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14. Five Night's At Freddy's

↳ Five Night's At Freddy's

Las puertas del local de Freddy Fazbear's Pizza se cerraron con un chirrido, dejando a Olivia atrapada en el oscuro y silencioso edificio. Había aceptado el trabajo de guardia nocturna para ganar algo de dinero extra, sin imaginarse lo que le esperaba. Mientras caminaba hacia la oficina de seguridad, una sensación de inquietud comenzó a instalarse en su pecho, cada paso resonando en el vacío del restaurante.

Olivia se sentó en la silla giratoria frente al panel de cámaras de seguridad y revisó las instrucciones dejadas por su predecesor. "Vigila las cámaras. Mantén las puertas cerradas si algo se acerca. Conserva la energía." Fácil, pensó, aunque la incomodidad no desaparecía. Observó las cámaras meticulosamente, viendo los animatrónicos en el escenario y las áreas de juego. Freddy, Bonnie, Chica y Foxy estaban quietos, inofensivos en su estado inanimado.

La primera hora pasó sin incidentes. Olivia revisaba las cámaras meticulosamente, observando los animatrónicos en el escenario y las áreas de juego. Freddy, Bonnie, Chica y Foxy estaban quietos, inofensivos en su estado inanimado. Sin embargo, a medida que avanzaba la noche, notó algo perturbador. Bonnie ya no estaba en su lugar.

—Debe ser una broma —murmuró para sí misma, su voz apenas un susurro en la oscuridad.

Olivia cambió frenéticamente entre las cámaras, buscando al conejo púrpura. Finalmente, lo encontró en el pasillo este, avanzando lentamente hacia la oficina.

—Ok, mantén la calma. Solo cierra las puertas si se acerca demasiado —se dijo, tratando de tranquilizarse.

Pasaron los minutos, con Olivia observando cómo Bonnie se acercaba más y más. Decidió cerrar la puerta del pasillo este justo cuando el animatrónico estaba a punto de doblar la esquina. Respiró aliviada al escuchar el sonido metálico de la puerta sellándose.

—Uno menos —susurró.

De repente, un sonido metálico resonó desde el pasillo oeste. Olivia giró rápidamente hacia la cámara correspondiente y vio a Chica avanzando.

—Esto no puede estar pasando —dijo, con el miedo apoderándose de su voz.

Cerró la puerta del pasillo oeste justo a tiempo, pero el consumo de energía comenzó a preocuparla. Revisó el monitor y notó que la energía estaba disminuyendo rápidamente. Aún le quedaban horas por delante.

—Tengo que ser más cuidadosa con la energía —se recordó, respirando profundamente.

Los minutos se alargaron en una tensa vigilancia. Olivia mantuvo un ojo en las cámaras y otro en los indicadores de energía, cada segundo que pasaba sentía como si su corazón estuviera a punto de explotar. De repente, una risa mecánica resonó por los altavoces. Era Freddy.

—No, no ahora —susurró, buscando frenéticamente en las cámaras.

Freddy estaba en el comedor, mirando directamente a la cámara. Olivia sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Sabía que él solo se movía en las últimas horas de la noche.

—Solo tengo que aguantar un poco más —se dijo, apretando los dientes.

El reloj marcó las 5 de la mañana. Solo una hora más. Olivia sintió una mezcla de esperanza y miedo. Bonnie seguía golpeando la puerta del pasillo este, y Chica hacía lo mismo en el oeste. La energía estaba en niveles críticos.

De repente, notó algo inusual en la cámara que vigilaba el área de Pirate Cove. Foxy, que había permanecido inmóvil, ahora asomaba su cabeza desde las cortinas entreabiertas, sus ojos brillando en la oscuridad.

—No, tú no —murmuró Olivia, su corazón acelerándose.

Observó con creciente pánico cómo Foxy comenzaba a salir lentamente de su escondite. Sabía que Foxy podía moverse increíblemente rápido una vez que se decidía a atacar. Cambió rápidamente entre las cámaras, tratando de no perder de vista a los otros animatrónicos mientras vigilaba a Foxy.

El sonido de pasos rápidos resonó por los pasillos, y Olivia supo que Foxy estaba corriendo hacia la oficina. Con un movimiento desesperado, cerró la puerta del pasillo este justo cuando Foxy apareció, golpeando la puerta con una fuerza que hizo temblar la oficina.

—¡Dios mío! —gritó Olivia, el miedo haciendo que su voz temblara.

El impacto de Foxy contra la puerta fue ensordecedor, y por un momento, Olivia temió que la puerta no resistiera. Respiró hondo y trató de calmarse, recordándose que debía conservar la energía. El indicador mostraba que quedaba muy poca.

El reloj marcó las 5:30 de la mañana. Solo media hora más. Olivia sintió una mezcla de esperanza y miedo. Bonnie seguía golpeando la puerta del pasillo este, y Chica hacía lo mismo en el oeste. La energía estaba en niveles críticos.

—Vamos, solo un poco más —repetía, como un mantra.

Freddy se movía lentamente por los pasillos, su risa resonando en la oscuridad. Olivia no dejaba de cambiar entre las cámaras, asegurándose de que los animatrónicos no se acercaran demasiado. Cada segundo parecía una eternidad.

Finalmente, con un último golpe de energía, las puertas se abrieron y los animatrónicos se quedaron quietos en sus posiciones. El reloj marcó las 6 de la mañana. Olivia dejó escapar un suspiro de alivio y se dejó caer en la silla, su cuerpo temblando por la adrenalina.

—Lo logré... —dijo en un susurro, apenas creyendo que había sobrevivido la noche.

Mientras salía del edificio, la luz del amanecer empezaba a iluminar el mundo exterior. Olivia prometió no volver a subestimar el trabajo de guardia nocturna y se juró a sí misma que esa sería su última noche en Freddy Fazbear's Pizza.

El aire fresco de la mañana era un alivio bienvenido después de las horas tensas y aterradoras que había pasado dentro del restaurante. Olivia se alejaba del local, su mente aún repasando los eventos de la noche. Sabía que no olvidaría esa experiencia pronto, pero estaba decidida a seguir adelante, agradecida por haber salido con vida de la pesadilla.

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