One shot ➝ multifandom

01. Jeff The Killer

↳ Jeff The Killer ⸺ Creepypastas

El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados mientras se dirigía hacia el centro. El hambre comenzaba a hacerse presente, había pasado demasiadas horas persiguiendo a los demás que se había olvidado por completo de merendar, así que decidió entrar en la primera tienda que encontrara.

Al ingresar, el sonido de la campanilla sobre la puerta anunció su llegada. La tienda estaba decorada de manera acogedora, con estantes llenos de productos de todo tipo. Mientras caminaba por los pasillos, pudo notar algunas manchas en el suelo, restos evidentes del robo que la vendedora había mencionado de forma breve al anterior comprador.

Ella, era una mujer de mediana edad con una sonrisa amable, la saludó y comenzó a escanear los productos que Olivia había seleccionado.

—¿Cómo va tu tarde? —preguntó mientras trabajaba, no parecía alterada por lo que ocurrió, quizás estaba acostumbrada. Por unos instantes se sintió mal por eso.

— Todo tranquilo hasta ahora —respondió, tomando una barra de chocolate y algunas bebidas energéticas.

Mientras tanto, la vendedora suspiró y mencionó el robo reciente, explicando cómo ocurrió y cómo se habían llevado varias cosas valiosas, entre esas varios cuchillos de cocina junto a distintos snacks.

Con sus compras en mano, se despidió y salió de la tienda, deseando que no vuelvan a robarle. Fue entonces cuando se encontró con el policía que patrullaba la zona;

— ¿Ha visto algo sospechoso? —preguntó él, deteniéndola por un momento.

— No, nada fuera de lo común —hizo una mueca, intentando actuar con naturalidad mientras su mente se preguntaba qué estaba pasando en ese lugar, posiblemente se trataba de alguno de ellos.

Antes de que pudieran seguir conversando, Jeff apareció al otro lado de la calle.

Trato de mantener su compostura mientras que el hombre le indicaba que debía cuidarse — Por lo que dicen es un hombre bastante alto, delgado y tiene su cabello medio negro, casi diría que chamuscado. Muchos afirman que pese a su contextura tiene una fuerza sobre humana...

Mientras que le seguía dando instrucciones sobre el sospechoso y demás, un Jeff cubierto de sangre y con su sonrisa característica, se acercaba a ellos con una actitud desafiante.

—Buenas tardes casi noche, oficial. ¿En qué puedo ayudar? —cuestionó con voz calmada pero llena de malicia, disfrutando claramente del caos que había provocado.

El policía, reconocido por la fama de Jeff, sacó su pistola al instante. — ¡Eres el sospechoso del robo! —exclamó, apuntando directamente hacia él.

No mostró ningún signo de temor. En cambio, agarró a Olivia del brazo y comenzó a correr, arrastrándola consigo. Ella, consciente de sus habilidades, canalizó su poder en ese momento de emergencia con la finalidad de poder sacarlos del caos. Con un gesto rápido y concentrado, creó una ilusión temporal que confundió al policía y les permitió escapar rápidamente de la escena.

— ¡Te odio! —chilló mientras seguían corriendo por el callejón.

El contrario le guiñó el ojo aun sin detenerse, — Me amas, lo sé.

Corrieron juntos hasta llegar al bosque cercano, donde la oscuridad y la densidad de los árboles proporcionaron el escenario perfecto para desaparecer. La más baja se detuvo, respirando agitadamente mientras miraba a Jeff.

—No podemos seguir haciendo esto —dijo con seriedad, sabiendo que cada vez estaban más expuestos al mundo real fuera del ámbito de las creepypastas.

El pelinegro le enseñó todo lo que había robado, lo tenía amarrado en una bolsa justo en su cinturón. Tenía desde cuchillos, que poco a poco destruían la bolsa, hasta snacks y todo tipo de comida que pronto se echaría a perder.

Tomo un yogur y lo señaló, — ¿Qué? ¿Acaso lo quieres, hermosa? Puedo dártelo, pero la próxima me debes ayudar.

Negó, — ¿estás consciente de que esto no es algo que suelen consumir y por ende se echará a perder? Debemos devolvérselo a la pobre señora.

Esta vez quien negó fue él.

— No lo haremos, Liv.

— ¿Por qué?

Extendió su mano como para que la agarre, y lo eso hice, confundida, — ¿Qué esperas? —fruncí el ceño—. Teletranspórtanos a tu casa.

Eso hice, aparecimos justo en la sala, la cual estaba un desastre, como si un torbellino hubiese pasado por ahí diez veces. Seguramente ellos andaban curioseando, aprovechando que no estaba.

Me arrastro hacia la cocina y abrió el refrigerador, señalando el mismo envase de yogur que el se había robado minutos antes.

— Lo robé para ti, a veces vas a la creepyhouse y pensé que sería buena idea que tuvieras algo de lo que te gusta allá.

Me crucé de brazos, — Ja, que considerado.

Me apunto con un cuchillo que encontró en la cocina, sonriendo divertido.

— ¿Olvidas que puedo matarte? Estoy tratando de ser bueno contigo, no juegues con mi paciencia.

Con un movimiento de dedos hice que el cuchillo vuele por los aires y caiga al suelo, — ¿Olvidas que tengo poderes superiores a tu patético cuchillo?

— Y por eso me agradas —sonrío de lado.

Bipolar.

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