Blue neighbourhood | JimmySea

WILD

verano 2008.

— esta es nuestra casa de verano. — señaló su padre. — ¿te gusta, Sea? justo como te lo prometí. estamos a menos de diez minutos de la playa. y nuestro patio da hacia un lago.

un Sea de 9 años comenzó a dar saltos alrededor de su familia con emoción, por fin podrían quedarse más de un día en la playa. podrían quedarse todo el verano si querían.

— gracias, papá. — se abrazó a sus piernas. — muchas gracias.

con un poco de esfuerzo, el hombre lo alzó para que pudieran darse un abrazo más afectuoso, sintiéndose contagiado de la alegría que tenía su hijo. — vamos a explorar, ¿te parece bien? — le propuso.

la casa era de dos pisos, de un estilo bastante moderno. la fachada del primer piso estaba pintada de diferentes tonalidades grises, mientras que el segundo piso exhibía grandes ventanales, además de una baranda de vidrio que delimitaba el balcón.

la parte de atrás de la casa daba hacia un lago, el cual se podía apreciar a la perfección desde la terraza.

— la casa es genial, papá. — comentó su hermano mayor después de ordenar la que sería su habitación.

— ¿quieren recorrer el pueblo? — dijo el padre agitando las llaves del auto. — tenemos mucho que ver, comienza nuestra aventura.

Sea y su hermano hicieron carrera hasta el auto, declarando un empate cuando su madre les pidió que subieran la canasta para picnic que tenían.

una vez arriba del auto, el padre intentó encenderlo, pero no arrancaba. — ¿habrá fallado la batería? - se preguntó en voz alta mientras abría el capó.

comenzó a revisar con la vista, cuando alguien tocó su hombro. — ¿necesita ayuda con eso, amigo? — ofreció el desconocido, de la mano de un niño.

— creo que sí. — admitió el otro con cierta vergüenza.

— deje que revise. — habló acercándose a revisar, dejando a un lado al niño. — Jimmy, trae los cables del maletero. su batería necesita corriente y estará como nueva. — aseguró.

— papá, ¿qué pasa? — preguntó Sea al bajar, parándose al lado del señor. — hola, soy Sea. — se presentó. — ¿cómo se llama usted?

- soy Foei. - saludó el hombre, mirándolo con el ceño fruncido, como si viera algo raro en él. - le daré corriente a la batería para que tu auto funcione.

— ¿es usted mecánico? — se interesó el niño, ajeno a la forma en que estaba siendo estudiado.

— lo soy. — contestó, volteando en el momento preciso en que su hijo le entregaba lo pedido. — bien hecho, Jimmy. quédate aquí mientras acerco el auto.

— yo lo cuido. — dijo el padre de Sea.

— puede cuidarse solo. — aseguró Foei yendo a su auto.

— hola, soy Sea, — saludó al niño, que se quedó exactamente donde su padre indicó. — tengo 9 años, vine con mi familia de vacaciones, ¿tú cómo te llamas?

el niño le dirigió la misma mirada que el padre, pero respondía amable. — mi nombre es Jimmy. también tengo 9.

— ¿vives aquí? — a Sea le agradó más hablar con él, que con el adulto.

— no, vivimos en la playa, en una cabaña. — titubeó. Jimmy a pesar de ser pequeño, suponía lo diferente que eran sus mundos con sólo ver la casa a las espaldas de Sea. — no en el pueblo.