Pequeñas historias basadas en mis rd's.
- Son similares, es decir, no es 100% lo que ocurrió
- Las conversaciones las inventé yo en base a lo que me acuerdo
- Pueden servirles como motivación y/o escenarios que pueden colocar en sus guiones
- El per...
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↳ Neteyam Sully ⸺ Avatar
En medio de la exuberante selva de Pandora, Olivia y Neteyam se encontraban rodeados por la belleza natural y la energía vibrante del lugar. Las hojas de los árboles brillaban con tonalidades de verde esmeralda y dorado a medida que la luz del sol filtraba a través de ellas, creando un juego de sombras y reflejos en el suelo cubierto de musgo y helechos. Cada rincón estaba lleno de vida y movimiento, con insectos de colores iridiscentes zumbando entre las flores y pequeñas criaturas correteando por el suelo en busca de alimento.
Los árboles gigantes se alzaban majestuosos hacia el cielo, sus raíces entrelazadas formando intrincados patrones que parecían contar historias ancestrales. En las ramas, aves de plumajes brillantes cantaban melodías desconocidas, llenando el aire con su dulce música.
Olivia se maravillaba con cada detalle, observando con fascinación las formas y colores de las flores que salpicaban el paisaje. Había flores de todos los tamaños y formas imaginables, algunas brillando con tonalidades fluorescentes bajo la luz del sol, mientras que otras desprendían fragancias embriagadoras que llenaban el aire.
Mientras jugaban entre la flora y fauna de Pandora, Olivia se detuvo frente a una planta particularmente curiosa. Sus hojas tenían un tono vibrante de azul eléctrico, y parecían moverse como si estuvieran danzando al compás del viento.
— Neteyam, mira esta planta. ¡Es increíble cómo parece tener vida propia!
Neteyam se acercó y examinó la planta con interés: — Es una de las especies más peculiares de Pandora. Sus hojas se mueven para captar la luz del sol de la manera más eficiente posible. Es parte de la magia de este lugar.
[...]
Comenzaron a jugar con las plantas y animales silvestres de Pandora, sumergiéndose por completo en la maravillosa diversidad que les rodeaba. Olivia se maravillaba con las formas y colores de las flores, mientras Neteyam observaba con cuidado a las pequeñas criaturas que se acercaban con curiosidad.
Mientras jugaban, Olivia se acercó a Neteyam y le tomó las manos, mirándolo a los ojos con ternura.
— Estoy tan feliz de estar aquí contigo, explorando este mundo increíble.
—Yo también estoy feliz, Liv. Pandora cobra vida de una manera especial cuando estamos juntos —respondió, devolviéndole la mirada llena de amor.
Claro, aquí tienes la versión extendida del párrafo:
De repente, una planta de aspecto juguetón comenzó a moverse hacia Olivia como si quisiera atraparla. Era una planta con largas hojas ondulantes y flores brillantes que parecían sonreír. Olivia soltó una risa nerviosa y, jugando alrededor de la planta, comenzó a correr en círculos mientras esta se movía en su dirección con movimientos gráciles y ágiles. Neteyam, observando la escena con diversión, se unió al juego y ayudó a alejar a la planta bromista de Olivia mientras reía junto a ella.
Entre risas y alboroto, finalmente llegaron a un río cristalino que serpenteaba entre las raíces de los árboles antiguos. La luz del sol se filtraba a través de las hojas, creando destellos dorados en el agua. Olivia y Neteyam se miraron el uno al otro, sus ojos brillando con emoción y alegría compartida por la aventura vivida.
Sin dudarlo, se tomaron de las manos y se lanzaron al agua con un chapuzón emocionado. El río era fresco y acogedor, acariciando su piel y refrescando sus cuerpos después del juego con la planta. Nadaron juntos, sumergiéndose en las aguas cristalinas y explorando cada rincón del río mientras hablaban sobre sus sueños y anhelos para el futuro.
Mientras nadaban, ella comentó entre risas, — Net, esa planta quería hacerme su almuerzo. ¡Parecía muy decidida!
—Parece que te has ganado un admirador entre las plantas de Pandora. Pero no te preocupes, ¡yo te protegeré de cualquier planta hambrienta! —sonrió de forma juguetona, acercándose a ella en el agua.
Olivia compartió sus deseos de seguir descubriendo los secretos de Pandora, de aprender más sobre la cultura navi y de contribuir a la armonía entre humanos y navi. Neteyam expresó su deseo de proteger su hogar y su gente, y de seguir creciendo junto a Olivia en su amor y aventuras compartidas.
Mientras jugaban en el agua, el sol se ocultaba lentamente en el horizonte, pintando el cielo de tonos cálidos y dorados. El río, testigo silencioso de su complicidad y cariño, fluía con suavidad, llevando consigo los sueños y esperanzas de dos almas unidas por la magia del lugar.
—¿Te imaginas explorar juntos más allá de esta selva? Hay tanto por descubrir en Pandora —comentó, con una mirada llena de emoción y aventura.
—Sí, Livvie, imagino un futuro lleno de aventuras y descubrimientos a tu lado. Juntos podemos conquistar cualquier desafío que se nos presente —le dijo, abrazándola suavemente mientras contemplaban el horizonte lleno de posibilidades.
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