Las vacaciones de verano estaban casi llegando a su fin, el lago de Sunnybrook Falls seguía cristalino, el sol brillaba en lo alto y las compañías seguían haciéndose millonarias al vender helados en los días calurosos, pero siendo honestos ¿a quién le importan las grandes compañías? No, nuestro objeto de interés es Kim TaeHyung ¿Cierto?
Bueno ¡sorpresa!, a TaeHyung no le había estado yendo tan bien como a las compañías multimillonarias, quizás si se hubiera dedicado a la industria del helado la historia sería diferente.
Pero la meta de TaeHyung para el final del verano era olvidar el sueño que había tenido con JungKook, eso y terminar los 500 ejercicios de álgebra de la señora Wallace; lo importante era lo primero, ya podría pagarle a NamJoon para que le pasara los doscientos que aún no había hecho.
Los días desde su sueño habían transcurrido con normalidad, sin embargo, era incapaz de dejar de recordar con detalle todo lo que sucedió y lo peor era que seguía sin entender el por qué no podía olvidarlo como había hecho con sus demás sueños a lo largo de su vida.
Aquel día viernes estaba listo para ir a suplir a la novia de HoSeok, HyeJin, en su trabajo de medio tiempo en la heladería de su padre; honestamente no lo disfrutaba mucho, pero claramente siempre disfrutaba del dinero así que estaba dispuesto a hacerlo, además si estaba trabajando tendría menos tiempo para pensar en JungKook y sus tontas caricias.
—¿Estás segura que a tu padre no le importa? — preguntó el rubio acomodándose el uniforme, haciendo una mueca cuando se miró en el espejo.
—Mientras se vendan helados y le entregue las cuentas no le importa en realidad quien atienda— respondió la pelinegra encogiéndose de hombros —Además te ves lindo— ahogó una risita cuando miró el atuendo.
—Si, por supuesto.
El sarcasmo era evidente en la voz de TaeHyung, pero a HyeJin no pudo importarle menos, sabía que él no podría enojarse con ella, aunque quisiera; en ese momento de verdad quiso haber llevado su cámara fotográfica, seguramente YoonGi pagaría muy buen dinero por una foto vergonzosa de TaeHyung con aquel traje de marinero en rojo y azul.
—Conoces el lugar y lo que se tiene que hacer— dijo HyeJin mirando a su alrededor —Si quieres puedes prepararte algo y la hora de comida es la una, intentaré estar aquí antes de eso de todas formas.
—De acuerdo, disfruten su cita — le regaló una sonrisa que HyeJin devolvió de inmediato.
Antes de irse, la chica se acercó a TaeHyung para dejar un sonoro beso en su mejilla que lo hizo enrojecer; HyeJin era una persona bastante cariñosa y Tae no estaba acostumbrado a eso porque claramente nadie se acercaba a él con intenciones románticas. Al menos sabía que el Jeon JungKook de sus sueños parecía adorarlo.
Sacudió la cabeza, no tenía que pensar en eso. No debía.
Cambió el rumbo de sus pensamientos una vez que estuvo detrás de la barra, pensó en otro de los hombres que tenía su absoluto interés, aunque no por las mismas razones. Hacía un año, su profesora de Literatura había conseguido un permiso para hacer una dinámica de integración con otras escuelas del estado; les habían conseguido amigos por correspondencia y a TaeHyung le había tocado trabajar con un chiquillo de una escuela en uno de los pueblos que estaban a un par de horas del suyo, su nombre era Park JiMin.
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Take a chance on me! • KookTae.
FanfictionTaeHyung nunca había visto a JungKook de esa manera, ni siquiera era su tipo; sin embargo, el sueño que tuvo durante el verano despertó algo en su interior y ahora no era capaz de mirarlo sin sonrojarse o actuar como un tonto. Pero hay varios proble...