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17. Izuku Midoriya

↳ Izuku Midoriya ⸺ My Hero Academia

Olivia y Deku se encontraban solos en la acogedora sala común de los dormitorios de U.A., una tarde lluviosa que pintaba el cristal de las ventanas con finas gotas. El ambiente se impregnaba de una calma monótona, mientras la mayoría de sus compañeros estaban enfrascados en sesiones de entrenamiento bajo la lluvia persistente que resonaba en el techo de tejas.

Aunque estaban acostumbrados a la intensidad de su entrenamiento en la prestigiosa academia de héroes, el día había traído consigo una sensación de agotamiento generalizado. Los profesores, siempre atentos a las necesidades de sus estudiantes, habían dejado una caja de disfraces en la sala común para que los jóvenes pudieran desconectar y divertirse entre tanta responsabilidad y preparación.

Liv, con su espíritu inquieto, había comenzado a rebuscar entre los recovecos del armario de utilidades cuando sus ojos se posaron en algo que parecía prometedor: una caja de disfraces, olvidada entre mantas y otros artilugios de estudiantes.

— ¡Mira esto, Deku! —exclamó, con los ojos brillando de emoción mientras sacaba una capa de superhéroe y la agitaba frente a su amigo—. ¿Qué te parece si nos divertimos un poco?

Deku, siempre dispuesto a seguir el impulso aventurero de Olivia, sonrió con complicidad. Observó cómo los disfraces emergían de la caja con un interés creciente.

— ¡Podríamos hacer algo diferente! Un desfile de moda con estos disfraces sería una idea genial. ¿Qué dices?

Ella se encogió de hombros, con una media sonrisa jugando en sus labios mientras inspeccionaba los disfraces con desgana.

—No me apetece mucho el de unicornio —dijo, apartándolo del montón y ofreciéndoselo a Deku—, pero tú podrías usarlo, ¿no te importaría?

Él aceptó sin reservas, desenvolviendo el traje de unicornio con entusiasmo y colocándoselo con una gracia inesperada. — ¡Claro que no! ¡Será divertido!

Liv encontró rápidamente un disfraz de dinosaurio inflable y lo infló con energía contagiosa. — ¡Perfecto! Ahora sí, ¡vamos a alegrar esta sala común aburrida!

Ambos comenzaron a desfilar por la sala, haciendo poses exageradas y gestos teatrales que pronto llenaron el ambiente con risas contagiosas. El sonido alegre atrajo la atención de algunos estudiantes curiosos que se asomaron desde sus habitaciones para ver qué ocurría.

Bakugo apareció en la puerta con una ceja alzada. — ¿Qué diablos están haciendo ustedes dos ahora?

Liv se puso de pie, todavía riendo mientras intentaba no tropezar con su traje de dinosaurio.

—¡Solo estamos pasando el rato! ¿Te gustaría unirte, Kacchan?

Bakugo frunció el ceño, pero no pudo evitar una pequeña sonrisa al ver la alegría en sus rostros.

— Son unos idiotas —comentó en tono juguetón, pero se quedó observando el espectáculo por un momento antes de desaparecer en su habitación.

Entre risas y bromas continuaron con su desfile improvisado, disfrutando del tiempo que tenían para divertirse juntos.

— Déjame decirte, Midoriya, que fue una excelente idea —admitió, sonriendo ampliamente.

Deku asintió, contento de haber animado la tarde. — A veces, lo más simple puede ser lo más divertido."

Justo en ese momento, la puerta de la sala común se abrió de par en par y entraron varios de sus compañeros, exhaustos por la intensa jornada de entrenamiento. Uraraka, Kirishima y Momo se detuvieron abruptamente al ver a Liv e Izuku en sus disfraces extravagantes.

— ¡Oh, no puedo creerlo! —exclamó Uraraka, sacando su teléfono—. ¡Esto es demasiado gracioso, tengo que grabarlo!"

Kirishima asintió con entusiasmo, sacando su propia cámara.

— ¡Claro! ¡Esto va a ser épico!

Momo se unió a ellos con una sonrisa divertida. — Vamos a subirlo a nuestras redes, ¡esto merece ser compartido con el mundo!

Liv y Deku, algo avergonzados pero divertidos, comenzaron a posar y a hacer gestos aún más extravagantes para las cámaras. Bakugo apareció de nuevo en la puerta, esta vez con una expresión entre divertida y exasperada.

— ¿En serio están haciendo esto? —gruñó, aunque no pudo evitar sonreír ligeramente—. Bueno, al menos lo están disfrutando.

Después de varios minutos de risas y grabaciones, todos se relajaron y disfrutaron del ambiente ligero que habían creado. Incluso Bakugo se unió a las bromas, lanzando un par de comentarios sarcásticos que hicieron reír a todos.

Al final, se dieron cuenta de que, a veces, los momentos más inesperados y tontos pueden unir a las personas de maneras especiales. Guardaron los disfraces con una sensación de felicidad compartida, sabiendo que habían convertido una tarde aburrida en algo memorable y lleno de risas.

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