted?! Algunas personas aquí si intentamos trabajar!— Ella susurra molesta

— Mira arriba— Ted dice, recibiendo una mirada de desaprobación de Jennifer— No es broma, mira arriba.

A regañadientes, Jennifer hace eso, mira hacia el mismo rincón hacia el que Ted tiene fija la mirada. Al ver a Spider-Man, ella reacciona de la misma manera, abriendo los ojos completamente sorprendida. En qué momento entró?? El tipo no hizo absolutamente nada de ruido y está segura que nadie se ha dado cuenta de su presencia, si no, el lugar ya estaría hecho un caos.

— Nos...nos está mirando??— Jennifer pregunta cautelosa

— No lo se...creo— Ted contesta del mismo modo, y justo en ese momento Spider-Man se despega de su rincón con un potente brinco, cayendo fuertemente sobre el escritorio de Ted, haciendo un estruendoso aterrizaje sobre la madera, haciendo que quienes se encuentren cerca volteen a ver la escena. Ted y Jennifer obtienen un vistazo de cerca a Spider-Man y su nuevo traje; de color guinda y un azul tan oscuro que parece ser negro, las telarañas sobre la parte guinda parecen estar en desorden y sus ojos son mas cerrados y afilados...con un tinte algo agresivo para el

— Bienvenido Spidey! Algo con lo que te podamos ayudar??— Jennifer pregunta, pero no recibe respuesta del arácnido.

— Todo bien Spi...— Ted pregunta, momento en que Spider-Man lo toma por el cuello de su camisa y lo acerca a él, quedando a centímetros el uno del otro.

— La bóveda...donde??— Spider-man pregunta amenazante.

— P-por allá— Ted dice tembloroso, extendiendo su brazo para mostrarle a Spider-Man la ubicación del particular cuarto por el que acaba de preguntar. El arácnido voltea lentamente, donde alcanza a ver un pasillo alargado. De nuevo gira su mirada hacia Ted.