TaeHyung nunca había visto a JungKook de esa manera, ni siquiera era su tipo; sin embargo, el sueño que tuvo durante el verano despertó algo en su interior y ahora no era capaz de mirarlo sin sonrojarse o actuar como un tonto.
Pero hay varios proble...
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24 de Julio de 1986
El jueves por la mañana TaeHyung se encontraba de un inusual buen humor, la verdad era que no le gustaban los jueves porque ese día tenían Educación Física y nunca había sido un gran fan de esta así que para toda su familia resultó ser una sorpresa el verlo con una enorme sonrisa en el rostro a la hora del desayuno.
—¿Qué es lo que te tiene tan contento? — preguntó su madre, sirviéndole la comida
TaeHyung la miró frunciendo el ceño, a decir verdad, no estaba muy seguro y se encontraba bastante sorprendido por su actitud en exceso positiva de aquel día; no quería pensar que se debía al momento que había compartido con JungKook el día anterior, aunque dentro de sí sabía que esa era la razón.
—Supongo que es el hecho de que JiMin se haya mudado aquí— dijo encogiéndose de hombros mientras sonreía.
No mentía, por supuesto que estaba feliz de tener a su mejor amigo a unas casas de distancia, pero desafortunadamente JiMin no era su fuente de alegría aquel día, pero esa le valía para que su madre no siguiera preguntando; TaeHyung no era muy bueno ocultando cosas, en especial a sus padres, así que si lo presionaban lo suficiente el probablemente terminaría diciéndoles todo.
—¿Quién es JiMin? — preguntó su padre bajando el periódico y mirando a su hijo con una ceja levantada.
—Mi mejor amigo— dijo TaeHyung como si fuera obvio y es que en teoría debería de serlo pues durante un año había hablado del chiquillo de Millstone, incluso su madre rodó los ojos ante la obvia ignorancia del hombre —Con quien hablo por teléfono los viernes.
—Ah... El que se está llevando nuestra fortuna en llamadas telefónicas— dijo fingiendo cierta molestia que hizo reír al joven —¿Se mudó aquí?
—Él no ha dejado de hablar de eso desde el lunes, amor— señaló su madre entre risas mientras empacaba el almuerzo del hombre —Estás olvidando muchas cosas ¿Es por qué estás envejeciendo?
El padre de TaeHyung se levantó de la mesa de golpe, haciendo una mueca que mostraba pura indignación, aunque todos en la casa sabían que el hombre solamente estaba siendo dramático.
—Mujer, me has ofendido— exclamó tomando la bolsa con su almuerzo —Me iré ahora para que puedan seguir burlándose de mí.
Tae soltó un par de risitas y negó con la cabeza mientras terminaba su desayuno, su papá se acercó a su madre para despedirse de ella con un dulce beso mientras ella reía escandalosamente por las ocurrencias de su marido.
—¿Quieres que te lleve? — le preguntó
—YoonGi, vendrá por mí.
—De acuerdo, ten un buen día— dijo inclinándose para dejar un beso en la parte superior de la cabeza de Tae —Te quiero.
—Y yo a ti, pa.
El mayor salió de la casa y TaeHyung aprovechó que solamente estaba con su madre para poder hablar con ella.
