El Increíble Spider-Man: Fiebre Escarlata

CAPÍTULO 9: PELIGROSOS. PARTE 1

BIENNNNVENIDOS UNA VEZ MAS A ESTE BODRIO TITULADO " El increíble Spider-Man!" Ha pasado tiempo ( 4 semanas si las cuentas no me fallan) desde el último capítulo, así que, creo que ya era hora de regresar a la acción. Que paso en el capítulo anterior?? No mucho, solamente hubo una aparición por parte de la familia fantástica, hubo un poco de drama adolescente entre la parejita principal de todo este asunto y Jackal continua buscando formas de hacerle la vida miserable a Peter Parker. Y por como termino el último capítulo créanme cuando les digo, que Jackal está lejos de terminar. No diré más, espero que disfruten de este capítulo. La aclaración usual: NINGUNI DE ESTOS PERSONAJES ME PERTENECEN Y SON PROPIEDAD DE MARVEL COMICS. Y ahora sí, arranquemos con esto!

HOSPITAL METRO GENERAL, MANHATTAN. 10:40 AM.

Inusualmente, la sala de emergencias del hospital se encuentra tranquila, silenciosa. Es extraño que en una ciudad plagada de vigilantes y criminales ese sea el caso. Al menos lo es hasta que las puertas que dan a la bahía de ambulancias se abre, dejando entrar a tres médicos con una señora recostada en una camilla, gritando y llorando desgarradoramente mientras se retuerce.

— Que tenemos??— Un doctor llega al lugar e inmediatamente se acerca a ellos dirigiéndolos hacia un cubículo.

— Paciente femenino de entre 50 o 55 años. Temperatura de 40 grados y mialgia intensa, hemorragia nasal y experimentó una fuerte confusión antes de que se desencadenara el ataque. — la paramédico que empuja la camilla por detrás le explica al doctor.

El grupo entonces entra a un cuarto de choque, colocando a la pobre mujer justo en medio para ser atendida. El doctor la examina, abriendo sus ojos para ver sus pupilas, mientras el resto de los enfermeros la conectan a un monitor cardíaco, forcejeando un poco con la pobre víctima.

— Esclerótica e iris presentan tonalidades anormales...— el doctor dice, sorprendido por los ojos que se han vuelto de un intenso color rojo, después voltea hacia sus manos, donde puede distinguir sus venas perfectamente, marcadas del mismo color que sus ojos. El levanta la manga de la blusa para ver qué las venas son prácticamente visibles a través de su brazo.— Inflamación venosa se extiende por brazo y piernas...

— Ritmo cardíaco acelerado...— Un enfermero añade al notar el registro de 120 latidos por minuto.

— BASTA!! POR FAVOR!!!!! YA!!!!!!— la mujer recostada en la camilla grita, intentando levantarse de la camilla. Los enfermeros rápidamente la sostienen apenas logrando mantenerla en su lugar.

— Preparen una dosis de Midazolam, ya!— el doctor le indica a uno de los enfermeros que pasa por el pasillo. Tan solo segundos después, el enfermero regresa con una jeringa en la mano, dándosela al médico para que pueda administrarla. Al sentir el pinchazo, la pobre mujer grita nuevamente, y se sacude con más violencia. Todos ahí la sostienen con fuerza para evitar que se caiga de la camilla. Rápidamente el medicamento hace efecto, y la pobre mujer deja de agitarse bruscamente, quedando profundamente dormida.

— Jamás había visto algo así— la enfermera dice, una vez que la mujer en la camilla ya se encuentra relajada.

— Ni yo, y llevo ya 20 años trabajando en este hospital. Necesitaremos un análisis de sangre y de ser necesario, llevenla a un cuarto de aislado— el doctor indica. Recibiendo una mirada cuestionante por parte de otro de los enfermeros que la llevó.

— Cree que esto sea contagioso??— el pregunta.

— No lo sé. Pero jamás se puede ser demasiado precavido. — el médico le contesta, mirando con preocupación a la mujer frente a ellos.

MIDTOWN HIGH, AL MISMO TIEMPO.

— Entonces estás bien??— Peter Parker pregunta casi susurrando, sentado frente a una computadora en la biblioteca de la escuela.