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PDV CHIARA

La reunión con Clara me había venido genial. Había dejado en claro todas mis dudas y me había dado el visto bueno para lo que quería hacer, también aprovechamos el tiempo para hablar de nosotras, al parecer a ella también el amor le estaba sonriendo y eso me alegraba mucho.

En cuanto termine con Clara me volví al piso de Violeta, queria esperarla en casa, sabía que a la mañana siguiente  ya debería volver y aunque no me apetecía por la tarde ya había quedado con mis amigas de la ESMUC.

Aun no podía creerme que estaba comenzando el último semestre... un puto semestre y mis estudios en una de las mejor instituciones educativas en el área de la música culminarían.

Era flipante pensar en lo mucho que me curre el ingreso y como luego de eso mi vida comenzó a cambiar drásticamente. La idea de volver a estudiar después de la academia no había sido una decisión facil pero yo tenía claro que quería seguir formándome.

En fin ese semestre  me traería tantos cambios a mi vida que lo sentía como un volver a comenzar, si todo salía bien acabaría el semestre con un album a punto de ser lanzado y una novia que me estaría esperando en nuestro piso de Madrid. Porque si, si algo estaba claro era que en cuanto terminara el semestre me mudaría a Madrid. Y si me quedaba en Madrid iba ser con ella, tenía la ilusión de que para ese entonces ya fuésemos novias y el sueño frustrado de compartir un piso está vez pudiera ser cumplido.

Estaba absorta en mi mundo cuando la puerta de entrada se abrió y pegué un salto, me encontraba echada en el sofá con una guitarra de Violeta sobre mi en la cual no estaba tocando nada concreto.

Me levanté rápidamente y corrí hacia ella no sin antes apoyar la guitarra sobre el suelo dándole un leve golpe. Por supuesto que me disculpé con la guitarra le había hecho daño sin querer y no tenía la culpa de mi ilusión.

Luego de aquello finalmente corrí hacia la pelirroja y salte para abrazarme a ella.

—Pero bueno ¿Y este recibimiento? —Dijo con una sonrisa mientras dejaba besos por mi rostro y caricias en mi espalda.

— Te eche mucho de menos y las chicas también, Denna dijo que la tienes olvidada y que encima le quitas la llave del piso... Me monto una escenita y todo, yo diría que le invites una cena a tu bestie porque se la merece, que se ha enterado de todos los avances por mi y no le hizo mucha gracia...

— ¿ De verdad? —Me pregunto algo rayada.

—Que va amor, es Denna nunca se enfadaría y menos contigo, pero me ha preguntado si estabas enfadada con ella o algo, yo creo que le sorprendió que no le hayas contado, igual te he defendido eh, le he dicho que no te he dado tiempo a nada...

— ¿Y eso frente a Rus? Mi niña no merece...

—VIOLETA POR FAVOR! ¿Por qué traes eso a cuento? Si nosotras no lo hacemos — Me rei y luego negué con la cabeza— Nunca me lo vas a perdonar... Será una espinita que existira para siempre para ti ¿Verdad?

— A ver... No. En plan, no puedo enfadarme por algo que ocurrió cuando no estábamos juntas y que a su vez tengo perfectamente claro lo que era... Pero es que lo recuerdo y ... No sé Kiki lo recuerdo y es raro  ¿Está mal?

— No amor, pero si en algún momento sientes inseguridad al respecto estaría guay que lo habláramos, en plan que efectivamente algo de inseguridad te genera y por eso estás picada pero tú me entiendes...

—Ya, lo sé, entiendo a lo que te refieres. Perdón, supongo que quiero bromear con el tema y es aún peor.

— Es que realmente no me molesta el bromear... Pero se que en tu caso esconde algo más... Te conozco.

Odio que no te odio - KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora